Limara Meneses, después del Benny y de Bebo Valdés

Foto: Cortesía de la entrevistada

Foto: Cortesía de la entrevistada

Limara Meneses es una de las actrices más significativas de su generación. Por un tiempo fue un rostro muy recurrente en nuestros medios. Reside fuera de Cuba hace unos años y ha estado, debido a la maternidad, un poco alejada de la actuación. Muy pronto regresa al plató, sitio en el que expresa su gran potencial y cualidades histriónicas.

Egresada del ISA ha trabajado con grandes cineastas como el multilaureado Fernando Trueba en Chico y Rita sobre la vida de Bebo Valdés. Tiene “un pacto” con la música, pues casi todos sus personajes están vinculados a los escenarios y a nuestro acervo sonoro. A Limara la conocí antes de su debut cinematográfico cuando estudiábamos juntas en el mismo preuniversitario. Luego nos reencontramos en el ICAIC, justo cuando yo escribía sobre el filme que ella protagonizaba: El Benny. Hoy, gracias a la magia de la tecnología, nos volvemos a encontrar. Ella en Atlanta y yo en La Habana y mediante ese puente entre las llamadas dos orillas que es OnCuba conversamos sobre su trayectoria.

“Jorge Luis Sánchez me dio la oportunidad de darle un giro de 400 grados a mi vida. El Benny es muy recordado aun dentro y fuera de Cuba  y mi personaje, Aida, también fue muy querido. Aún recibo mensajes preciosos. Recuerdo la experiencia con alegría y muchísima nostalgia, hace 10 años tenía 17 años. Imagínate”, expresó la conocida intérprete.

Si no hubieras sido actriz, ¿qué otra profesión hubieras escogido?

La profesión de actriz me escogió a mí, yo nunca antes me lo había planteado de la manera tan seria que devino en mi vida. El marketing, las ventas, el mundo empresarial me apasiona, de hecho en España además de estudiarlo lo ejercí durante dos años. Una segunda profesión que me encanta y que ahora mismo he tenido la oportunidad de desempeñar aquí en Estados Unidos es el magisterio. Soy maestra actualmente de español de pre-K y kindergarden.

Limara Meneses en El Benny de Jorge Luis Sánchez
Limara Meneses en El Benny de Jorge Luis Sánchez

Se dice que tienes un pacto con la música. Muchos de tus exitosos roles han estado vinculados a este apasionante universo. ¿Cuéntanos de esta armónica relación?

Mis personajes más trascendentales en el cine han tenido que ver con el mundo de los escenarios, han sido películas o cortos relacionados con el musical. Hay cierto misterio de mi vida en el cine con la música y también con Mario Guerra, gran amigo y actor con el cual siempre me encuentro en el cine específicamente en este género. La armonía que tenemos es evidente El Benny me lanzó al mundo del cine, Oda a la Piña fue un corto exitoso el cual llegó a muchísimos festivales de gran importancia uno de ellos fue el de Emir Kusturica por mencionar uno y Chico y Rita más de lo mismo, un  Goya y una nominación a un Oscar. Podríamos estar hablando muchísimo tiempo más de esta misteriosa y bella relación que tengo con el universo de la música  en el cine. Me debería plantear lo de tomar clases de canto, ¿qué crees?

¿Con cuál de los múltiples nombres con los que ha aparecido en la pantalla o en las tablas te gustaría ser recordada?

Decirte uno en especial sería engañarte, porque dejo parte de mi vida interior cada vez que estoy viviendo la vida de un personaje y lo hago para no olvidarlos yo primeramente. El resultado para con en el público es algo que surge, imagino que cada persona se quedara y me recordara por el personaje con el que haya hecho catarsis (me refiero al vínculo emocional que llegue a establecer el público con cada uno de los personajes, el que le provoque algo).

¿Cuáles han sido los mayores desafíos afrontados durante tu carrera?

Exponer mi cuerpo desnudo, y el momento en el que decidí crear mi familia.

Eres una actriz a la que le gustan los retos y los cambios, ¿Cómo valorarías las transiciones, tanto de medios como de géneros, que has experimentado durante tu trayectoria?

