La “mala suerte” de Alexander Abreu con los videoclips

Foto: Havana Cultura

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Qué cubano bailador sin remedio, pudiera creer lo que dice el músico cubano Alexander Abreu, líder la orquesta Havana D’Primera, cuando afirma que no ha tenido suerte con los videoclips.

Justamente por un número suyo de fuerte pegada y el audiovisual que lo respalda es que a él le dicen Cuba y sus compatriotas no se cansan de escucharlo.

La televisión cubana lo exhibe en cada fecha de significación nacional. Siempre le hace un “huequito” en su programación a estas imágenes que nos muestran, en ferviente toque de nacionalismo, cómo somos muchos de los hijos de esta tierra.

Además, el tema Me Dicen Cuba, “creado sin esperar nada a cambio” según ha dicho Alexander, aviva la nostalgia de los cubanos que viven del otro lado del Atlántico, o a 90 millas de la Isla, o en cualquier parte del mundo donde palpite un corazón llegado al mundo en este archipiélago. Ya quisieran muchas agrupaciones y músicos del patio no tener suerte de esta manera.

Dice el director e instrumentista que en el mundo del videoclip le ha ido fatal, y enfocado como está en su música tampoco ha sido muy exigente con este tipo de realización, que de tener calidad hubiera dado más impulso a la imagen y fuerza de su grupo. Reconocida la falta, ahora pone empeño en sus últimos audiovisuales que según dice han tenido un resultado más feliz.

El fornido trompetista quiere más, y tiene razón, porque calidad, esfuerzo e ideas le sobran a él y sus músicos. La gente puede caminar por arriba de su mambo.

Este admirador de la obra del fallecido e icónico músico, bajista, compositor y arreglista, Juan Formell, a quien consideró como un padre, no es amante de las colaboraciones porque estima que son canciones que se pierden en un CD. Pero tampoco olvida las puertas que le ha abierto su trabajo junto al salsero nicaragüense Luis Enrique en el CD La vuelta al mundo.

“Cuba está de moda, y no es solo por la tendencia de entrelazar artistas cubanos con otros reconocidos mundialmente”, comenta, hablándole a varios medios de prensa en La Habana. “Somos un país bloqueado y no tenemos la posibilidad de exponer lo que hacemos; por eso el alcance de lo realizado no ha llegado tan lejos como debería, aunque actualmente las redes sociales favorecen la difusión.  El camino es largo todavía”.

“Para nadie es secreto que muchos artistas foráneos beben de nuestra fuente, y además han hecho carrera con nuestros ritmos”, insiste el creador de una orquesta que nació en Copenhague, Dinamarca, parida por la nostalgia de un Abreu que andaba trabajando por esos lares.

Foto: Havana Cultura
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Al principio solo acompañaba a otros músicos y vocalistas, pero luego salieron a la luz temas propios y fueron evolucionando hasta alcanzar gran popularidad. El instrumentista, oriundo de la ciudad de Cienfuegos, donde dio sus primeros pasos en la música con el proyecto infantil Ismaelillo, califica su obra de poesía urbana, hecha para arrancar la alegría, fácil de entender y exportar con un estilo que trata de defender al 100{bb302c39ef77509544c7d3ea992cb94710211e0fa5985a4a3940706d9b0380de}.

“Hemos reunido una mezcla de muchas tendencias, con mensaje positivo y profundidad, sin rebuscamientos, para establecer rápido la identificación con nuestro trabajo”, asevera.

Como creador, y uno de los más populares en estos momentos, Alexander también tiene preocupaciones con el panorama musical de la Isla, donde —opina— se deben crear espacios para exponer más la música nacional. “En nuestras escuelas de música no existe una asignatura para fomentar los ritmos populares y no pocos jóvenes graduados se suman a las filas del reguetón porque es lo actual, lo que hay”.

“El proyecto Buena Vista Social Club fue un fenómeno que tuvo la oportunidad de exhibir al mundo la música tradicional cubana. Es algo que no deberíamos perder porque creo además que los jóvenes hoy conocen mucho más de este arte gracias a su impronta. El programa televisivo Sonando en Cuba es una idea muy buena y descubre talentos, pero está enmarcado en muchos géneros y no se centra en lo popular bailable. Si se va a hacer un concurso abierto como este se debe recibir a personas con otras inquietudes para que puedan competir como va. Realmente puede mejorar”, insiste.

Más que músico Abreu saca una veta de matemático, casi en la despedida: Asegura categórico que tras nueve años de carrera el 80 {bb302c39ef77509544c7d3ea992cb94710211e0fa5985a4a3940706d9b0380de} de los cubanos nunca ha visto a su orquesta en vivo. “Es muy triste. Ha sido imposible por problemas de infraestructura, economía y equipamientos, algo que con más atención en Cuba se puede resolver”.

https://www.youtube.com/watch?v=BTvoY5q-tSo

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