Tanya: “Nunca quise irme de Cuba”

Foto: Claudio Pelaez Sordo

Foto: Claudio Pelaez Sordo

Parece que no ha pasado el tiempo cuando se escucha su voz aún afinada o los acordes casi idénticos a los de esa época inicial en que soñaba con hacer vibrar escenarios. Se desdobla con la misma facilidad y parece burlarse, entre otras cosas, de lustros alejados de los aplausos y la euforia ensordecedora.

Luce casi un delirio verla una vez más caminando por las calles de La Habana. Para muchos, fue una voz que marcó una época en el rock cubano, más allá de prejuicios musicales; pero por razones ajenas a la propia cantante, dejó de hacerse sentir.

No es una escena surrealista: después de dos décadas fuera de Cuba, Tanya volvió hace un año y medio con deseos de reconquistar al público cubano y hacerle saber que dejó de estar “acorralada” para entonar, una vez más, Ese hombre está loco.

¿Por qué esperaste tanto tiempo para volver a Cuba?

En realidad yo no estaba esperando volver. Esa posibilidad nunca me pasó por la cabeza durante todos los años que estuve fuera de mi país. Verdaderamente estaba viviendo y sobreviviendo en el exterior, y no me detenía a pensar en la idea del regreso. Honestamente, creía que ya no sucedería.

Cuando salí de aquí en 1993 sentí una sensación extraña, como si mi vida acababa y tenía que comenzar una nueva. Me fui con esa idea fija y nunca le hallé lógica al hecho de retornar convertida en una turista. Eso me daba dolor. Había dejado mucho acá: parte de mi vida, mis amigos, mi música…

Venir de paseo me resultaba irónico. No puedo ser de los que se van y regresan simplemente a pasear. Sin embargo, aquí se quedaron mis padres, quienes con el tiempo fueron a verme al extranjero. Y mucho menos pensé en la posibilidad de volver a cantar en Cuba.

¿Cómo surgió esa idea?

Hubo personas que llevaban tiempo tratando de convencerme para que viniera a cantar. Por ejemplo, Orlando Cruzata me instó hace unos años a hacer algo para el Proyecto Lucas. De hecho, yo filmé una pequeña entrevista en Estados Unidos y él la proyectó aquí en el 2011 con el tema Ese hombre está loco.

Osamu también solía ir a Estados Unidos y en ocasiones me llamaba para que compartiera con su grupo. Ellos me convidaron a volver a Cuba, y finalmente accedí a venir. ¡Tuve que sacar, incluso, un pasaporte nuevo! No obstante, cuando faltaban dos semanas para el viaje lo pensé más seriamente y dije que no vendría.

¿Por qué?

Porque sólo percibía aquella cosa de que podría venir a Cuba, cantar, pero no notaba ningún cambio real. Después, a mediados del 2013, me llegó cierto rumor de que los cantantes que vivíamos en el exterior podíamos ser radiados nuevamente aquí. Entonces comencé a intercambiar correos electrónicos con algunas amistades que me motivaron a volver y cantar.

Y vienes casi a finales del 2013.

Regresé en noviembre del 2013, ¡después de 20 años! Y canté con David Blanco el tema Hey Jude. Nadie creía que era yo la que cantaba. Compartí escenarios con Osamu y otros artistas. Yori Gómez ya había cantado con anterioridad temas míos como Ese hombre está loco y El desierto y el mar. Milada Milet había montado también Acorralada desde hacía un tiempo.

En ese primer viaje grabé, además, un tema mío con Cristian Alejandro, que se llama Hijos del Infierno. Se trata de un rock un poco raro. Grabé Sueños de Ángeles, con David Blanco, y me hubiera gustado haber hecho un video con esa canción. No obstante, creo que se va a emplear en una telenovela.

¿Por qué te habías ido de Cuba?

Porque no aguantaba más: me sentía “acorralada”. Mi vida fue un problema desde que empecé a cantar en Arte Vivo. Para algunos éramos unos antisociales o atraíamos elementos antisociales porque hacíamos rock and roll. Finalmente se mandó a desintegrar el grupo.

Sin embargo, seguí luchando y logré conformar Monte de Espuma. En aquella época yo era muy inmadura y hacía cosas “fresitas”. La música que cantaba eran temas míos, arreglados por mí. Muchos hablan de la Tanya cantante, sin tener en cuenta la Tanya arreglista y compositora.

Las dificultades que se me presentaron cuando salió el tema Ese hombre está loco fueron como una estaca clavada en el cuerpo. ¡Eran tantos los problemas! A muchas agrupaciones y cantantes les daban cosas para ayudarlos, como a Kiki Corona o a Albita Rodríguez. A mí me ponían a pasar trabajo.

Me costó mucho sacrificio lograr una plantilla para crear un grupo. Yo era la oveja negra de la música cubana. Mi rock no se parecía, por ejemplo, al de Síntesis, el cual tenía un toque más afrocubano y lo valoraban más.

Muchos decían que yo parecía una artista americana. Y eso era muy mal visto por algunos funcionarios del Ministerio de Cultura. Era demasiado desgaste para querer hacer cosas por tu gente.

Aquellos fueron años de mucho extremismo. Sin embargo, en Arte Vivo yo cantaba en español, no en inglés, y empleábamos un rock sinfónico. Solían escucharnos muchachos peludos, frikis, que cuando empezaban a mover las cabezas se buscaban un problema serio con la policía. ¿Tú concibes eso? En una época se trató de imponer el criterio de que el pelo largo chocaba con la ideología del país (¡!).