Yo me considero una persona valiente, soy bastante consecuente con las decisiones que tomo. He tenido la posibilidad de trabajar en casi todos los medios de comunicación y a pesar que no he interpretado esa cantidad de personajes que me hubiese  gustado y me gustaría le he dado el valor que merece  cada uno de los proyectos en los que he estado, da igual si es teatro, cine, radio, doblaje, o televisión. Creo que cada género y medio es especial y rico. Nunca me ha gustado la frase más que echa de si soy actriz de cine de tv etc…Yo lo veo y siento simple: primero soy un ser humano y segundo soy actriz.

Hablemos de técnicas, tácticas y estrategias. ¿Cómo te adentras en tus personajes? ¿Y cómo logras desprenderte después de interpretarlos?

Si algún día ves mis guiones te volverías loca, en ocasiones ni yo misma entendía. Empiezo a trabajar los personajes desde el momento en que voy al casting, escribo sin parar todo lo que me viene a la cabeza lo que empiezo a observar, escuchar, pensar como el personaje, puedo llegar a leer los guiones y libretos muchas muchas veces. Me ayuda mucho todo lo que estudié en el ISA, Uta Hagen, Lee Strasberg, Stanislavski, Eugenio Barba que aunque parece que todo es para teatro cuando coges de cada uno lo que te ayuda termino creando mi propia técnica y lo más importante trabajo con mis emociones. Cuando trabajas con emociones evidentemente habrán momentos puntuales en los que te afectara algo o lo contrario, que no siempre se sufre!!! Pero hasta ahora no suelo quedarme más de lo normal prendida a nada. Tengo mi vida y es la que tengo que vivir.

¿Cuánto hay de Limara en cada una de tus interpretaciones y cuánto hay de cada una de ellas dentro de ti?

Mi desenfado y sinceridad  lo tienen muchos de mis personajes y la dulzura y alegría de estos me las quedo siempre.

¿De qué material debe estar hecho un actor para ser bueno? ¿Qué no le puede faltar?

Coraje, humildad y honestidad. Te digo esas tres porque una no es suficiente para ser actor ya lo de si es bueno o malo no soy quien para catalogarlo. Pero todo el que sea actor o decida serlo creo que es bien hermoso que tenga una de estas cualidades.

Limara con Bebo Valdés durante una presentación de Chico y Rita.
Limara con Bebo Valdés durante una presentación de Chico y Rita.

¿En qué momento de tu trayectoria te encuentras?

Estoy en un momento de reencuentro, llevo más de cinco años completamente desaparecida del medio. Creo que estoy en un buen momento porque tengo un cúmulo de experiencias con las que no contaba hasta donde se quedó mi carrera. Y también tengo muchas fuerzas porque siento que sigue existiendo mucha gente que aún cree que puedo lograrlo y me dan ánimo.

Has trabajado con grandes directores tanto cubanos como foráneos. ¿Cuánto te aportaron?

Me aportaron conocimiento y mucho.

¿Con que directores cubanos aun te gustaría trabajar?

Me gustaría volver a trabajar con Jorge Luis Sánchez, Hugo Reyes, y Daranas que nunca olvide su manera de tratarme en uno de sus castings. Con Fernando Pérez nunca tuve la oportunidad y también tengo mucha curiosidad por trabajar con Pavel Giroud, Carlos Celdrán y Raúl Martin .Pero yo feliz de trabajar con quien me quiera tener en su proyecto y si es en Cuba más.

En una ocasión Marlon Brandon dijo que sentía rencor contra las personas que, cuando conocían a un actor pensaban que estaban ante una celebridad estúpida a la que no le interesaban los temas comunes con el resto de la humanidad. ¿Qué crees del vínculo de un actor con sus semejantes?

Yo pienso que las personas son libres de pensar lo que deseen de los demás hasta que tengan la oportunidad de conocerlas. Creo que el vínculo de un ser humano con otro y con todo lo que les rodea debe ser de cordialidad y respeto. Da igual si es actor, médico, arquitecto o cosmonauta.

¿De qué experiencias y mecanismos te vales para actuar y lograr que no se te encasille y estereotipe como ha sucedido con muchas actrices?

¿Sabes por qué no he hecho muchísimos más personajes? Precisamente por el maldito estereotipo. En la vida hay que saber decir NO aunque eso suponga trabajar de cajera en un supermercado o buscarte la vida estudiando otra cosa que te haga sustentar tu economía, cuando no puedas ejercer tu profesión.

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