Ha llovido poco más de una década desde el arbitrario cierre del Patio de María, conocido otrora como la Catedral del Rock cubano.
En septiembre de 2003, no solo asistí al que se presumía el último concierto, sino que, al poco tiempo, firmé, junto a miles de personas, una carta en la que un grupo de cultivadores del rock cubano exigía la reapertura de El Patio, con su creadora, María Gattorno, como directora.
Un año más tarde, en una entrevista que le hice al trovador cubano Silvio Rodríguez me comentó: “en su momento di mi firma para que no lo cerraran. Sigo pensando que es un espacio escogido por ciertos jóvenes y su elección debiera ser respetada. Yo vería algo así como un signo de madurez social”.
Pero, la madurez de los decisores culturales cubanos tuvo que esperar otros 3 años. En 2007, se creó en La Habana la Agencia Cubana de Rock, una idea que se venía cocinando sin respuestas desde antes de 2003.
En mayo último, la directora-fundadora de la Agencia, Max Yuri Ávila, decidió vivir en EE.UU, junto con integrantes de bandas cubanas que estaban en una gira inédita por ese país; para el 11 de junio el liderazgo iba a manos de Blanca Recode.
Recode fue destituida de su cargo el 2 de noviembre último, tras denuncias de corrupción, malos manejos de contratos y de programar a músicos de reguetón, salsa y otras expresiones.
Entonces, los rockeros cubanos clamaron por María, a la finalmente dieron la bienvenida el pasado sábado con un rocketazo de lujo en el Maxim Rock, sala de concierto y sede de la Agencia. Su organizador, Dionisio Arce, líder de Zeus — una banda que nació en El Patio— y con el que OnCuba conversó sobre el presente y futuro del Rock hecho en Cuba.
Han vivido momentos difíciles. Pero, creo, los rockeros cubanos han demostrado que en la unión está la fuerza… ¿Estás de acuerdo?
Claro que lo demostramos. Quedó bien claro que aquí las cosas no son como quieren algunos, sino como queremos todos. Y ya los rockeros cubanos tenemos bien claro quiénes somos todos.
¿Crees que se pueda hablar de un movimiento de Rock en Cuba no solo en lo musical sino social?
Pienso que en Cuba, desde hace algún tiempo, es muy fuerte el derecho que se reservan diferentes manifestaciones artísticas de tener su identidad dentro de la cultura. Este es nuestro momento de cerrar la identidad de un movimiento que lleva más de 3 décadas, de un género que hace mucho tiempo lo tenían amordazado. Es como dejar de tragar en seco para trabajar y lograr los cambios
No queremos cantarle solo al amor y a la paz, sino a lo que vivimos todos los días, a las necesidades y a lo bonito que nos imaginamos y vemos en las películas, en la vida.
Aunque la Agencia Cubana de Rock no es nueva, ¿crees que comienza una nueva etapa?
Son casi 8 años de funcionamiento. Pero sí es nueva ahora. A partir de este momento, se van a consolidar una serie de conceptos, de actitudes, de legados que llevan más de 3 décadas tratando de integrarse de alguna manera al sistema social en que vivimos.
Con la entrada de María Gattorno a la Agencia, les estamos diciendo a muchas personas que nunca han creído en la existencia de un Rock nacional, muy oriundo de esta isla, que sí existe y contiene todos los ingredientes.
Todo esto sucede en un momento en que bandas con cierta historia han decidido emigrar a Estados Unidos…
Las bandas legendarias no han emigrado. Las que lo han hecho, son agrupaciones que han tenido protagonismo, más corto dentro de lo que es la historia del rock and roll en Cuba. Las legendarias están aún vigentes.
Bandas, amigos, críticos respondieron a un post mío en Facebook sobre este concierto de bienvenida a María, con su apoyo incondicional a ustedes ¿Qué opinas?
Me atrevo a decirte que las bandas cubanas, dentro y fuera de Cuba, están de acuerdo en una cosa: no nos vamos a dedicar a hacer canciones por hacer canciones.
Queremos influir en la sociedad y dejar bien claro, algo por lo que siempre hemos luchado: nuestro legado. Queremos romper el diptongo de todo lo que hemos vivido, lo que hemos sufrido y todos los tabúes a los que nos hemos enfrentado. Este es el año de romper todas las restricciones socialmente impuestas.
Hay una vocación humanista en el movimiento rockero mundial que ustedes respetan. Pienso en que esta serie de conciertos, con los que inician lo llamas “la nueva era”, irán destinados a los niños que padecen cáncer. ¿Por qué?
Es una necesidad. Todo ciudadano de este mundo debe tener bien claro este principio. Estamos haciendo lo que nos inculcaron de niños.
En el caso de Zeus, que es una banda nacida y crecida en el Patio de María, y en este sitio es la única institución que hace más de 10 o 15 años hizo un programa para apoyar la prevención del virus de la inmunodeficiencia humana y el apoyo a las personas con sida.
Por eso, hemos estado siempre dispuestos a apoyar cualquier iniciativa que sea por el bien de las personas. Eso lo aprendimos de María, a la que agradecemos eternamente por tanta sensibilidad, por tanta comprensión con los problemas de la juventud. Ella siempre ha estado ocupándose de los problemas sociales en torno a la gente joven.
Antes se decía que ser rockero era ser diversionista ideológico. Ahora, tendrán que buscar otros argumentos porque todos estamos nutridos y formados o, simplemente, dejarnos expresar y punto.
Fotos: Nacho Vázquez
