Soprano Bárbara Llanes en París

La intérprete Bárbara Llanes, considerada por la crítica especializada la mejor soprano cubana de las últimas décadas, se presentará hoy en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y el Deporte, Unesco, en París, Francia.

Días atras Llanes ofreció dos conciertos en el Centro de las Artes Enghien-les-Bains, de la capital francesa. Allí estuvo acompañada por el pianista Rolando Luna. Tras la reacción del público asistente, durante  la última de estas presentaciones que llevan por título “Clásicos Cubanos”, ambos artístas debieron repetir la “Salida de Cecilia Valdés”, de la zarzuela compuesta por Gonzalo Roig.

Solista del Centro Nacional de Música de Concierto, adjunto a la Filarmónica Nacional de Cuba, y profesora de Canto en el Instituto Superior de Arte, OnCuba conversó con la destacada intérprete, momentos antes de marchar a Francia, para conocer detalles de su presentación en la ciudad europea, así como su valoración sobre  el estado actual del movimiento lírico cubano.

¿Con quienes actuarás en la sede de la Unesco?

Será otro elenco, me acompañarán la pianista Marta Lahens, el clarinetista Lester Chio y se nos une Ahmed Dickenson quien con mucho entusiasmo se va a trasladar hasta Paris para estar en ese concierto.

Haremos un repertorio más internacional aunque no faltarán canciones cubanas;  en el programa incluimos Bachianas brasileiras, la número cinco de Heitor Villa Lobos, a compositores europeos, como Franz Schubert y Wolfgang Amadeus Mozart para hacer música de cámara con clarinete y con piano. Concebimos también obras con piano solo, con clarinete solo, porque es un concierto compartido con amigos cubanos y eso me da mucho gusto, encontrarme con cubanos que realizan una labor inmensa en esos países.

Lester Chío es clarinetista de la orquesta de la Ópera de Rouen, en Francia, y Ahmed Dickenson tiene una carrera muy loable, en Londres tiene una disquera y da clases en la universidad de guitarra, es decir que son jóvenes con una carrera muy importante en Europa y nos reuniremos con mucho placer.

¿En tu visita a Paris grabarás un disco, será en vivo o en estudio?

El disco saldrá de la grabación de las dos presentaciones en vivo en el Centro de las Artes Enghien-les-Bains.

¿Cómo nace la idea de Clásicos Cubanos?

La idea es de Dominique Roland y Carmen Mayans que me escucharon cantar en La Habana y les gustó mucho.

En aquel momento interpretábamos la maestra Alicia Perea y yo canciones de Gisela Hernández, que son más contemporáneas, pero ellos decidieron que para esta oportunidad escogiéramos a Ernesto Lecuona, Sánchez de Fuentes, Sindo Garay, Eliseo Grenet, Guillermo Tomás, un repertorio más tradicional y quizá se enriquezca después con canciones más actuales.

La idea de ellos fue que interpretara canciones del romanticismo cubano de finales del siglo diecinueve y principios del veinte, yo diría que son más bien post románticas porque la música es algo así como bastante tradicional o cercana al periodo romántico.

¿Pero no es la música que tú interpretas habitualmente?

Es cierto, aunque yo canto mucha música cubana en mis conciertos.

Hay obras que preparé especialmente para esta ocasión.  Por primera vez canté Yambambó, -poema de Nicolás Guillén con música de Emilio Grenet- al igual que Yo sé de un beso, una canción que siempre me ha gustado, de una bellísima melodía y un texto precioso y se dio la oportunidad ahora.  La habanera Tú, de Sánchez de Fuente,  tampoco la hago mucho.

Hay algunos temas que no interpreto con frecuencia pero hay otras que constantemente las estoy cantando en cualquier lugar, en vivo o en grabación  y otras que ya grabé con Frank Fernández en el disco  “Amor y dolor”, Premio Cubadisco, y que el público me solicita en cualquier presentación.

Los temas escogidos ahora le gustan a cualquier auditorio, es increíble.

¿Cómo nació el empaste con el pianista Rolando Luna?

Siempre pensé en Rolando Luna. Cuando el disco “Amor y dolor” todas las versiones son de Frank Fernández porque como es música cubana muy cercana a la popular algunas de esas canciones son de la trova tradicional y no están escritas en partituras, como por ejemplo Perla Marina, La rosa roja. Frank Fernández le hizo todos los arreglos y me quedé con la fe de que siempre que interpretara ese repertorio tuviese un pianista de la talla del maestro Frank, que toca el piano espectacularmente bien  y al mismo tiempo es un gran compositor  y hace arreglos tan lindos.

Tenía que pensar en Rolando Luna, un joven que ha tenido una carrera ascendente, gloriosa, espectacular, que es jazzista y un gran pianista de la música tradicional cubana, y compositor; todo  lo que yo necesitaba para que hiciera entonces, las versiones de estas piezas y trabajar para otras giras porque tengo la ilusión de continuar en este dueto con Rolando.

¿En la única presentación en La Habana hubo una empatía, un halo mágico entre Luna y tú?

De verdad, me alegro que lo hayan percibido.  Tenemos mucha comunicación, me gusta mucho la música que él hace y por eso me siento muy feliz,  muy cómoda.  Estoy convencida que después de una gira o varios trabajos vamos hacer crecer más esta comunicación, esta empatía, vamos a crear mucho más, aún falta un camino por recorrer.

¿La cantante y profesora cómo evalúa al movimiento lirico en Cuba, por cuál  estado transita?

¿Un movimiento lírico? Eso no existe, desgraciadamente no, para que haya un movimiento tiene que moverse, y este no se mueve para nada, más bien, lo que tenemos es un estatismo lírico.

Se hacen muchos esfuerzos pero  los esfuerzos no tienen un solo objetivo, cada persona, cada grupo que son como de dos, no poseen una directriz, una meta a seguir, un final, todo está muy fracturado, fraccionado y así no hay movimiento, si todo se mueve caóticamente no hay rotación.

También hace falta un apoyo importante y no hablo de dinero que es fundamental  para las producciones artísticas y vital en todas las esferas, desde la medicina hasta la astronáutica, y  la ayuda que se necesita es institucional, que se dé un valor, que la calidad sea la que prime, y no la indisciplina, cada cual haciendo lo que desea y lo que puede.  Tiene que ser una dirección guiada por una institución de la música o mejor aún ministerial.

Son muchos detalles, una es la preparación técnica-profesional, que es importantísima y tampoco se ha logrado, si a la preparación técnica-profesional le adicionas la ética, la ética artística que está ausente aquí y  te encuentras una competencia infundada, y esa competencia no es la que buscamos ni necesitamos.

Eso pasa también porque la formación de cantantes es un poco difícil, somos pocos los que enseñamos  y el resultado es bastante pobre, no en la calidad sino en la cantidad.  Le das clase a una sola persona y ese muchacho, si tiene a bien progresar y es talentoso muchas veces se va buscando otros caminos porque cuesta mucho trabajo hacer una carrera desde aquí, entonces, unos porque logran encausarse y se quieren ir y, otros que no logran nada.

Es así, cuesta mucho trabajo formar profesionales buenos, los buenos tienen otras ilusiones, otras esperanzas que a veces lo logran y otras veces no logran nada, porque si supieran cuan inseguro es ir a buscar nuevos caminos;  en vez de echar raíces en un lugar que lo está necesitando y sería mejor para ellos y para nosotros.

Foto tomada de Girón   

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