Susana Pérez volverá a actuar en Cuba

Foto tomada de su cuenta en Facebook

Foto tomada de su cuenta en Facebook

Aunque vive en Miami desde 2007, Susana Pérez sigue en Cuba, presente en el recuerdo de quienes la vieron actuar y de sus compañeros en la televisión, el teatro y el cine. En la repartición de los dones, la eterna Charito de Sol de Batey, tuvo un regalo doble: el talento de gran actriz y un rostro muy bello que el tiempo no borra. En este diálogo con OnCuba conocimos que en octubre próximo volverá a actuar en la Isla. Este regreso a la escena cubana nos sirvió como pretexto para conversar con esta versátil artista.

Hablemos de sus inicios. ¿Quién descubre primero a quién, usted a la actuación o viceversa?

Imagínate hablar de mis inicios después de cuarenta y cuatro años de trabajo es casi como viajar al paleolítico, pero intentaremos hacerlo. Te diré que siempre soñé con ser actriz, aunque no fui una niña de actuaciones en escuelas ni nada de eso, porque era, y aún soy, muy tímida, aunque ya nadie me lo crea. Actuaba a escondidas, frente al espejo, en fin… cosas que posiblemente todos los niños hagan, pero que yo sentía que le ponía mucho sentimiento. Así se fue desarrollando mi vida normal y pensé estudiar Medicina que también era, y sigue siendo, mi otra pasión. Me encanta explorar ese milagro que es el cuerpo y esa maravilla que es el alma de los seres humanos. En 1971 se abre una convocatoria en el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) para la Escuela de Formación de Actores y me presento. Me aceptan para sorpresa de todos, porque yo fui la primera sorprendida. Allí estudié dos años hasta 1973. En 1972 me contratan como actriz en la televisión.

¿Cómo valoraría  las transiciones, tanto de medios como de géneros, que ha experimentado durante su vasta trayectoria?

Recuerdo las palabras de Raquel Revuelta quien me dijo una vez: “se es actriz/actor o no se es”. O sea, que el cambio de género o de medio es solamente cuestión de ajustes. Yo me formé en la TV y claro, cuando fui al teatro tuve que aprender a proyectar la voz, ampliar gestos, etc. Para eso tuve la suerte de tener un maestro como José Antonio Rodríguez que logró sacar en mí esta voz que a pesar de los años es la admiración de todos y la envidia de muchos (risas). Él me enseñó a tener cuerdas vocales de acero.

Actuando en Miami en la obra “Conversación en la casa Stein sobre el ausente señor von Goethe”, noviembre de 2012. Foto: artistasmiami.com
Actuando en Miami en la obra “Conversación en la casa Stein sobre el ausente señor von Goethe”, noviembre de 2012. Foto: artistasmiami.com

¿Cuánto hay de Susana en cada una de sus inolvidables interpretaciones y cuánto hay de cada una de ellas dentro de sí?

En todos los personajes hay algo de mí, de muchas personas que conozco y de otras que imagino… Recuerda que el actor solo tiene sus sentimientos, su cerebro, sus manos, piernas y corazón como instrumentos de trabajo.

¿Con cuál de los múltiples nombres con los que ha aparecido en la pantalla le gustaría ser recordada?

Como Susana Pérez que es lo que soy, los personajes son lo que hago.

¿Cuánto le aportó su labor pedagógica y su desempeño como directora?

Aunque la pedagogía no es lo que más me apasiona, recuerdo alumnos que me han dado lecciones y de los que he aprendido mucho. Y la dirección me encanta, aunque es muy agotador porque durante todo el proyecto eres como Dios, dueño y señor de los destinos de todo y de todos los que estén involucrados en él.

Susana PérezEn una reciente entrevista televisiva comentaba sobre las dificultades que afrontan los actores cubanos para retomar su carrera artística del otro lado del estrecho de la Florida, ¿cómo ha sido su caso?

A mí no me ha sido difícil retomar mi carrera. No he dejado de actuar en los ocho años que llevo aquí. A lo que me refería específicamente en la entrevista, es a que hay cierta discriminación con los cubanos en los medios de acá. Pero más allá de todo, es que los cubanos andamos por el mundo sin el respaldo de una Patria y de un pasado que nos acompañe.

Con mi currículum por supuesto que no tendría obstáculos para trabajar en TV, pero… sucede que eso aquí nadie lo conoce. Nadie lo ha visto y nadie sabe de qué se trata.

Durante más de medio siglo hemos estado encerrados en una cápsula, como si hubiéramos tenido la Muralla china a nuestro alrededor y mientras el mundo ha seguido creciendo −para bien o para mal− pero creciendo, nuestro país está en el mismo lugar. Esto podría dar par mil horas de entrevista pero ese no es el objetivo de esta. Pero trabajar no he parado de hacerlo, cada año he hecho hasta dos puestas en escena. He trabajado en obras que he traído de Cuba y en otras que se han montado aquí. También he dirigido, en fin… que no me ha faltado trabajo en ese sentido.

¿Cuáles son las mayores diferencias entre trabajar en Cuba y EE. UU.?

Ninguna, las mismas dificultades y los mismos aciertos se encuentran en ambos sitios.

En Miami viven muchos cubanos que de seguro la recuerdan, ¿las demostraciones de cariño del público son similares a las de aquí?

Sí claro, las manifestaciones dependen del tiempo que lleven en Miami, y de ahí lo que recuerden de mí. Por eso mi nieto mayor, que tiene ocho años y que nació aquí, no entendía por qué me saludaban tantas personas en el supermercado o en la calle y creía que yo tenía un millón de amigos.

¿Ha pensado en volver a actuar en Cuba?

De hecho estamos invitadas a participar en el Festival Internacional de Teatro que se celebrara en Cuba en octubre con dos obras, Volver a La Habana y Cartas Cruzadas, originales de Raquel Carrió y dirigidas por Lilian Vega con la que he trabajado desde hace ya dos años. Así que, si Dios quiere, nos veremos en octubre y, de hecho, te estoy dando una primicia.

¿Qué planes profesionales inmediatos podría comentarnos?

En estos momentos estoy en una obra de micro teatro que se llama Una mamá de película, que es una comedia muy simpática y ha sido la obra más vista de esta temporada. Y antes de que esa termine  sus puestas, estoy inmersa en otra que se llama Amnezia (así con z, no es una falta de ortografía). Y bueno, cuando termine esta temporada retomaré los ensayos de las obras que llevaremos al Festival de La Habana.

Cecilia, no quiero despedirme de ti sin enviarle un saludo y todo mi amor a ese público que me sigue queriendo en la Isla y para el que guardo el más grande agradecimiento por mantenerme durante tantos años en su preferencia y con tanto amor… Gracias, gracias y gracias.

amnezia

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