La intensidad de Carlos Miyares

Carlos Miyares

Carlos Miyares formó parte de los Afrocuban messengers antes de inicar su carrera en solitario.

No dude si Louis Amstrong, Duke Ellington, Wynton Marsalis o Emiliano Salvador se les “aparezcan” repentinamente en un disco. El saxofonista Carlos Miyares “acoteja” los estilos de esos hombres en el suyo propio y nos los devuelve en Chucho Valdés presenta a Carlos Miyares (Bis Music 2011), un fonograma que producen ambos músicos.

Son ocho sencillos que nos llevan a una manera de hacer jazz que seduce e invita a degustar por su fuerza interpretativa. Así, Miyares (Santiago de Cuba, 1980) se hace acompañar en esta, su primera entrega discográfica, del pianista Tony Rodríguez, el bajista Lázaro “el fino” Rivero Alarcón, el baterista Oliver Valdés y el percusionista Yaroldy Abreu (congas), para regalarnos este apasionante viaje por la música, por la manera en que el artista siente la melodía, ya que siete de los números que escuchamos aquí son de su autoría.

Carlos no esconde en el álbum su admiración por grandes de la escena jazzística internacional, y de hecho se percibe. Nos llega la influencia del modo de cultivar el género en Norteamérica y en exponentes como Miles Davies, Dizzy Gillespie, Charlie Parker y la Orquesta Jazz del Lincoln Center de Nueva York.

También quienes escuchen en el CD, sentirán la necesaria presencia de importantes figuras de la música cubana como los cantantes Benny Moré, Compay Segundo, Ibrahim Ferrer y Omara Portuondo; los pianistas Bebo Valdés, Rubén González, Frank Emilio Flynn y Gonzalo Rubalcaba; el percusionista Tata Güines, los rumberos de los Muñequitos de Matanzas y la vieja trova santiaguera.

Todo ello gravita en el compacto. Podemos disfrutar de composiciones con un lirismo especial y que indican populares calles habaneras como sucede con 5ta. y 32 y Calzada y D. También cuentan con una riqueza en las ejecuciones Friends-cha, 3:15 p.m., y The star are your eyes, esta última perteneciente a Archie Shepp.

Destacadas devienen las intervenciones, en calidad de artistas invitados, de Chucho Valdés, el baterista Rodney Barreto y el bajista Raúl Gil García, quienes aportan una fuerza mayúscula al CD.

Para el investigador Leonardo Acosta, el volumen de este destacado instrumentista -miembro de Chucho Valdés y los mensajeros afrocubanos-, es una absoluta reverencia a esa Habana musical, “donde es posible y aun más, hasta imprescindible, que coexistan el jazz, la rumba y, por supuesto, ese invento nuestro que es el Afrocuban Jazz”.

Graduado del santiaguero conservatorio Esteban Salas en saxofón en 1999, Carlos Miyares ha integrado bandas que cultivan diversos estilos de la música criolla contemporánea como Juego de Manos, Interactivo, Carlos Varela y su grupo, y Bobby Carcassés y Afrojazz.

Sin dudas, Chucho Valdés presenta a Carlos Miyares -álbum que fuera presentado el pasado 14 de marzo, en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes-, se nos dibuja como un disco esencial, que recorre los caminos de un género que cuenta en la Isla con cultores muy talentosos.

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