Alcides Sagarra: “Ni Gamboa ni Rigondeaux tendrán nada que buscar en los olímpicos”

Foto de archivo del legendario entrenador de boxeo Alcides Sagarra (d), cuando lideraba el cuerpo técnico del equipo cubano.

Ayer se cumplieron 25 años del comienzo de los Juegos Panamericanos de La Habana. Pasó la jornada y muy pocos recordaron, a pesar de que Cuba logró su más brillante actuación en la historia del deporte continental. La Isla consiguió su primer lugar en el cuadro general por medallas por encima de Estados Unidos, algo que solo había sucedido en Buenos en Aires en 1951 durante la primera edición de esos juegos.

Unos Juegos montados sobre la cresta del Período Especial, en medio de la catastrófica desaparición de la URSS y con ella de sus bonanzas petrolíferas hacia la Isla. En muchas ocasiones los únicos puntos iluminados en La Habana eran los escenarios de los Panamericanos, organizados a pesar de que se incrementaba el peso del bloqueo de Washington contra Cuba.

Las medallas en ese 1991 y otras buenas actuaciones locales y extranjeras sirvieron también como un bálsamo momentáneo frente a la crisis que recién comenzaba.

habana91Quien no olvida es Alcides Sagarra. “Cómo voy a olvidar si ganamos 11 de los 12 títulos. El boxeo se reafirmaba como el buque insignia”, dice.

Justo cuarenta años atrás me encontraba con Sagarra en los Juegos Olímpicos de Montreal.

La platea parecía estar abarrotada por los fanáticos de la Unión Americana. Estados Unidos y Cuba llevaron seis finalistas por bando, y se enfrentaron ambos en tres de los once pleitos: Leo Randolph ganó 3-2 a Ramón Duvalón, en 51 kg; Sugar Ray Leonard por unanimidad a Andrés Aldama en 67 y León Spinks obligó a detenerle el combate a Sixto Soria en los 81 kg. Los de las barras y las estrellas salieron del encerado con cinco de oro, y Cuba con tres gracias a los triunfos de Jorge Hernández, 4-1, al norcoreano Byong Uk-li en 48 kg; el sorprendente Angel Herrera noqueó en el segundo asalto al alemán democrático Richard Nowakowski en 57 kg y Teófilo Stevenson también fulminó en el tercer round al rumano Mircea Simon entre los superpesados.

Era su segundo título olímpico camino al tercero cuatro años después en Moscú donde se proclamaría el primer púgil en lograr tres coronas olímpicas en la misma división.

En la semifinal Stevenson había noqueado al estadounidense John “Big” Tate, quien años después sería campeón mundial en una de las organizaciones profesionales. Esa noche, dictaba por teléfono mi reseña al Granma al llegar al sitio donde se hospedaba la prensa cubana, un hostal de la Young Men’s Christian Association (YMCA) en Montreal: “Teófilo no dio tiempo para ni siquiera un abrir y cerrar de ojos porque al minuto 31 segundos del primer asalto tras un directo de izquierda una derecha de swing también al rostro pareció hipnotizar al estadounidense que mareado fue a parar a una esquina neutral donde cayó con las sentaderas como si estuviera embriagado y despertó sólo cuando sobre él se encimó la furia del flash de los fotógrafos”.

En una decisión, para algunos controvertida y para otros correcta, Howard Davies fue seleccionado el mejor púgil del torneo. Estados Unidos ganaría a Cuba por un punto.

Alcides, ese ha sido el mejor equipo de EE.UU en Olimpiadas…

Creo que sí, la mayoría fueron después campeones en el profesionalismo…Pero no se puede olvidar que existieron también algunos veredictos polémicos a su favor, parecía que estábamos peleando en un ring dentro de los Estados Unidos. Ganamos tres de oro, tres de plata y dos de bronce con (Rolando) Garbey y Luis Felipe (Martínez) en 71 y 75.Esto determinó el octavo lugar de Cuba en la clasificación general sumadas las de oro de Juantorena y Héctor Rodríguez, la de plata de (Alejandro) Casañas y el bronce del voleibol (m).

Hoy la delegación cubana en Río de Janeiro parece depender también de la actuación del boxeo para cumplir su pronóstico…

La responsabilidad es grande… Me reuní con ellos, los diez boxeadores, y les dije “ustedes son los que le ponen el color”. Es lo que siempre les he dicho a mis púgiles. Ellos saben lo que eso significa…También hay que estar muy al tanto del sorteo.

