Antonio Scull: Hay que buscar un segundo torneo que no se llame Serie Nacional

Una brillante hoja deportiva y se retiró, como muchos, sin el reconocimiento merecido. Conectó poco más de 200 cuadrangulares, pero no pudo con su último anhelo: Ser el pelotero capitalino con la mayor cifra de jonrones de por vida. Así y todo no dejó de batallar cuando el reloj marcaba más de 40 almanaques en sus lastimadas muñecas. Entonces… comprendió que su último strike había sido cantado.

Después del adiós vino la pausa necesaria, cuando se hace una transición en la vida. Ahora, como entrenador de bateo, Antonio Scull Hernández brinda sus conocimientos en la Academia de Béisbol de La Habana, a los jóvenes que se inician en la pelota.

“No hales la bola para tu mano, déjala llegar y no le quites la vista de encima”, le platicaba a un muchacho que se muestra ansioso por desaparecer la esférica y no lo consigue. Scull se coloca del lado izquierdo del plato, pide al pítcher de prácticas que lance y…conecta suavemente la pelota hacia la banda opuesta, y lo repite de nuevo. Así,  el ex-cuarto bate habanero enseña las mañas beisboleras sobre el difícil arte de batear.

Luego de unas palabras concertamos la entrevista, pero Scull nos pidió como todo un caballero que la misma fuera después de concluida la jornada de entrenamiento. Dice que en la Academia no, porque no le gusta quitarle la vista a sus discípulos.

Unas horas después en un silencioso dogout, Scull se sienta, repasa con su vista el terreno como si pronto le tocara ir a batear. Comenta que le agrada entrenar a los jóvenes, aunque no se compara para nada con el juego diario. “Cuando sostengo un bate en mis manos me remonto a mi época como pelotero y no miento si te digo que en ocasiones quisiera regresar 15 años atrás. Pero eso dura poco pues los muchachos están cerca y esperan por tu consejo”.

¿Te vimos formar parte del cuerpo técnico que asesoró la preparación del equipo Industriales antes de comenzar la Serie Nacional?

Sucede que el Comisionado de Béisbol de La Habana y la dirección del equipo Industriales solicitaron la presencia de varios entrenadores, para trabajar con la preselección del equipo capitalino. En el caso mío participé como uno de los entrenadores de bateo, aunque todos le aportamos los conocimientos que tenemos en el área que haga falta.

Fui entrenador de bateo en el equipo Metropolitanos, etapa en la que aprendí mucho. Sucede que cuando uno se retira y se convierte en entrenador, ve el béisbol desde otra perspectiva, se gana en ecuanimidad, sapiencia, comunicación y capacidad de análisis. Es una labor sacrificada por las constantes reiteraciones que se hacen. Al desaparecer la novena de Metros no volví a ejercer el papel, y ahora fue una buena oportunidad para ayudar al único equipo con que cuenta la capital.

¿Qué deficiencias vio en el bateo azul con respecto a los últimos años?  

Se hizo una preparación muy buena con el bateo, por tener hombres de gran calidad. Sin embargo, notamos que muchos no se concentran cuando llegan al cajón de bateo, se vuelven muy predecibles pues le hacen swing a la bola que más se les dificulta batear. Para evitar que esto ocurra, encaminamos con otros entrenadores que fueron invitados a la preparación hacer énfasis en el toque de bola, dirigirla hacia la banda opuesta, no “fajarse” con la pelota pegada, dejar que los lanzamientos del pitcher lleguen y prepararse para hacer un buen contacto, no buscar el gran batazo.

Si en algo hicimos hincapié fue en la discriminación de los rompimientos, asignatura que golpea a casi todos los bateadores jóvenes de la Isla. “Se trabajó en los envíos de rompimiento frente a bateadores derechos para que hagan contacto hacia el right field, buscando mayor capacidad de bateo”.

La preparación se hizo con miras a los Play off. Entrenadores, y jugadores saben que ese es el objetivo. El trabajo realizado dará sus frutos porque fue muy compacto.

¿Una vez comenzada la serie Industriales no empezó bateando?

