102 peloteros se han ido de Cuba en 2015

En los días finales de septiembre, el béisbol cubano ha quebrado un récord bien difícil de superar: 102 jugadores de béisbol se han marchado de Cuba en nueve meses.

Parece no haber antídoto que detenga la fuga. La historia de la emigración del béisbol cubano nunca había experimentado un éxodo mayor a 100 beisbolistas en un año. Para el 2014, cuando la emigración ya se había activado, fueron unos 60 los peloteros que salieron del país.

Contradictoriamente este auge migratorio ha llegado en la etapa de las mejoras salariales y los contratos en el exterior, política asumida por la dirección de INDER y la Federación Cubana de Béisbol (FCB). conversó con uno de los protagonistas de estos contratos:

“Las razones por las que muchos jugadores están dejando Cuba ahora están ligados a dinero. Los jugadores cubanos están viendo los contratos que sus ex compañeros de equipo están firmando con equipos de Grandes Ligas y creen que pueden cambiar sus vidas mediante la firma de un contrato con un equipo de MLBcomenta a OnCuba Ben Badler, de BaseballAmerica.

La migración beisbolera hacia las Gran Carpa data desde inicios de siglo XX. Luego del triunfo de la Revolución en 1959 y a pesar del divorcio político, se mantuvo un flujo pasivo entre las décadas del 60 al 90; que la Ley de Ajuste Cubano contribuyó a fomentar. Pero la cifra de 102 ya es un número impresionante.

Juego de las Estrellas
Cinco antillanos que acudieron a la edición 85 del Juego de las estrellas de la Major League Baseball (MLB).

“Mientras que primeras estrellas como Yoenis Céspedes y José Dariel Abreu han cobrado grandes contratos, incluso los jugadores que no eran grandes jugadores en la Serie Nacional como Pablo Millán Fernández, Roberto Baldoquin y Yoan López han sido capaces de firmar contratos millonarios de MLB. Eso explica por qué tantos jugadores -muchos de los cuales podrían en última instancia, ni siquiera firmar o firmarán muy pequeñas bonificaciones- salen de Cuba a un ritmo tan alto en este momento” añade Badler, refiriéndose a etapa de inflación de contratos que viven las Grandes Ligas.

“Yo creo que eso ya es un problema social y no como dicen algunos buscando un sueño. Es inevitable, la Serie Nacional no tiene mucha calidad y los jugadores cubanos no tienen el interés de antes. Muchos merecen jugar en un mejor beisbol” dice a OnCuba Ernesto Noris, ex pitcher de Industriales quien participó con Brasil en el último Clásico Mundial de Béisbol.

Intencional o no, en Cuba no son pocos los que creen que detrás de esa sobrevaloración de los atletas cubanos (y las expectativas que generan los grandes contratos) se ha activado también una vía para desmantelar uno de los símbolos del proyecto socialista cubano: el baseball amateur. Más allá de teorías “conspiranoicas”, la realidad impuesta por las leyes estadounidenses de condicionar una oportunidad para jugar en Grandes Ligas (o subsidiarias) con la ruptura de cualquier lazo financiero con el país natal; sirve también como herramienta política en un juego calculado.

“No comprendo que todo lo mezclen con política. Para poder jugar ese béisbol tengo que ser desertor, entonces la MLB no está para todos” asevera a nuestra revista Yoan Carlos Pedroso quien ha jugado en Italia y México.

“Ahora juego la liga mexicana del Pacífico, y en la del norte de México, pero no puedo jugar la Liga Mexicana porque pertenece a MLB. También es cierto que mi generación, que está completa en Cuba, esperó un cambio pacientemente, y siempre nos dijeron que jugaríamos el mejor béisbol” añadió Pedroso, fornido toletero de números variables en distintas campañas.

Tras no establecerse en la MLB, Michel Abreu triunfó en México y Japón
Tras no establecerse en la MLB, Michel Abreu triunfó en México y Japón

73 de los 102 peloteros emigrados en lo que va de 2015 tienen una edad inferior a 25 años; un cúmulo de talentos en cuyas potencialidades muchos soñaron en la pelota nacional. En ese territorio se encuentran prospectos como Norge Luis Ruiz, Vladimir Gutiérrez, Yusniel Díaz, Julio Alfredo Martínez, Lázaro Alonso, Jorge Oña, Omar Estevez, Cionel Pérez, Pedro Durán, Randy Arozarena, Yordanis Linares y Eddy Julio Martínez.

Muchos estiman que el único norte que atrapa al beisbolista es la MLB. Pero en los últimos años, Ernesto Molinet, Norberto González, el propio Pedroso, Rolexis Molina, Rolando Meriño o Michel Enríquez han jugado en otras ligas.

Quizás esos atletas están claros de que todos los peloteros que emigran no pueden firmar. Lo mismo por talento, edad, mala gestión o problemas de representación; solo uno de cada cinco escogidos en el draft amateur llega a las Mayores.

“Yo estimo que de 10 que se van firma uno. A algunos los firman por, digamos, $100,000 porque los clubes necesitan llenar su sistema de granjas” comenta desde Miami el periodista de El Nuevo Herald, Jorge Ebro.

Sin embargo, esta situación no ha pulsado el freno en la oleada migratoria: “No tengo miedo a fracasar pues eso depende de nosotros mismos los peloteros” asegura otro que se lanzó a buscar el sueño, el ex catcher de Industriales Oscar Valdés.

La historia de la emigración del béisbol cubano presenta ascensos y descensos dentro de su linea temporal. El 2015 ha sido un año sumamente activo y ascendente en el peregrinar de los beisbolistas cubanos. Frenar este fenómeno quizás sea el objetivo más cercano de la Federación Cubana de Béisbol. Tal vez sea un punto esencial en las próximas reuniones de Cuba y las autoridades de la MLB.

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