Renovando el animado cubano actual

Ernesto Piña es uno de los jóvenes realizadores de animados cubanos que más rápido ha logrado atrapar la atención del público y de la crítica especializada en los últimos tiempos. El propietario (2007), la serie televisiva Pubertad (2008-2009-2010) y Wajiros (2011) son solo algunas de las producciones que se destacan en su obra. Desde que se graduó hace cinco años en la especialidad de pintura de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad de las Artes, ISA, trabaja en los Estudios de Animación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).

A pesar de su joven carrera profesional, ha sido merecedor de una centena de premios en importantes evento cinematográficos. La Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica seleccionó a El propietario entre los mejores animados del año 2007. También ha obtenido lauros en disímiles ediciones de la Muestra Joven ICAIC y recientemente recibió una beca de creación otorgada por el Vancouver Films School en el Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara.

¿Cómo llegaste a los Estudios de Animación?

Esther Hirzel, la directora de los Estudios, me lo propuso al terminar la carrera en el ISA. Ella conocía algunas cosas que yo había hecho en mi etapa de estudiante.

¿Cuáles son tus principales influencias desde el punto de vista estético?

Hay de todo. Tengo tanto de los animados rusos como de los japoneses. Y por supuesto, de los cubanos. 


Eres guionista, diseñador y director de la mayoría de tus cortometrajes ¿Cómo los concibes?

Pienso en una historia que pueda ser simpática y exprese algo. Luego trato de que funcione lo visual con lo que quiero contar.

En tus realizaciones podemos evidenciar diferentes estéticas…

Me gusta mucho la variedad. Los artistas deben estar en constante renovación.  Siempre trato de experimentar en formas y estilos. Creo que si un creador se casa con una misma forma de hacer, más temprano que tarde se agota.

¿Cuáles son tus más recientes proyectos?

Estoy terminando un cortometraje que se llama La visita del moscón. La historia está fundamentada en la leyenda que dice que cuando el insecto frota las patas delanteras es porque anuncia visita. Este moscón tiene una energía en particular que deberá desarrollar.

La idea original y el guión son míos. Los personajes fueron diseñados con la ayuda de Jorge Pentón, dibujante de los Estudios de Animación. El animado está recreado sobre la base de jerigonzas, efectos de sonido y música. No hay diálogos. El corto debe estar terminado para el mes de julio.

¿Y cuándo disfrutaremos del primer largometraje de Ernesto Piña?

Pronto. Muy pronto. Hasta ahora tengo pensado llamarlo Proyecto anticiclón. Tenemos involucrados a la gente en Bulgaria. Estamos buscando colaboradores a través de Internet para poder reunir los fondos necesarios. El trasfondo es la energía alternativa y la relación entre Cuba y Bulgaria que quieren unirse para hacer un proyecto. Sería una mezcla de espionaje con humor. El guionista es Felipe Espinet, guionista del filme Habanastation. Quiero que tenga una visualidad más pretensiosa, una puesta en escena más dinámica. Sería una fusión de animación 2D con 3D.

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