Los Jubilados no se retiran de la música cubana

Pedro Gómez degusta su café “ultra” negro, sin pestañar, en los Estudios 18 de la Egrem en La Habana. Ese es un rito que disfruta al máximo. Su memoria, con 85 abriles a cuestas, no descuida ningún detalle de su profesión.

Líder de Los Jubilados desde 2006, un conjunto de Santiago de Cuba que desempolva la música tradicional cubana menos conocida y que se distancia de lo hecho por Buena Vista Social Club, a Gómez se le conoce mejor por su célebre tema Calle Enramadas, dedicado a una esencial arteria de la urbe oriental cubana.

“Quienes piensan en Los Jubilados, se hacen la idea de que somos unos viejitos, con bastón y muy nerviosos”, sonríe Pedro, con cierta picardía.

“Somos mayores de edad. Es cierto. Pasamos de los 50 y los 60 años, pero nos mantenemos con ese swing que tienen ustedes, los más jóvenes, para seguir enfrentando la vida”, asegura Gómez en un serio ejercicio de madurez vivida.

Lo cierto es que el cantante nos hace un recuento de la historia de la agrupación santiaguera, fundada en 1994, y que causó furor en Europa en 2012 y 2013. Todavía el grupo asombra a muchos, como sucedió el 31 de diciembre pasado en Cartagena, Colombia, donde compartieron escenario con los Van Van.

Los Jubilados surgió por motivación de los cantantes Mario Carcassés y Juan Gualberto Ferrer, ya fallecidos, quienes se volvieron a unir luego de haber formado parte del conjunto Cubaneros.

El binomio Carcassés-Ferrer se interesó por difundir ese repertorio casi desconocido de los años 20 y 30 del pasado siglo. El reconocimiento no se hizo esperar, según da cuenta Pedro Gómez, quien se sumó a la tropa hace solo nueve años.

Gómez procede de Gibara, ciudad ubicada al norte de la provincia de Holguín. Ha formado parte de disímiles agrupaciones, entre ellas de la orquesta de Julio Delgado en Guantánamo con la que actuó en la base militar situada en ese territorio. “Teníamos un contrato en 1952 para cantarle allí a los jefes militares. Ocurría cada semana, los jueves, viernes y sábados. Era un buen público, aceptaba nuestra música, les gustaba”, afirma.

En tierras holguineras, Gómez integró una de las agrupaciones más antiguas de Cuba, la Avilés. Relata que estuvo allí en el 1963, con Juanito Márquez. “Después vine a La Habana y trabajé con el difunto Silvano Suárez. En el Hotel Habana Libre fui figura hasta que en el 65 traje a la capital el ritmo pa’ca’, inventado por Juanito Márquez y yo como intérprete. Ambos dimos a conocer varios números que gustaron, como Pituca la bella y Arrímate pa’ ca’”.

El año 1965 fue un éxito para el dueto Gómez-Márquez. Grabaron un LP junto a la orquesta que Márquez creó en la capital. En dos sencillos, cantados por Pedro Gómez, tuvo como coristas a Pacho Alonso e Ibrahim Ferrer, a quienes les unía una sincera amistad. Pedro solo lamenta ahora que no ha podido grabar otras piezas con Juanito. Lo considera un mentor y piensa que todavía hay tiempo para hacer algún proyecto juntos.

Sobre Calle Enramadas, Gómez confiesa los misterios que lo rodearon ese día en que compuso la canción. “Estaba en el portal del Cine Cuba, de Santiago de Cuba. Veía la gente pasar y estaba sin papel para poder expresar aquello. Pedí a un conocido un pedazo de hoja y me dio un estuche de cigarros. Ahí escribí el tema.

“Tiburón Morales lo inmortalizó con Son 14. Es la pieza que me identifica, uno de los números con el que siempre terminamos las actuaciones de Los Jubilados. Tiene mucha alegría y tengo la suerte de que también lo grabara Mayito Rivera”, explica.

Otras obras suyas de impacto las han divulgado Rumbavana y  Ricardito, el de Los Latinos (Calor en Santiago). También su esposa, la cantante Nancy Maura, le ha puesto voz a sus temas. “Ella es una cancionera my conocida en Santiago y en su repertorio hay muchas piezas mías, como Después de las horas. Sabes, me conecté mucho con el Concurso Adolfo Guzmán, compuse obras para diez ediciones. Decían quienes competían: «Por ahí viene Pedro Gómez», en señal de temor y respeto. Mis temas fueron finalistas siempre. En el último, Los jóvenes clásicos del son defendieron Rumba y ajiaco. Ganaron el gran premio de música bailable”.

-Pero, ¿su gran proyecto es Los Jubilados? -le pregunto a Pedro Gómez. “Ah, esos ocho músicos. ¡Claro! Sinceramente cuando me lo propusieron, me gustó mucho. Me formé en la música tradicional y lo que hago hoy es eso y es muy aceptado”.

Los jubilados suenan a música santiaguera. “Sí, como no. La esencia, la bomba, como decimos nosotros, es lo que hace bailar, lo que embulla -o por lo menos hace mover la cintura. He tenido la suerte de interpretar la genuina música tradicional cubana, principalmente en Santiago, ciudad que tiene muchas corrientes y ritmos que nos identifican precisamente por esa cubanía nuestra”.

El séptimo disco de Los Jubilados, que tentativamente tendrá como título La llave del son, se comenzará a grabar en mayo venidero, en los estudios Siboney de la Egrem. Compilará diez o doce temas de autores tan diversos como Lilí Martínez, Arsenio Rodríguez, el bajista del grupo Ricardo Rodríguez Repilado y de Pedro Gómez.

Les esperan también meses con un arduo cronograma internacional. Según nos cuenta Gómez, “hay mucho interés en nosotros fuera de Cuba. En junio estaremos en República Dominicana y después nos iremos a Colombia. Esperamos también una gira por Francia y Suiza en el verano”. Mientras, sus seguidores en la urbe santiaguera aguardan el encuentro semanal con Pedro Gómez y Los Jubilados, en el Patio de los Dos Abuelos y en el Centro Cultural La Claqueta. Allí son monarcas.

DSC_5091

Salir de la versión móvil