A un mes del partido, NY Cosmos inspecciona estadio cubano

Directivos del Cosmos de Nueva York acaban de estar en La Habana a un mes del histórico partido que disputará el más famoso club de fútbol estadounidense contra la selección nacional de Cuba en el estadio “Pedro Marrero” el próximo 2 de junio.

“El director jefe de operaciones Erik Stover y el vicejefe Jeremy Wilkins visitaron la isla y se entrevistaron con los representantes de la Federación Cubana de Fútbol con quienes discutieron pormenores del cercano match”, reveló a OnCuba vía telefónica desde la Gran Manzana, Jen Chang, director de Comunicaciones del célebre elenco que lidera hoy la segunda división de la Liga Norteamericana de Fútbol conocida en inglés por las siglas NASL, preámbulo de la MSL (Major Soccer League).

Los funcionarios inspeccionaron la cancha capitalina y el escenario en general que servirá de sede al encuentro amistoso, el primero con la nación antillana de una liga deportiva profesional de Estados Unidos luego del anuncio del restablecimiento de relaciones diplomáticas hecho por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro el pasado 17 de diciembre.

La semana anterior algunos conocidos ex jugadores profesionales y entrenadores de la National Basketball Association trasmitieron sus experiencias en tabloncillos habaneros a atletas juveniles y de los seleccionados nacionales cubanos además de donar implementos en barrios capitalinos en lo que sería el primer “desembarco” de la famosa NBA en la isla.

Pero en lo que se refiere a partidos de exhibición en Cuba tras el llamado “deshielo” diplomático y el “acercamiento histórico” decretado por el mandatario demócrata de la Casa Blanca, el “soccer” norteamericano se le ha adelantado a las demás instituciones rentadas de la Unión Americana incluida a las Grandes Ligas de béisbol donde algunos dueños de equipos andaban pensando en juegos de pretemporada en La Habana; ideas que no se concretaron hasta la fecha y que podrían primero enfrentar el filtro de la sensibilidad caribeña de evitar a los clubes que traigan en su nómina a beisbolistas cubanos desertores.

Poco antes de partir hacia el estadio de béisbol de los Brooklyn Cyclones, de césped sintético, multidisciplinario, que viviría ayer su primer partido de fútbol profesional con el triunfo 1-0 del Cosmos sobre el Ottawa Fury FC para seguir de líder invicto, Jen Chang ratificó que el máximo goleador de la historia del Real Madrid y de la selección española, Raúl González Blanco, “viajará a La Habana” con el cuadro neoyorquino “y jugará”.

El Cosmos aprovechará un receso en la temporada de la NASL para este viaje al Caribe mientras los cubanos tendrán la oportunidad de un rentable fogueo en la antesala de su octava participación en la Copa Oro de la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (CONCACAF) que tradicionalmente tiene a canchas estadounidenses de escenario en las que, lamentablemente, el balompié cubano ha sufrido numerosas deserciones en estos últimos tres lustros.

Para esta versión 2015 Cuba figura en el Grupo C y chocará con México ( julio 9 en Chicago), Trinidad y Tobago (julio 12 en Glendale, Arizona) y Guatemala (julio 15 en Charlotte, Carolina del Norte).

La última vez que un club del fútbol profesional de Estados Unidos estuvo en Cuba fue en marzo de 1978 con el ya extinto Chicago Sting (Aguijón de Chicago) superado 2-0 por los llamados “Leones del Caribe”. Dos meses después los cubanos reciprocaron la visita a la Ciudad de los Vientos (1-1) luego de pasar por Los Angeles y caer 1-0 ante el Galaxy en otro amistoso. El Sting se convirtió en el primer “once” del Tío Sam en jugar en Cuba desde el Campeonato NAFC (North American Football Confederation) en 1947.

Se respiraban entonces aires de cierta distensión en las relaciones Cuba-Estados Unidos durante la presidencia de James Carter.

La “diplomacia deportiva” asomaba por primera vez: un año antes, en 1977, los políticos demócratas George McGovern y James Abourezk habían llevado a La Habana al equipo de baloncesto de la Universidad de Dakota del Sur para jugar contra el elenco nacional. Seis meses después, Carter y Fidel Castro acordaron abrir secciones de intereses respectivas. Pero Carter no pudo reelegirse tras un convulso 1980 y la posibilidad de restablecer relaciones bilaterales se esfumó.

Hoy las circunstancias son otras y aunque el mensaje del deporte llega después de la “reconciliación”, sigue siendo el mismo.

A nivel de selección, Estados Unidos se presentó por última ocasión en la nación caribeña en septiembre de 2008 en el partido de ida de la eliminatoria de CONCACAF para el Mundial de Sudáfrica-2010, que ganó 1-0 ; semanas después golearía 6-1 en el de vuelta disputado en Washington D.C.

Orioles de Baltimore, de la llamada “Gran Carpa”, fue el último conjunto profesional de la Unión Americana que actuó en la isla en una serie de dos juegos contra la selección cubana iniciada el 28 de marzo de 1999 en el Estadio Latinoamericano, de La Habana; dos meses después, la representación caribeña, acompañada de una nutrida delegación de invitados, devolvió la visita.

Jen Chang reconoció  que ha habido “alguna discusión informal” sobre la posibilidad de que Cuba juegue en Nueva York contra el Cosmos pero hoy las partes “sólo están enfocadas en el juego del dos de junio”.

Añadió en su comunicación con OnCuba que el Cosmos aceptaría la actuación de árbitros cubanos para el encuentro y que esperaba que algunos seguidores del club podrían tratar de hacer el viaje a La Habana para presenciar el partido.

Las nuevas medidas de Obama puestas en vigor en enero de 2015 que flexibilizan más las restricciones del embargo y que entre sus 12 categorías para viajar incluyen las competencias deportivas,pudieran facilitar el trámite a los “hinchas” neoyorquinos para seguir aplaudiendo al club que alguna vez tuvo en su plantilla a Pelé, Franz Beckenbauer, Carlos Alberto Torres, Claudio Chinaglia,y Johan Neeskens.

En su intento de revivir la leyenda, el Cosmos de Nueva York, cuyo presidente de honor es Pelé  -retirado del fútbol en 1977 en este plantel-  regresó  por la puerta grande a la segunda  división del fútbol estadounidense tras casi tres décadas de ausencia.Y con su inminente viaje a Cuba también quiere hacer más historia en su “resurrección”.

 

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