En nuestras canciones había poesía: eran temas de amor, no abordábamos cuestiones políticas. Pero el problema era el ritmo.

Por otra parte, los sucesos con los festivales OTI de la canción fueron tremendos. En 1991 tuvo lugar el gran escándalo con el tema Acorralada y agradezco a aquellos que lucharon por mí. En 1992 no me dejaron competir y en 1993 me permitieron participar con la canción del año anterior. Finalmente me dieron el segundo lugar. Eso fue un martillazo muy fuerte. ¡No pude más!

Yo nunca quise irme de Cuba ni quedarme en ningún lugar. Este era mi país y me gustaba vivir aquí; pero no reconocían mi trabajo y decidí marcharme.

Foto: Claudio Pelaez Sordo
Foto: Claudio Pelaez Sordo

¿Cómo fue comenzar una nueva vida fuera de Cuba?

Me desconecté un poco de lo que había sido mi vida hasta entonces. En el extranjero trabajé en muchas cosas: en lo que encontraba, en lo que podía. No canté en largo tiempo. Seguí escribiendo y arreglando música porque no logré sacarme al artista de adentro. Hice algunas apariciones en varios lugares, pero fundamentalmente me dediqué a vivir la vida de un ser humano normal. Y en el plano personal tuve una pareja con la cual duré 12 años.

Sin embargo, en el 2008 salió tu disco En este pueblo.

Sí, porque me presentaron como cantante en Puerto Rico y de ahí salió el disco. La acogida fue genial, pero a mitad de camino se acabó el dinero. Lanzar a un artista es cuestión de dinero, entre otras cosas.

¿Fue difícil el reencuentro con La Habana después de dos décadas de ausencia?

Definitivamente sí. El reencuentro con Cuba fue muy violento. La Habana no es la misma que dejé: está más sufrida. Uno se pone viejo, pero al menos el cemento se puede arreglar. Yo no podía creer que estuviera nuevamente en mi ciudad, caminando por sus calles, presentándome en lugares… La gente lloraba y me sacaban las lágrimas.

Pero lo peor fue cuando regresé a Estados Unidos. Estuve una semana llorando, con una gran depresión. En ese primer viaje planteé al Instituto de la Música y al Ministerio de Cultura que me gustaría presentarme aquí como artista. Aceptaron, comenzó cierta burocracia, y regresé un año después.

A finales de 2014.

Así es. Y en esa ocasión ofrecí un concierto yo sola, con pocas personas, en El Sauce. Recuerdo que Fernando Rojas tuvo que autorizarlo porque alguien había planteado que no podía hacerlo. Esa presentación fue underground: la gente se enteró por papelitos en la calle, quizás alguna emisora se atrevió a promoverlo…

Después de eso algunos me empezaron a radiar, pero hubo a quienes les llamaron la atención por eso. Parece que no había mucha claridad sobre si yo podía ser proyectada nuevamente en los medios nacionales. También me presenté en el teatro Mella, estuve en un concierto con David Blanco en el Karl Marx. En fin, hice varias cosas.

Y has estado regresando con regularidad.

Desde noviembre del 2014 he estado viniendo casi todos los meses. Eso me ha permitido asistir al programa de televisión Cuerda Viva y participar en su gala. Quiero darme a conocer otra vez, pero eso es con calma. Afortunadamente todo está volviendo a la normalidad. Oficialmente tengo un carné de identidad. Soy ciudadana de este país. No está prohibido ponerme en la radio. Ya estoy permitida y me alegro mucho por eso.

Foto: Sundred Suzarte
Foto: Sundred Suzarte

También participaste en una gala durante la última Jornada Cubana contra la Homofobia. ¿Cómo fue esa experiencia?

Muy buena. Me invitaron a cantar y me parece bien que las cosas estén cambiando en ese sentido. El tema homosexual siempre fue un poco tabú. Hubo mucha discriminación y ahora hay cierto apoyo para proteger los derechos de los gays y las lesbianas. A mí me encanta defender causas en las que creo. Yo puedo dar la cara: los homosexuales son mi público.

¿Cómo te sientes ahora redescubriendo en tu país a la Tanya que habías dejado atrás?

Esto ha sido como un renacer del pasado. Mucha gente me ve y dice que estoy como antes. Entonces se despierta aquello que tenía dormido. Pero yo pienso que ahora estoy en un mejor momento porque tengo más experiencia y he madurado la música.

¿Qué crees de la música que se está haciendo actualmente en Cuba?

Ahora noto un gran número de músicos que interpretan una diversidad muy amplia de estilos. Estoy impresionada y un poco confundida. ¡Pero eso está muy bien!

Veo a la gente muy actualizada y con mucha información musical. Me he dado cuenta de que proyectan cantidad de videos por la televisión. ¡Antes no se veía eso! Yo tenía que conformarme con los espacios semanales de Colorama u Órbita Uno.

¿Planes actuales en Cuba?

Estoy en plena fase de promoción: quiero hacerme notar en los medios, lograr un disco, un video clip…Me estoy abriendo a las oportunidades. Eventualmente quisiera hacer cine y música para cine. Creo que podría actuar. Eso sería una experiencia muy bonita para mí. Pero todo está por verse. Por lo pronto estoy trabajando para que la gente sepa que estoy acá y pueden escucharme otra vez.

Foto: Claudio Pelaez Sordo
Foto: Claudio Pelaez Sordo
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