Este sábado Isaac Delgado (La Habana, 1962) está de regreso a Estados Unidos pero quien escribe podría apostar que tuvo un Viernes Santo como para no olvidar: luego de 7 años de ausencia volvió a cantar en Cuba.
Invitado por Silvio Rodríguez, el sonero-trovador subió a la sólida, sobria e itinerante tarima montada en Correa y San Indalecio, en Santos Suárez, y entonó aquel memorable Necesito una amiga, que lo conectó de inmediato con el público. “Gracias por la compañía y a Silvio, por el amor”, dijo al público que espontáneamente se acercó al lugar con mezcla de extrañeza y felicidad.
“Él no quería que cantara ningún tema suyo pero esta vez no le haré caso”, comentó y comenzaron los acordes de ¿Quién fuera? Le acompañaron el contrabajista Jorge Reyes, el percusionista Oliver Valdés y, al piano, Cucurucho (Roberto Carlos Rodríguez), de los Van Van.
Le siguió el Solar de la California (“Yo sigo siendo un tipo de barrio”, confesó con cierto toque de nostalgia) y cerró su breve pero inolvidable presentación con el estreno mundial de Cubanos que a ritmo de salsa describe en sus versos a los nacidos en esta tierra como nacidos “del son y la rumba… latinos con un toque universal”, capaces de convertir “el dolor en melodía” y dispuestos a hacer “el camino entre lágrima y canción”.
Cubanos lo grabaré próximamente con Van Van —confesó al público— Es de Juanchi (Juan José Hernández), un gran autor holguinero que vive en Puerto Rico hace años y a quien Gilberto Santa Rosa y el Gran Combo le han cantado varios temas. Él, como muchos emigrados, tiene el corazón en la Isla”.
En un aparte en el portal de los vecinos que hospedaron a Silvio y a la tropa que le acompañó en el concierto 39 de su Gira por los Barrios, Isaac Delgado nos concedió unos minutos. Estaba feliz, con esa sonrisa amplia y sincera que lo confirma como el Chévere de siempre.
Luego de 7 años sin que fueras anunciado para cantar en Cuba, te presentas invitado por Silvio Rodríguez ¿Por qué?
Es un gesto de amistad de Silvio. Él siempre ha sido un tipo valiente, dispuesto a romper esquemas. Además yo le tengo un cariño especial a la trova. Nací en una casa de trovadores, de la Vieja y después conocí a la Nueva. En mi carrera tengo un disco dedicado a ella (CD Versos de mi cielo) donde tuve la suerte de cantar con Silvio. Hace unos días nos encontramos y surgió esta invitación. Para mi ha sido una gran oportunidad que no estaba planificada. De alguna manera la vida te pone en el lugar correcto, en el que debes estar cuando tienes que estar.
¿La vida te ha devuelto el público?
Este público siempre ha estado en mi corazón y creo que yo también permanezco en el de ellos.
¿Fue este un viaje de trabajo?
Yo tengo en Cuba a toda mi familia, vengo a verlos, pero los viajes se convierten casi siempre en algo profesional. Cuando uno se ausenta del panorama nacional tanto tiempo, pues obviamente los amigos te llaman y proponen hacer algo. Existe la oportunidad de trabajar con mucha gente y aunque no voy a poder hacerlo todo, sí hay algunos proyectos adelantados, como uno que se está organizando sobre la rumba. Tengo la dicha además de estar preparando algunos temas con agrupaciones de aquí, Van Van entre ellas, y también con artistas jóvenes.
¿Qué es lo que más extrañas de la Isla?
Lo que más se extraña es la gente, el cómo son con uno, es algo que me parte el cuerpo por el centro y el corazón me lo pone a palpitar muy fuerte. Esta noche he vivido una emoción diferente. Ha sido fuerte esto de llegar y ver que, luego de tanto tiempo sin tener a tu público, el vínculo, el cariño, el amor están intactos.
Cantar con Silvio también es un gesto valiente de tu parte…
Sí, algunos riesgos hay que asumir…
Los asumiste desde las dos orillas…
Mi corazón está siempre en la Isla. Allá el que politice cualquier hecho artístico, ese es su problema. Yo, sencillamente, estoy cantándole a mi pueblo y a mi país.
Sin dudas este encuentro de Isaac con el público cubano fue la confirmación de que ambos lados, artista y público, están listos para más. Y es importante que sucediera en el contexto de la gira de Silvio Rodríguez por los barrios, un proyecto que ido sembrando buena música y buen gusto por los espacios más humildes de La Habana. Tal como reconoció el trovador cubano minutos después de concluido el concierto, “Isaac es un músico de este país al que el pueblo quiere, viene constantemente, no veo por qué no pueda cantar. No creo haber hecho nada extraordinario al invitarlo, me parece algo natural. Allá los que no lo hacen. No fue algo preparado, sucedió porque me lo encontré el otro día y me dijo que desde que estaba viviendo fuera no había vuelto a cantar aquí. ¿Pero cómo no vas a cantar aquí?, le dije. Y ya ves, la gente lo trató como si hubiera sido ayer que dejaron de verlo”.
(Fotos: Iroko Alejo)