Recordando al Rey

Hoy 25 de junio se cumplen once años de la muerte de Michael Jackson, cuyo pensamiento social suele quedar ensombrecido por el guante, la lentejuela y su sexualidad.

Michael Jackson en una de sus últimas apariciones en público. Foto: CNN.

Fuertemente arraigado en sus raíces afro-americanas, junto a figuras como James Brown, Smokie Robinson, Marvin Gaye, The Temptations, Diana Ross y Stevie Wonder, Michael Jackson estuvo entre las glorias de la Motown, una empresa discográfica resultante del movimiento de los derechos civiles que en los años 60 puso un sello propio al talento musical de los negros estadounidenses. Más tarde, al empezar su carrera en solitario separándose de los Jackson Five, su genio artístico lo llevó a fusionar géneros como el R&B, el soul, el funk y el rock, lo cual socializó MTV en los años 80, un marcador generacional que expandió todavía más su manera de hacer por todo el orbe.

De adulto, su primer disco fue Off the Wall (1979), producido por Quincy Jones; pero sin dudas el gran salto lo dio con Thriller (1982), album que vendió veinticinco millones de copias en Estados Unidos y una cantidad similar alrededor del mundo, revolucionó la visualidad del pop y ratificó que el video-clip era no solo un formidable instrumento para el mercadeo, sino también una nueva forma de arte, en la que la creatividad no tenía límites. Siguiendo las trazas de los Beatles y los Rolling Stones, su música fue desde entonces una especie de lingua franca: no conoció ni idiomas ni fronteras e hizo de lo nacional lo universal, tal vez como nunca antes había ocurrido en los predios de la música popular.

Lo logró no solo debido a su excepcional calidad como compositor, cantante y bailarín, sino también a un humanismo que lo llevó a proyectarse hacia los sectores sociales más desprotegidos, desde el África hambrienta y esquilmada («We Are the World») hasta los pobladores de las favelas brasileñas («They Don´t Care about Us»):

Tell me what has become of my life

I have a wife and two children who love me

I am the victim of police brutality, now

I’m tired of bein’ the victim of hate

You’re rapin’ me of my pride oh, for God’s sake

I look to heaven to fulfill its prophecy

Set me free.

Michael Jackson - They Don’t Care About Us (Brazil Version) (Official Video)

 En «The Earth Song» incorporó una visión fuertemente crítica del descalabro ambiental y una perspectiva antibelicista a propósito de la guerra civil en Bosnia.

Michael Jackson - Earth Song (Official Video)

Estos datos, que no solían subrayarse mucho en medio de las especulaciones sobre su cambio de look en Bad (1987), su vida sexual o su guante de lentejuelas, explican la presencia de los hijos de Martin Luther King, Jr. en el Staples Center de Los Ángeles, donde fue velado su cadáver hace once años. Como Elvis Presley, Janis Joplin, Jimi Hendrix, Jim Morrison y John Lennon, se fue de manera prematura, se diría predestinado a salvarse de la vejez, ese preámbulo del fin que siempre llega más rápido de lo que uno espera.

El suyo constituye un interesante fenómeno de recepción social, que no se explica única y exclusivamente por la existencia de las industrias culturales y su enorme capacidad de convocatoria. Aceptar ese razonamiento supondría otorgarles un poder omnímodo y de imposición unilateral del gusto, algo virtualmente imposible de no intervenir, como en su caso, el talento y el genio artísticos. Pero sobre todo implicaría validar la idea de que las masas, como categoría sociológico-política, son como una arcilla que carece de discernimiento propio y acepta de manera acrítica todo lo que se les ofrece. Se trata de un problema mucho más complejo de lo que asumen algunos críticos que se oponen a la llamada cultura de masas.

Michael Jackson pagó el precio del estrellato tempranamente con una vida sin infancia y golpeada por su padre, un obrero metalúrgico de Gary, Indiana, que vio en el show bussines la única manera de trascender la pobreza. Quizás por eso no quiso crecer nunca, como otro Peter Pan, y seguir siendo el niño que no le dieron tiempo de ser. Lo dice en una tonada:

Have you seen my childhood?
I’m searching for the world that I come from
‘Cause I’ve been looking around
In the lost and found of my heart
No one understands me
They view it as such strange eccentricities
‘Cause I keep kidding around
Like a child, but pardon me
People say I’m not okay
‘Cause I love such elementary things
It’s been my fate to compensate
For the childhood
I’ve never known.

Michael Jackson - Childhood (Official Video)

Enfrentó en vida dos acusaciones por pedofilia, de las que salió absuelto. Después de muerto, un documental, Leaving Neverland, ha insistido en el tema. Sin una condena judicial, la controversia continúa como un choque de opiniones y puntos de vista; los hay tanto a favor como en contra.

Michael Jackson murió víctima del exceso del Propofol, el único alivio que encontró para una existencia marcada por los estudios, los escenarios, las paradas sobre sus puntas y las caídas que terminaron lesionando su columna vertebral, como nos lo anunció en «Cheater», sin que entonces nos diéramos cuenta del mensaje: “I hurt my backbone, baby / I start to give it up” [Me lastimé la columna vertebral, bebé / Empiezo a renunciar a ella]. Un cuerpo de medio siglo bombardeado por el vitiligo y pletórico de cicatrices.

Michael Jackson Cheater Official Video

La fusión de elementos musicales blancos y negros está en el origen mismo del rock y el pop. El Rey hizo una nueva síntesis de síntesis y le añadió el dominio absoluto de las artes danzarias y coreográficas, aprendidas de paradigmas como Fred Astaire y Gene Kelly, a quienes re-creó desde la cultura del barrio, hasta alcanzar lo más difícil: un estilo innovador, propio y originalísimo.

Quizás aquí radiquen dos de las claves del ídolo al que le dio un paro cardíaco en una costosa mansión de Holmby Hills, Los Ángeles, y murió en un hospital de la ciudad después de haber sido proclamado el Rey y de alcanzar eso que llaman, simplemente, la inmortalidad.

 

 

 

 

 

 

 

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