Percuterapia en Galicia: sanar con rumba cubana

Cuando Pedro Campos llegó por primera vez a Galicia en 1995 como parte de la agrupación Juego de Manos, no imaginaba que veinte años después su música serviría no sólo para bailar sino para sanar.

“Me di cuenta que con la percusión lograba cambiar mi estado de ánimo, es algo que los músicos hemos hecho siempre pero no somos conscientes del instrumento que tenemos”, cuenta ahora Pedrito desde la ciudad de Pontevedra donde reside.

“Acudí al Dr. Luis Enrique Vidal Palmer, un destacado psiquiatra también cubano, que es quien avala este proyecto desde el punto de vista científico y empezamos a trabajar juntos para dar a conocer esta actividad”, expresa.

Gracias a su iniciativa, la percuterapia ha ido ganando espacios en Galicia, como un método capaz de contribuir al desarrollo personal y a la integración social de las personas con trastornos mentales, necesidades educativas especiales, de la tercera edad o que sufren de estrés.

“Esta herramienta de la percusión es muy útil a personas con un alto nivel de estrés, q un  de los motivos son las cadenas de pensamiento y nosotros logramos romper esa cadena”, explica.

Entre otros beneficios, han podido constatar que la percuterapia mejora significativamente la memoria,  el rendimiento corporal, el equilibrio psicológico y emocional así como la percepción y la motricidad. También han notado una mejoría de las respuestas psicofisiológicas como el  ritmo cardíaco, amplitud respiratoria, tránsito intestinal y el balance metabólico.

rumba_terapia_galicia2

Según expone el Dr. Vidal, varios estudios han demostrado que la música tiene efectos sobre múltiples áreas del cerebro y por lo tanto activa una red muy extensa de funciones. El ritmo influye sobre la regulación de la motricidad, la melodía tiene impacto sobre las emociones y la armonía está relacionada con aspectos cognitivos. Otros elementos  como  la intensidad,  el  tono,  el  tiempo, la altura y  el  timbre  se utilizan también para ayudar a regular estados de ánimo y aspectos fisiológicos del organismo.

“La percusión nos ayuda a cambiar estados emocionales”, corrobora Pedrito. “La verdad es que se crea un ambiente muy divertido y las personas salen relajadas y felices.”

Hoy son muchas las asociaciones, instituciones, organismos y centros educativos gallegos a los que han llegado estos ritmos que mientras sanan, no logran esconder su cubanía.

“Yo soy cubano y eso me sale por los poros”, confiesa Pedro. “Cuando trabajo, no puedo evitar utilizar el son o la rumba, y la gente lo agradece y disfruta. Si además los ayudo a sentirse mejor, eso me hace muy feliz. A fin de cuentas, la música es la medicina del alma”.

rumba_terapia_galicia3

 

Salir de la versión móvil