Musicalísima, cálida e intensa

Beatriz Márquez (La Habana, 1952) nació para cantar, más de cuatro décadas de rigor profesional así lo demuestran. Una voz de amplio registro, auténtica y melodiosa le acompaña desde la adolescencia y en el DVD Espontáneamente, su primer disco de la era digital, ratifica su plenitud física, enriquecida con esa madurez interpretativa que solo el tiempo proporciona.

El audiovisual, producido por el sello Unicornio, contiene una hora y 15 minutos de canciones arregladas para la ocasión; el making off y una colección de fotos. Exquisita es la calidad de la imagen y del audio, este último a cargo Orestes Águila, ingeniero que vela por “sacarle el jugo” a la moderna tecnología instalada en los estudios No 1 de Abdala, en la capital cubana.

El concierto que disfrutamos tuvo lugar el 28 de mayo del 2010. El reducido espacio de un estudio de grabación acogió, una vez más, a músicos y público para crear un espectáculo íntimo pensado meses atrás. Aquí la Márquez desempolvó temas de su propia autoría (Despídete de todo mi existir), de su padre René (No respondo, En el cielo de mi vida y Espontáneamente) y de Rembert Egües  (Alguien), Juan Almeida (No me grites y Es soledad), Roberto Vergara (Raíces profundas), Pedro Romero (Mariposa), Silvio Rodríguez (Te conozco),  Armando Larrinaga (Como cada mañana), Manuel Corona (Santa Cecilia), Vicente Rojas  (Amor, regresa a tu lugar), Pablo Abraira (Pólvora mojada) y Eddy Gaytán (Separada de ti ahora).

Con Juan Formell hizo dúo en Una noche en Palma de Mallorca y en Este amor que se muere, canción esta última de gran fuerza emotiva compuesta por el creador de Los Van Van quien se revela, una vez más, como todo un sentimental. Este es el clímax del concierto al que contribuye, sin dudas, el solo ejecutado por el joven pianista Jorge Aragón.

Los 17 temas fueron grabados en una sola toma, sin necesidad de arreglos excesivos en la postproducción. Todo esto gracias a que Beatriz es una intérprete “que no pierde nunca la afinación” —así la describió Formell— y a que Aragón; Rodney Barreto (drums); Yandy Martínez (bajo); los dos Raúl, Verdecia y Venegas (guitarras); Esteban Puebla (teclados) y Tomás Ramos (percusión) son músicos excepcionales. En ellos se combinan el empuje de la juventud con la maestría y versatilidad que regala la experiencia.

El concierto también contó con el trompetista Alexander Abreu cuya sonoridad se hace peculiarmente notable en Te conozco; con la cantante Janet Valdés, que hace dúo con Beatriz en Mariposa; y con Luna Manzanares y Jessica Rodríguez, a cargo de los coros.

Algunos de los temas tienen más de tres décadas de existencia, pero los arreglos de José Manuel Ceruto, también director musical, saxofón tenor y flauta, los hacen sonar renovados, contemporáneos.

La música desborda belleza y temperamento. Le acompaña, sin embargo, un sencillo discurso visual que bien habla de los realizadores: Ian Padrón, director, y Luis Najmías Jr., a cargo de la fotografía. A ambos los hemos visto en proyectos anteriores hacer gala de un vasto arsenal de recursos intelectuales para hilvanar un lenguaje  visual propio, pero en este caso asumieron la sencillez de la intérprete para dejarla brillar sin artificios. Ella no los necesita, ni ellos tampoco.

Espontáneamente es, más que el primer disco de la Márquez, una obra para alimentar la nostalgia y disfrutar.

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