“Hoy mi Habana”, en José Antonio Quesada

Diálogo con el autor de una de las canciones más hermosas y reconocidas que se hayan dedicado jamás a la capital cubana.

José Antonio Quesada. Foto: cortesía del entrevistado.

Tengo la sensación de que José Antonio Quesada Areu es un perfecto desconocido para muchos habaneros que ignoran la trascendente intimidad en que han vivido él y La Habana. Una relación de amor, como suelen ser ellas: con pasiones y renuncias; encuentros y desencuentros; recibimientos desenfrenados y desgarradas despedidas.

José Antonio Quesada Areu es el autor de “Hoy mi Habana”, una de las canciones más hermosas y reconocidas que se hayan dedicado jamás a la capital cubana. Poeta, trovador, con una inspirada vocación autoral, José Antonio es además un guitarrista de sólida formación que tuvo la suerte de ser discípulo de Leopoldina Núñez y de nutrirse de las influencias de guitarristas urbanos y campesinos de los que aprendió estilos y modos de hacer y tocar. Una gran sensibilidad y una rica cultura de vida son elementos personales que suma a su universo creativo.

Convendremos en que Xiomara Laugart, con su voz única y altura interpretativa aportó la concreción sonora de todo lo imaginado por José Antonio a través de su música y poesía, para resultar en “Hoy mi Habana”, una canción atemporal, estremecedora, que evoca a una Habana cosmopolita y abarcadora desde sus orígenes, y su peculiar refinamiento, expresado a través de ese ajiaco que somos. “Hoy mi Habana” es de esas canciones que resistirán el paso del tiempo, porque siempre conmoverá a cualquier habanero, no importa donde esté, viva o sueñe.

Ir en busca de José Antonio es posible ahora en que ya no hay distancias para la comunicación, pues de otro modo estoy segura de que él se habría escabullido, dando paso a la incógnita que ha marcado su virtuoso y vasto trabajo como músico, de escaso conocimiento y aún menor reconocimiento. Y me lanzo al interrogatorio, intentando indagar qué circunstancias tuvieron que concurrir para que José Antonio, un camagüeyano, llegara a componer una canción tan extraordinaria como “Hoy mi Habana”:

“Nací en Camagüey, pero me crié en El Vedado. Amé La Habana a través de Fernando Ortiz y Alejo Carpentier, de esa ciudad que me descubrieron en sus libros, crónicas y artículos. Mucho antes de ser trovador, ya andaba La Habana más allá del espacio urbano. Descubrí que la ciudad tenía alma, ritmo y vibración propia. Entonces, comencé a concebirla como una entidad viva.

”Compuse Hoy mi Habana en el muro del Malecón habanero. Una tarde de 1983. Vivía yo en la calle C entre 3ra y 5ta en El Vedado. Fue un fenómeno raro. Melodía, letra y armonía fueron concebidos, surgieron a la vez. Luego, al volver a casa tomé la guitarra y terminé la obra. Desde entonces, no he sentido la necesidad de cambiar ni una coma.”

Foto: El Plátano.

Mi curiosidad se tensa. Por aquellos años, Xiomara Laugart y José Antonio Quesada eran nombres que vinculábamos al llamado Movimiento de la Nueva Trova, y había entre ellos, además, un nexo generacional. Aun así, quiero saber cómo llegó la canción a la voz de La Negra.

“Habían convocado el concurso “Mi canto a la ciudad”. Y me presenté con “Hoy mi Habana”. Nunca supe quién eligió a Xiomara para cantarla, pero no cabe duda: fue un acierto. El arreglo orquestal corrió a cargo de Aneiro Taño -hijo del notable compositor, director y arreglista Tony Taño-. Aneiro fue muy respetuoso con el concepto original, algo que siempre le agradeceré. Se estrenó en ese concurso, en el que los ganadores fueron Maggie Carlés con una canción dedicada a la Marcha del Pueblo Combatiente, que ya nadie recuerda. Y otro dato curioso: cuando Xiomara termina de cantar, todos los integrantes de la Orquesta de la Radio y la Televisión se pusieron de pie para aplaudirla. También debo agregar que Omara Portuondo protestó por el premio otorgado a Maggie, y que Pedro Luis Ferrer me regaló su trofeo como muestra de afecto y justicia. Al final, nadie recuerda las canciones de aquel evento. Pero “Hoy mi Habana” sigue viva tras muchos años.”

Hoy mi Habana

¿Y por qué un danzón como patrón rítmico? ¿Fue concebida en ese género desde su misma gestación, o se incorporó ya al momento de orquestar la obra?

Siempre la concebí y la sentí como un danzón. Era el más apropiado para la Habana femenina y elegante que yo pretendía proyectar.

***

Han transcurrido treinta y seis años desde aquel inspirado momento de la creación. Sin dudas, el éxito de “Hoy mi Habana” marcó un antes y un después en la carrera autoral de José Antonio Quesada, en la que distinguen otros títulos como “El comediante”, “Mirarse por dentro”, “Derecho por la vereda”, “Caminar caminar”, “Corazón de madera” o “Por si vuelvo mañana”. José Antonio nos comparte cómo asume ahora Hoy mi habana y la gran trascendencia que ha tenido.

“En lo personal, “Hoy mi Habana” es una historia también triste. Su mayor difusión la ha alcanzado en Cuba. Cuando salí en 1994 y decidí vivir en otro país, mi autoría era obviada en numerosas ocasiones. Después Xiomara se fue a vivir a Nueva York, y como suele suceder con muchas cosas, la canción cobró vida propia. Las disposiciones legales vigentes en Cuba me impiden, por mi condición de emigrado, recibir lo que corresponde a cualquier autor: sus regalías por el uso y reproducción de su obra en el territorio nacional. Anécdotas amargas se suman a esto, como cuando un funcionario me dijo que “Hoy mi Habana” era patrimonio nacional y que ya con eso debía bastarme y sentirme contento.

”Desde 1994 vivo en Europa, en Barcelona. Trabajo en Miami. Antes lo hice en el estado norteamericano de Georgia, donde tenía un espectáculo de fusión con música cubana y brasileña, danzones con influencias celtas y boleros del feeling. Lo dejé todo para volver a Miami y acompañar a mis padres en su recta final. Nunca más he vuelto a La Habana. Mientras tanto, “Hoy mi Habana” tiene vida propia. No ejerzo ninguna influencia sobre ella y veo que pasan las generaciones y continúa vigente. Esa es la magia de la música. Si nadie se acuerda de mí como autor, ¿qué le vamos a hacer? Si nunca he ganado un centavo por esta obra ¿qué le vamos a hacer? Quizás algún día se haga justicia. Mientras tanto intento continuar con mi vida, cruzando el Atlántico varias veces al año con el corazón partido en tres orillas.”

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