Leo Vera Jr.: Un romántico incurable

Fotos: Cortesía del entrevistado

Se confiesa un romántico empedernido y siente la música desde niño como esa aura que necesitamos los seres humanos para seguir adelante. Desafía tendencias, asume retos, tienta sentimientos…

Así es Leo Vera Jr.: un joven que con poco más de 30 años de edad se ha propuesto conquistar corazones con aquellas canciones que son temas eternos, porque durarán mientras persista el amor, la pasión, los sentimientos.

En entrevista con OnCuba, el solista habló de su desempeño profesional, sus deseos y aspiraciones.

Como artista has formado tu propio proyecto denominado Acariciando sueños, donde incluyes un repertorio de canciones y boleros tradicionales, ¿cómo surgió esa idea y cómo la llevas adelante?

Yo siempre quise ser cantante y tener un grupo para soñar en grande. Por suerte tuve la oportunidad de lograr mis metas y en el 2012 alcancé la condición de solista y ser el director de mi proyecto. He tenido muchos obstáculos, pero bastante ayuda también, en especial de mi representante, Vivian Myrie, que ha sido un soporte esencial en mi vida profesional y personal.

He renunciado a cosas que consideraba esenciales, pero estoy feliz con lo alcanzado. Aspiro a lograr mucho más y ganarme el reconocimiento de mi público, que es lo principal para un artista. Disfruto lo que hago: soy un romántico eterno, incurable…

El nombre del proyecto tiene que ver con el tema El día que me quieras, que desde niño me gusta mucho y comienza con la frase “acaricia mi ensueño”. Todos saben que es un tango y yo le hice un arreglo a mi manera, respetando a todos y manteniendo la esencia.

Siempre pongo mi sello y mis ideas en mi trabajo, apoyándome en personas con las que disfruto mucho interpretar canciones que no pasan de moda. Es un error pensar que a todos los jóvenes nos gusta sólo el reggaetón o la música electrónica: también disfrutamos los temas románticos.

Llevo mis sueños adelante con mucho sacrificio y ayuda. No me he sentido nunca incomprendido, pero los espacios en Cuba son insuficientes para el bolero y este tipo de canciones. ¡Es increíble, pero cierto!

4leoDurante tu trayectoria como artista has formado parte de otras agrupaciones, ¿en qué medida te han servido en tu formación como cantante?

Desde los 16 años cantaba casi siempre salsa en diferentes agrupaciones. Pero cuando me tocaba la parte tierna en el espectáculo, los boleros… me sentía y me siento, al decir de Álvaro Torres, más romántico que nadie.

Canté con los Latin Cuban Boys, Enrique Álvarez y su Charanga Latina, Sombrilla y su Timba Life, Chispa y los cómplices, Ataché Habana, Explosión Latina, Bases Llenas, Calle Cuba…Mi paso por esas agrupaciones me ayudó a alcanzar una mayor madurez profesional; ellas ampliaron mi conocimiento musical relacionado con las voces, la armonía vocal y el desempeño escénico.

Tuve, por suerte, directores muy exigentes que sacaron de mí la esencia del artista y me hicieron crecer profesionalmente. Sin embargo, me falta mucho por mejorar. Cada día enseña algo nuevo, y de todos se aprende todos los días.

Háblame de tus presentaciones en Cuba y en el extranjero.

En Cuba he trabajado en las casas de la música, en el Habana Café, en el Club Habana, en el Diablo Tun Tun, en el Palacio de la Rumba, en la exitosa peña Una tarde habanera con Cary Bridón. También me han podido encontrar en varios espacios de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, en La Maison, en el Delirio Habanero, y en muchos otros lugares culturales y recreativos del país.

He compartido escenarios con mi padre, Leo Vera, Vania Borges, Niurka Reyes, Leyanis López, Mundito González, Héctor Téllez, Coco Freeman, José Valladares, Emilio Vega, y otras personalidades del arte.

Sobre mi trabajo en el extranjero puedo decir que estuve en varios lugares de República Dominicana, donde intercambié con músicos como Juan Luis Guerra, la prestigiosa cantante Maridalia Hernández, o el destacado Nini Cáfaro. En sentido general he tenido experiencias muy hermosas. La música que hago inspira mucho y mueve corazones; incluso, ha habido personas del público que me han sentado en su mesa después del espectáculo para contarme sus penas.

En tu carrera has participado en la lucha contra la homofobia y todo tipo de discriminaciones. ¿Por qué crees que es importante para un artista vincularse a estos aspectos de lucha social?

Por muchas razones. Somos seres humanos y, por tanto, somos importantes. Además, todos nos necesitamos mutuamente. No es justo discriminar a nadie por motivos de raza, preferencias sexuales o cualquier otro motivo. Odio las injusticias y apoyo desde donde puedo.

El 17 de mayo del año pasado estuve en el centro cultural El Mejunje, en Santa Clara, en un espectáculo contra la homofobia y otras discriminaciones y allí me conmovieron muchas historias. Los artistas contamos con el privilegio de ser escuchados, tenemos seguidores y podemos ser abanderados de la cultura, pero también de la justicia social.

 ¿Cómo fue tu experiencia en el recorrido por diferentes barrios realizado por los 50 años de Los Zafiros y en el proyecto Ópera de la Calle?

Fue muy hermoso porque la gente adora a Los Zafiros. Pude hacer realidad un sueño que tenía desde niño, y tuve la oportunidad de interpretar canciones que tanto disfruté y me cantaba mi abuela, a la cual también hice un homenaje en su momento.

¡Ópera de la Calle es lo máximo! Fui con mucho temor a una audición y Ulises Aquino, maestro en toda la extensión de la palabra, me enseñó a mejorar mi técnica. Aprendí a colocar mejor la voz, a no cansarme, a ser mejor artista, a cantar hasta resfriado…

¿Qué ha significado tu padre, Leo Vera, en tu formación profesional?

Mi padre, más que una estrella, es una gran escuela. Para mí es el mejor cantante del mundo, una estupenda figura a seguir como artista por sus condiciones vocales, su registro, su técnica. Lo admiro y respeto, lo escucho pero no lo imito.

Tenemos puntos en común que son inevitables por naturaleza; pero ser hijo de un artista es un arma de doble filo porque todos te comparan. En términos artísticos es muy exigente. Estoy obligado a ser cada vez mejor y escoger bien mis temas para identificar mi estilo y darlo todo en el escenario.

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