¿Tú nunca tiraste una toalla?

No.

Llevas más de diez años sin ser el Director Técnico del equipo… ¿No extrañas estar ahora en la “esquina”?

¡Cómo no lo voy a extrañar, viejo!

En Montreal se peleó sin cabeceras, después, a partir de 1984 en Los Ángeles se empezaron a usar, y todo el mundo a defenderlas, y ahora para Río se eliminan…

Donde hay que usarlas es en los entrenamientos, y se siguen usando. O sea que no desaparecen como método de protección, y en categorías como escolares y juveniles se sigue peleando así, ¿o no viste el otro día el “Boxeo en el Puente” desde Pittsburgh? Además, las mujeres lo seguirán utilizando.

He confirmado que la AIBA postergó para 2017 las dos categorías femeninas de forma oficial dentro de la Serie Mundial y en 2016 serán de exhibición.

Como se ha dicho, se está estudiando se oficialice su práctica en el país. Si se aprueba nuestras mujeres darán también grandes satisfacciones.

Una vez en un campeonato del mundo –creo que en Budapest 1997– recuerdo que un entrenador de un país ex socialista te agradecía su éxito en su carrera profesional.

Fueron varios a los que impartimos conferencias, seminarios, tanto en La Habana como en sus países. Por supuesto le extendíamos sus correspondientes diplomas con nuestra firma. Y eso al parecer con el rumbo al profesionalismo que tomaron, abría puertas. Se trataba de una certificación de la Escuela Cubana de Boxeo, no lo olvides. En el ring de Río de Janeiro verás a técnicos cubanos formados por nosotros con otras selecciones y ese es también un desafío que siempre hemos aceptado”.

También se criticaba mucho al profesionalismo, incluso recuerdo las denuncias al ucraniano Ruslan Shagaev, un fuerte rival de Savón… ¿Te parece bien las puertas abiertas a cualquier profesional?

Eso es una cuestión de los momentos actuales que vive el deporte. En el boxeo profesional el que no ha sido campeón olímpico tendrá que valorar eso, si le interesa o no participar, y además que tiene que pelear tres rounds en los Juegos. Pero ahí no va a ir el que ya fue campeón olímpico, como (Yuriorquis) Gamboa o como (Guillermo) Rigondeaux. No tienen nada que ir a buscar a los Olímpicos.

Hoy se pelea a tres rounds pero en Tokio 2020 pudiera ser a cinco.

No lo creo, eso es una cosa oficial de los Juegos.

Bueno, ver para creer… ¿Y qué me dices de otro cambio, otro más en la puntuación?

Ahora votan cinco jueces y son válidas tres votaciones nada más. Eso ha dado buenos resultados, se ha aguantado un poco el robo de peleas.

***

Y entre tanta seguidilla de temas en una conversación telefónica inesperada, solo para recordar esos 40 años de Montreal 76 –eso pensaba yo–, lamentaba la ausencia de los videos televisivos de las inolvidables peleas entre Stevenson y Angel Milián, de la memoria gráfica del fulminante nocao de Alexis Rubalcaba a la esperanza rusa Alexei Lezin sacado en camilla del Mundial de Budapest y del fuera de combate que le propinó Juan Cause Delís a Savón a principios de 1996 en el campeonato nacional celebrado en Holguín, del que no existe testimonio fílmico.

Realmente… ¿No existe?

El cartel había sido en la tarde. Estaba Savón frente a alguien al que se enfrentó en nueve ocasiones y le ganó siete pero Delís pasó a la historia como el único que lo venció dos veces ambas por la vía rápida. Pero no estaba la TV y como era lógico, el nocao de Delís a Savón se regó como pólvora. Pero el equipo técnico de Sagarra sí lo había filmado. “Yo no tengo la culpa de que no hubieran estado… ¿cómo voy a difundir lo que le pasó a un hijo mío?”, le oí decir entonces.

De las 67 medallas conseguidas por el boxeo olímpico cubano, 34 son de oro y 32 de ellas tuvieron a Sagarra encima del cuadrilátero. El día que concluyan los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro cumplirá 82 años y espera festejar por partida doble.

Salir de la versión móvil