Kamankola: Antes que lo prohíban

Hay amigos que piden ayuda y una no puede negarse. Para mí es el caso de Robertiko Ramos, diseñador de los buenos y amigo desde los lejanos tiempos de la vocacional La Lenin. Con Tuyuca Producciones estuve apoyándolo en las redes sociales hace un año en el proyecto Tocando Tierra del cantautor español Muerdo y ahora me pedía me sumara a la campaña de crowdfoundig o micromecenazgo de Antes que lo prohíban, el CD debut de Kamankola.

Ya conocía a Jorgito Kamankola, su líder. Con Aceituna sin Hueso, una banda que mezcla el flamenco con lo que sea, lo escuché rapear, incluso cuando muchos cultores del Hip Hop abandonaban las filas de la protesta para reguetonear y ser famosos. Pero le había perdido los pasos, quizá porque ya no me dedicaba a hacer periodismo musical.

Así formé parte de esta kamakola que abriría puertas no solo a Jorge Liam García, sino a una forma de financiamiento no explorada por la discografía independiente hecha en Cuba.  Como no puedo escribir más que este proyecto es buenísimo, dejo que Jorgito cuente, gracias a OnCuba, por qué apoyar su música en la plataforma Verkami.

¿Cómo empezó esta kamankola?

Yo nací en el Cerro, un barrio de La Habana donde se respiraba mucha agitación, muchas problemáticas que se recrudecieron en los 90´s. Con 12 años empecé como integrante de un grupo que llamamos Sentencia. Éramos tres amigos muy influenciados por el rap crudo estadounidense.

Luego, nos acercamos más al rap cubano en el que encontramos grupos que hacían una poesía impresionante, bastante consecuente con el tiempo que vivíamos. Me sentí  muy identificado con Amenaza, Explosión Suprema y, sobre todo, con EPG&B, la unión de dos bandas: Yunior Klan y Grandes Ligas. EPG&B era lo más underground de toda Cuba, con una forma singular de decir las cosas.

Escuchándolos podía salirme de la misma vida y empezar a decir las cosas que sentía. Era muy fácil comprarse los background y así empezamos. Pero, éramos unos niños y cada uno siguió su camino.

Tú escogiste la música, ¿por qué?

Yo seguí escribiendo. Era un vicio. Lo confieso. Conocí a un amigo que tenía un grupo con tumbadoras, timbales y escribía pop. Le gustó la idea de tener un rapero porque estaba influenciado por grupos como Interactivo.  Paralelamente yo estaba descubriendo la música, no solo el rap. Como estaba en una fase creativa, me sumé escribiendo canciones para esta banda.  Con este grupo grabamos tres temas. Pero les tocó el servicio militar obligatorio y se disolvió.

Y, ¿cómo llegas a Aceituna sin Hueso?

Por casualidad. Empecé a trabajar como utilero del grupo Aceituna sin hueso. Hasta que un día Miriela Moreno en una presentación dijo: “dice el utilero mío que él hace rap… que suba al escenario”. Me subí y a la gente le gustó. Durante más de un año canté con ellos en todos los lugares donde se presentaron.

De esa ápoca son tus primeras grabaciones que reuniste en Musas desechables… ¿Marcas esto como un hito en tu carrera?

Las primeras grabaciones me las hizo el que hoy dirige el grupo D´Corazón. Salió mi demo Musas desechables, con el que entré en la Asociación Hermanos Saíz, aparecí en Cuerda Viva y me nominaron al CubaDemo. Claro, así empezó todo.

Has tenido una relación importante con la Trova cubana. Recuerdo que en una entrevista a Irak de Doble Filo, me decía que el rap se había convertido en la Trova por su función crítica con la sociedad, ¿cómo es tu relación con este movimiento?

Llegó un momento en el que los raperos empezaron a hacer reguetón. De pronto ver a mis ídolos cantando en otro plan, me fue matando algo. Sufrí mucho. Quedaron algunos, pero las peñas dejaron de tener sentido para mí. Empecé a buscar los sitios de trova y a acercarme a los trovadores. Unos me ignoraron y otros me invitaron al escenario.

He tenido la suerte de cantar con muchos trovadores y más, de descubrir una trova más allá de los famosos, gente que pocos conocen, pero que admiro un montón, como Roly Berrio y Ariel Barreiro.

Como soy un fan. Comencé a hacer canciones, aunque te confieso que me da pánico tocar la guitarra cuando ellos están. Y, hoy, me invitan a tocar mis canciones, no solo a hacer rap.

Hablabas del rap trocándose en reguetón, fenómeno que la mayoría justifica con la cuestión económica, ¿cómo ves este fenómeno?

Había grupos que hacían un rap buenísimo y no tenían nada. Empezaron con el reguetón y entraron a empresas estatales porque reportaban económicamente y grabaron discos. Materialmente les fue bien. Sentimentalmente, no sé.

Lo que sí sé es que el rap se apagó hasta la llegada de Los Aldeanos, un grupo que de pronto llegó como a revivirlo todo. Aunque se mantiene el mismo problema, por la falta de apoyo a este género aquí. En este momento, ya yo quería hacer mi rap, con instrumentos, con guitarras. No quise sumarme así.

¿Crees que se podría hablar de un movimiento hip hop en Cuba hoy?    

En los 90´s veía un movimiento fuertísimo. Los festivales eran excelentes. Hoy no veo el movimiento, pero sí muy buenas agrupaciones tratando de hacer su música.

¿Qué es Kamankola?

Es la idea de crear lo que tenía en la cabeza: mis temas con las influencias que tengo de todas partes. Es mi creación, con los músicos que colaboran. Da igual que haya una rumba y luego un tema suavecito. Es eso: mi cosa.

¿Por qué optar por un disco en físico, pese a que los tiempos están mostrando la depresión de la industria discográfica? ¿Por qué optar por el crowdfounding o micromecenazgo para materializarlo?

Es mi primer disco y quedó bueno. Uno siempre quiere tenerlo físicamente. No sé si para cuando sea viejo poder decir que lo tengo. A todos los amigos se sumaron Israel Rojas, líder de Buena Fe, y lo mezcla Fito. Ya lo siento como disco.

El plan de Israel como productor era licenciarlo con una discográfica. Pero las propuestas que nos hicieron no nos acomodaron porque las licencias dependían de las ventas y todos sabemos que no hay mercado del disco en Cuba. Así apareció esta idea del crowdfoundig, del que yo no sabía.

Si esto sale, se cumple mi sueño de pagarle a los músicos, reproducir algunos como memoria y conservar la independencia.

¿Utilizarás otras formas de financiamiento como la ponina para los que habitamos esta isla?

En La Habana haremos un concierto para amigos y público general. Las personas que participen que vayan y apoyen con lo que puedan o quieran.  Y crear una ponina para sumar a los fondos que recaudemos. Como recompensa, siguiendo la línea del crowfounding, quienes aporten 10 cuc o más tendrán una copia económica del disco.

¿Qué esperas que pase antes que te prohíban?

 Que salga el disco y poder presentarlo el 27 de marzo en Bellas Artes. Será el lanzamiento oficial de Antes que lo Prohíban.

Portada del disco
Portada del disco

Evento: Apoyo al CD debut de Kamankola, Antes que lo Prohíban

 

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