El estelar receptor villaclareño Ariel Pestano Valdés ha sido contratado por la organización de los Piratas de Campeche para jugar la Liga Invernal Veracruzana. Según indica el sitio oficial del club profesional mexicano, Pestano jugará con el equipo Industriales de Coatzacoalcos, en lo que será la primera incursión de una selección de la entidad campechana en ese torneo, que contará con la participación de otros 7 equipos, y un calendario que en su etapa regular tiene proyectado 62 juegos para cada conjunto.
Declaraciones de directivos reconocen que “La contratación del internacional cubano…considerado uno de los receptores más brillantes y hábiles para manejar el pitcheo, va a ser una pieza fundamental en los jóvenes lanzadores que estarán jugando con los Industriales de Coatzacoalcos…” Definitivamente, el arribo de Pestano responde a la estrategia diseñada desde hace poco más de dos años por el club, que busca recuperar la competitividad de los Piratas mediante el desarrollo de una estructura piramidal que desde su base privilegie y se sustente en el talento local.
Una de las claves en este proceso ha radicado en el intercambio fluido con la Federación Cubana de Béisbol Amateur, a partir de la presencia de entrenadores de la isla en los distintos niveles que componen dicha estructura. De manera particular ha sido el área del pitcheo la más beneficiada, con el aporte de figuras reconocidas en la pelota cubana, entre ellos Pedro Pérez, Juan de Dios Peña, el ex lanzador holguinero Orelvis Ávila y Elizardo Guillart. Paralelo a ello, el ingreso de Pestano a la organización bucanera representa la quinta contratación de jugadores nuestros, después que el encargado de romper el hielo fuera el “rascacielos” pinareño Pedro Luis Lazo, y en la temporada pasada probaran suerte con el equipo mayor Michel Enríquez, Yordanis Samón y Alfredo Despaigne.
La noticia no ha estado exenta de polémica desde que comenzara a circular por la web. La causa una vez más coloca en el centro de la tormenta a nuestra Federación Cubana de Béisbol y todos los “dimes y diretes” en los que se ha visto envuelta en los últimos tiempos, por la manera en que se socializa (o no) buena parte de la información referida al día a día de nuestro pasatiempo nacional. Todo parte de las declaraciones hechas por su presidente Higinio Vélez, hace apenas cuatro días, en las que aseguraba a la agencia Prensa Latina que: “no hemos tenido ningún contacto con agentes de ningún equipo profesional”, a raíz de supuestos acercamientos que se habían iniciado con directivos de un equipo de la Liga Profesional Mexicana del Pacífico, Cañeros de Los Monchis. Vélez añadió además que: “La inserción de jugadores cubanos en ligas profesionales es una posibilidad aún en estudio, más ahora que se analizan las experiencias adquiridas por la presencia de peloteros de la Isla en los Piratas de Campeche”.
Resulta lógico entonces que a muchos les asalte la duda en torno a si la contratación de Pestano está asociada a alguna forma nueva de trabajo por cuenta propia; si habrá sido pactada en cuestión de unas horas; si el villareño supone un caso atípico por X razón; o si forma parte de esos secretos beisboleros íntimamente guardados a la prensa, y al pueblo en general, que al final sucumben ante el empuje inevitable de las nuevas tecnologías de la información. Al menos la página oficial de los Piratas de Campeche destaca, con fecha dos de septiembre de este año y testimonio gráfico incluido, el encuentro sostenido en La Habana por ambas partes en función de “…las Actividades Invernales en sus diversas Sucursales y Proyectos de Desarrollo, así como de la Próxima Temporada 2014 de la LMB.
En fin, imagino que estemos todos contentos con la salida de Ariel Pestano hacia tierras aztecas, y al unísono, envueltos por enésima ocasión en ese gran halo de misterios que acompaña últimamente a nuestro béisbol.