Eso es relativo. Puede ser que aún los jugadores no bajaran sus cargas de entrenamiento. Por ser una primera fase muy corta -45 juegos- la ofensiva tiene que ajustarse a más tardar en la jornada 15. No obstante, el papel del pitcheo será la clave del éxito y no el bateo como se cree. Si los lanzadores siguen herméticos, solo se necesita conectar a la hora oportuna y los triunfos saldrán solos. Industriales, hasta ahora, ganó sus ocho juegos permitiendo tres o menos carreras limpias.

Es preferible vencer con pocas carreras que con marcadores de 11-7 o 10-8. Eso demuestra tener un pésimo cuerpo de lanzadores. No recuerdo un equipo que se coronara campeón con una gran ofensiva y pitcheo malo. Sin embargo, a la inversa si ha ocurrido, mira al Villa Clara de la última Serie. “También es justo agregar que la crítica siempre viene por la pata de la mesa más dañada y esa, hoy es el bateo. Si fuera la defensa sería la defensa, o el pitcheo, o la dirección del equipo, o los árbitros. Para mí, hasta ahora, el bateo ha cumplido y el pitcheo sobre cumplido”.

Hay un nuevo orden al bate. ¿Ello influye en el poco bateo mostrado en el inicio de torneo?

No lo creo. Yuliesky Gourriel si es el tercero del Cuba, es el tercero en cualquiera de los equipos en la Serie Nacional, Yasmany Tomás debe y sabe que tiene las condiciones para ser el cuarto bate natural; Alexander Mayeta es un jugador con experiencia y necesitamos acomodarlo en un turno de menos presión, por eso batea detrás de Tomás; Lisván Correa de sexto y designado puede hacer gala de la fuerza en sus muñecas, y Rudy Reyes hace que la tanda baja no se vea tan débil al ocupar el séptimo en el orden.

De los cinco que te mencioné cuatro han hecho equipo Cuba. ¿Qué novena de la pelota cubana tiene a su 3-4-5 y séptimo en la selección nacional? Sucede que de eso no se habla. Se habla de lo malo que son, de no batear a la hora buena. Pero la realidad es distinta: Yuliesky empuja carreras y coge bases por bolas; Tomás es un “asesino” de la pelota; Mayeta hace una gran lectura del pitcheo rival; Lisván comenzó muy bien, como se espera que sea, y Rudy siempre es peligroso, aunque no este bien ahora mismo.

¿No tiene el equipo un primer bate natural?

Eso es cierto. No tenemos el hombre que toque, robe bases, conecte hacia todas las direcciones, exprima a los lanzadores en el conteo. No lo tenemos y tuvimos que improvisar con Stayler Hernández que le aporta poder pero no los otros atributos. Él ha hecho su mayor esfuerzo y comprende la necesidad de llegar a primera por la vía que sea. Hay que darle tiempo para que a medida que avance la Serie pueda adaptarse mejor en el puesto.

Tenemos a Yohasan Guillén con las condiciones para el primer turno, pero le falta madurar en algunos conceptos del juego. Ahora está en la reserva del equipo y tiene que esperar por una oportunidad en la novena y después ganarse un lugar fijo con un buen rendimiento. Sin embargo, tiene que esperar, la pelota es así, cruda para los jóvenes.

¿El pitcheo y la defensa aguantarán?

Eso no lo sabe nadie. Para que el joven pitcheo siga como va es importante que la defensa brille a la altura que se espera de ella. Con una buena defensa te anotan menos carreras y los lanzadores ganan en confianza.

Se trabajó en el alcance de los peloteros y la rapidez para ejecutar jugadas que tienen que ser de oficio. Otra cosa que se puntualizó es en las posibilidades de sacar out. Es importante que el jugador esté dentro del juego, conozca si el hombre que batea o está en base es rápido o no, ello permite realizar disparos con más confianza y tranquilidad.

