Un premio a la preocupación por los más pobres

Silvio en la entrega del Premio por el servicio a la nación Monseñor Carlos Manuel de Céspedes. Foto: José Jasán Nieves

Silvio en la entrega del Premio por el servicio a la nación Monseñor Carlos Manuel de Céspedes. Foto: José Jasán Nieves

Impactantes situaciones de pobreza y marginalidad a lo largo de todo el país, mezcladas con la más pura sensibilidad por el arte, han sido  “descubiertas” a lo largo de los últimos cinco años en el trayecto de la Gira por los Barrios, de Silvio Rodríguez.

Esa vocación por tender puentes hacia los más vulnerables mereció el Premio por el servicio a la nación Monseñor Carlos Manuel de Céspedes, entregado este miércoles 29 de julio por el proyecto Cuba Posible al cantautor y su equipo de los estudios Ojalá.

“La gira la hicimos en un momento en que a mí me pareció muy importante, porque fue a partir de ciertas definiciones de nuestro país desde el punto de vista económico: había un sector amplísimo del que el Estado se iba a desprender, porque está buscando eficiencia, y a nosotros nos preocupó esa situación de tantas cientos de miles de personas. Por eso empezamos a hacer este trabajo, y como nada pinta que esto va a cambiar, sino que se va a profundizar, le pusimos Interminable a la Gira”; explicó Silvio a la prensa invitada al encuentro.

“Muchas gracias, vamos a seguir”, le aseguró Rodríguez a los intelectuales Aurelio Alonso, Rita María García, Julio César Guanche, Lenier González y otros miembros de Cuba Posible, que llegaron con el galardón hasta la sede de Ojalá, en la barriada de Miramar.

Inquirido sobre la posibilidad de recibir críticas por recibir un premio de una organización sin reconocimiento oficial del Estado cubano, Silvio respondió de manera categórica: “Yo no he cuestionado nada. Para mi es natural que esto suceda, para mi es natural que la sociedad evolucione y para mi es natural seguir trabajando”.

“Yo estoy haciendo lo mismo que hacía antes del inicio de la gira. Lo único que puede hacer que variemos esta dirección es que nos ausentemos por causas ajenas a nuestra voluntad”, reafirmó.

Víctor Casaus, Silvio Rodríguez y Aurelio Alonso. Foto: José Jasán Nieves
Víctor Casaus, Silvio Rodríguez y Aurelio Alonso. Foto: José Jasán Nieves

Según las palabras de uno de los coordinadores del proyecto, Roberto Veiga, Cuba Posible es un laboratorio de ideas que procura contribuir al análisis y al debate sobre las temáticas medulares de la vida nacional.

“Pretendemos acompañar el actual proceso de cambios de los imaginarios y las dinámicas sociales, así como la incipiente reforma de nuestro entramado institucional”, aseguró la declaración, en la que se manifestó además el deseo de apoyar “de manera responsable” la liberación de las potencialidades creativas de los ciudadanos cubanos. “En este empeño presentamos los anhelos y las esperanzas de los sectores que de alguna manera se consideran diferentes y aspiran a reforzar las circunstancias que puedan equipararnos socialmente…Solo tienen y tendrán cabida en Cuba Posible aquellas ideas y posiciones que respetan la diversidad pero a la vez defienden radicalmente la igualdad”, apuntó el mensaje.

Para los miembros del proyecto la obra de Ojalá por los barrios resulta un aporte medular y sensible para colocar los ideales de justicia e igualdad en el centro del pensamiento de los cubanos.

“Una de las cosas que menos se mencionan es la calidad de los artistas que hemos llevado a los barrios”, insistió Silvio en sus declaraciones. “Yo les pedí a los autores de la película sobre los primeros dos años de la Gira, que la segunda entrega fuera un musical. Ya mostramos en la primera entrega a dónde vamos a cantar, ahora en la segunda quiero mostrar lo que hemos llevado. Porque ahí se rompe un mito muy grande, y es que la gente sencilla, de los barrios marginales, no disfruta todas las gamas de la cultura. Eso es falso…lo que tú no conoces no lo puedes disfrutar. Hemos visto llorando, embelesados, (a mucha gente) lo mismo ante Los Papines que ante Frank Fernández”, argumentó.

Para el trovador, esta gira es otra forma de expresión de sus preocupaciones sociales, como lo fue pocos años atrás la Gira por las prisiones, lugares donde están personas que piensan que el mundo los ha olvidado. “Esa gente que vive en los barrios marginales, y a veces marginados, les pasa lo mismo: son personas que si nacen y crecen en medio de esas contradicciones y lamentables condiciones, pueden llegar a pensar en una especie de fatalismo, que la vida les es completamente negativa. Yo creo que parte de la misión del artista es la de asistir, tender lo que uno tenga que dar, y llevárselo a todas las personas, estén en las condiciones que estén”, afirmó.

Canción de barrio (Documental)

Salir de la versión móvil