Toda la vida en una noche de septiembre

Pancho Céspedes en La Habana

Pancho Céspedes en La Habana / Foto: Roberto Ruiz.

Nostalgia, encuentro y mucha, pero mucha emoción, son las expresiones que se dibujan en el rostro de Francisco Céspedes cuando habla de su actuación del venidero 27 de septiembre, en el teatro Karl Marx, como parte del VI Festival Leo Brouwer de Música de Cámara.

Estremecido por esa sensibilidad mostrada por el público cubano con su obra, el cantautor ha titulado este concierto en La Habana como Donde está la vida, momento en el que ofrecerá un recuento de su carrera. Tendrá como invitado especial a Pablo Milanés y se hará acompañar de sus músicos, también nacidos en esta tierra, aunque aclara que su guitarrista es un argentino que toca muy bien los acordes de nuestra sonoridad.

“Han pasado 24 años. Realmente en Cuba no hice carrera antes, pero que sea ahora, de la mano de Leo Brouwer y en el teatro Karl Marx, después de varias dificultades que hubo para mis presentaciones acá, lo único que voy a decir es que soy uno de los hombres más afortunados que hay en la Tierra. Imagino que hoy, hombres más felices que yo, solo son quienes hayan sido padres y les haya nacido un hijo en estos días. Esas son las personas más felices que yo”, dice Céspedes y se le colorea el rostro, mientras observo su figura, más delgada que las que se aprecian en esas grabaciones audiovisuales, difundidas de mano en mano entre los cubanos.

El artista espera encontrarse con ese “público nuevo que también me descubrió, vamos a decirlo así, hablando “cristobalcolonsísticamente”, cuando estaba haciendo mi carrera en el extranjero con aquel disco, Vida loca. Es un público que desde niño –ahora ya adolescente y adulto-, va a estar conmigo y siempre le ha demostrado mucho cariño a mi música. Es maravilloso cuando tú quieres cantar y la gente quiere oírte”.

En esa mañana en que contestó a las preguntas de los periodistas cubanos, le comento acerca de Vida loca, ese fonograma tan popular aquí. “Aquí y allá”, me rectifica Pancho.

“Sí que lo fue, a pesar de que no tuvo circulación por nuestras discográficas”, le acoto. Céspedes, con una sonrisa y ante la obviedad de mi afirmación, solo señala: “Estaba muy bueno”.

¿Tiene referencias de la percepción de sus seguidores de aquí, sin haber pisado nuestros escenarios durante tantos años?

Te lo voy a hacer en una anécdota: Juan Formell un día me dijo por teléfono: ‘Pancho, vas a tener que venir para acá a defender el disco este, porque como las personas saben que soy amigo tuyo, nada más me preguntan: ‘Oye y Pancho, ¿cuándo fue que se fue?, ¿cuándo hizo esta o más cual canción? Ven pa’ acá, para que expliques eso’.

Formell fue quien me avisó de que ese disco fue un fenómeno muy grande aquí. Él me dijo de lo que estaba sucediendo en Cuba con mis canciones y, a partir de ahí, traté de venir a explicarlo.

¿No le molesta que otros cantantes defiendan sus composiciones? Pienso quizá en aquel éxito que tuvo el mexicano Luis Miguel con Pensar en ti.

¿Molestado? Al contrario, es una bendición que alguien que yo quiera, defienda la canción con amor y la cante. Que alguien se preocupe por cantar uno de los temas que yo hice alguna vez y que ya no son míos -porque al comenzar a interesar a otros, dejan de ser de uno-, pues para mí es un halago. Soy una persona privilegiada por eso.

El autor de Señora y Todo es un misterio confiesa que cuando duerme tiene cerca una guitarra, papeles y una pluma. Todos elementos imprescindibles para su labor como compositor. “Soy un hombre divorciado desde hace 12 años. Ello no quiere decir que no me hayan visitado libélulas en alguna madrugada en estos 58 años que tengo. Yo duermo y al lado mío permanece mi guitarra, unos papeles y una pluma.

“Siempre estoy componiendo, haciendo canciones nuevas, algunas se van a la basura últimamente, afortunadamente o desgraciadamente. No se sabe, con el prejuicio y el temor que uno le va cogiendo a la palabra, uno piensa que a veces no es la adecuada. Otras veces hay que halagarla, como esa canción que hizo Pablo Milanés y que se llama Dicen. Él me dijo: “Esta canción es una maravilla porque tú dices: ‘yo te quiero’ o ‘te amo’, y ya uno agita mucho el verbo, pero la frescura hace falta”.

Tiene nueve discos hechos después de Vida loca, ¿sintetizará toda una existencia musical en ese gran concierto en el Karl Marx?

Sí. Es muy difícil. Estamos haciendo el repertorio de ese concierto con Juan Pin Vilar, que es la persona que he designado como mi delegado aquí en Cuba. A veces nos ha resultado muy difícil y decimos: ‘Bueno, ya ese tema lo sacamos, no lo volvamos a incluir. Porque de verdad que tengo 10 fonogramas hechos en mi carrera y algunos temas han sido populares, y hay también otras canciones que quiero cantar aquí en Cuba’. Porque tengo que cantarle a Bola de Nieve aquí. Es algo religioso.

El Festival Leo Brouwer le ha abierto una puerta a la Isla.

La puerta. Todas las puertas y las ventanas.

¿Eso quiere decir que existiría la posibilidad de contar con presentaciones sistemáticas suyas en la Isla? ¿Grabaciones quizás?

He estado esperando toda la vida este momento. Ya decía una vez que con Pablo Milanés hicimos una trampa. Me dejó en un concierto suyo que hiciera un recital y él solo cantó dos canciones. Y yo pensé: ‘Va a ser ahora’.

Te lo pongo así, en blanco y negro, que a mí lo que más me gusta en la vida es cantar y si va a ser en Cuba, donde he esperado tanto tiempo para actuar, imagínate tú que tendría que tener la medida y la inteligencia pa’ aguantar y para que la gente no se aburra de mí. Porque con las ganas que tengo, por los 24 años que no he podido cantar acá, es para que la gente se aburra de mí. Te lo digo así.

Aún con compromisos de trabajo en estas primeras semanas de septiembre, Pancho Céspedes revela que regresará a La Habana con antelación a su presentación en el teatro Karl Marx. “En estos momentos estoy de gira y ya Leo (Brouwer) me había avisado de la conferencia del festival. Me voy y regreso, a lo mejor desde el 20 de septiembre. Ya he dicho a mi oficina que me bloqueara desde esa fecha para ir perdiendo los nervios, porque estoy muy nervioso desde la noticia. Es una oportunidad para aprovechar y hacer arte acá”.

Salir de la versión móvil