Con un pitcheo bisoño se garantiza el futuro del equipo. No tenemos lanzadores que se vayan a retirar en los próximos 10 años. Lo que les falta es la tan necesaria experiencia deportiva. Si algo aporta un cuerpo de jóvenes serpentineros, es una mejor distribución de las funciones de cada uno. Se trabajó en el papel que cada cual cumplirá. Si abridores, relevistas y cerradores hacen el trabajo; en los años venideros estaremos en presencia de un señor staff monticular, porque talento y condiciones poseen.

¿Qué le aportan los hermanos Gourriel a los azules?

Sin dudas ha sido un tema muy polémico, incluso me atrevo a decir que ningún mánager de Industriales fue tan cuestionado en su año de debut. Fíjate cuán grande es el béisbol en Cuba que este hecho te da la magnitud de lo que significa aquí la pelota.

Ahora, desde el punto de vista beisbolístico los hermanos Gourriel (Yuniesky, Yuliesky y Lourdes Jr), hacen que la novena de la capital luzca mucho más fuerte, a partir que los tres poseen diversas características de juego. Yuniesky como jardinero central brinda seguridad defensiva con grandes desplazamientos hacia cualquier lado y un guante convincente. Además, le permite a Carlos Tabares –center field con 22 temporadas- tener un poco más de descanso y llegar más fresco al final del torneo.

En el caso de Yuliesky hay muy poco que decir, por ser un jugador completo, entre los mejores del país. Es cierto que los aficionados de casi todos los equipos la emprenden con él, pero no se pueden ignorar los fabulosos números que año tras año pone en el torneo cubano. Ahora con Industriales hará mancuerna ofensiva de 3-4 bate con Tomás.

Yuliesky Gourriel es un pelotero maduro, con la experiencia necesaria. En sus brazos descansa buena parte de las posibilidades ofensivas del equipo. La presión de militar en la franquicia más exitosa de la pelota cubana no debe pasarle factura por lo comentado anteriormente. Además, cualquier duda con la afición habanera fue zanjada tras el cálido y respetuoso aplauso recibido en el estadio Latinoamericano en su primera comparecencia alhome plate bajo el uniforme azul.

El menor de los hermanos, Lourdes Y. Gourriel Jr es un muchacho con un gran futuro, puede jugar varias posiciones, campocorto o segunda, en las que demuestra grandes habilidades y alcance defensivo. Incluso fue probado en los jardines teniendo en cuenta su buena estatura y poder en el brazo. A la hora de batear combina tacto y fuerza. Solo el juego diario le permitirá convertirse en un jugador establecido.

¿Consideras idónea la actual estructura de la Serie?

Es muy corta, e injusta, un mal arranque te puede costar. El equipo que no clasifique entre los ocho primeros pierde a sus figuras cuando pasen de refuerzo a los clasificados.

Los muchachos jóvenes que necesitan foguearse con los mejores jugadores pierden el interés, pues una segunda categoría desmotiva al pelotero cuando sabe que no llegará más allá de un noveno lugar. Lo mismo para un jugador establecido que no es seleccionado como refuerzo. Seguro no tendrán deseos de jugar la segunda división en equipos con estadios vacios, sin presión y con poca difusión de la prensa deportiva.

La estructura de 90 partidos era buena. Lo que hay es que buscar un segundo torneo que no se llame Serie Nacional, dónde se efectúen 60 juegos más o menos para agrupar la calidad con los ocho primeros equipos de la Serie y sus nombres de siempre, pero con refuerzos de los eliminados. Ello asegura espectáculo y eleva el techo del béisbol.

Casi al concluir le comentamos a Scull sobre si le interesaría dirigir en un futuro a Industriales. La última, más que una pregunta parecía una recta bajita, rápida y adentro, de esas que parecen sacadas de un Play Station III. El hombre de mil batallas contra el estelar Norge Luís Vera, antes de contestar se tomó su tiempo, llevó la mano izquierda por detrás de la cabeza, con una leve sonrisa y breves palabras disipó la duda.

“Me siento bien como entrenador, siempre cuenten conmigo. Dirigir es un compromiso y una gran satisfacción. Ahora debemos apoyar a Vargas. Más adelante veremos…”.

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