Atletas cubanos triunfan en ligas profesionales de Brasil

Varios atletas cubanos que se desempeñan en circuitos profesionales de Brasil conquistaron títulos en los últimos meses del 2013. El auxiliar Yoandy Leal fue el héroe en el partido por el oro del Mundial de Clubes de Voleibol, ganado por su equipo Sada Cruzeiro en octubre. Un mes más tarde, la basquetbolista Ariadna Capiró se convirtió en monarca del Campeonato Paulista jugando para el Basquete Americana. Desde las páginas de OnCuba dimos cobertura a sus respectivas actuaciones. Diciembre no quiso ser menos, y trajo las buenas nuevas desde las canchas de balonmano de la nación sudamericana.

El club Taubaté Unitau Handebol finalizó invicto en la Liga Nacional de Balonmano 2013, cierre de lujo para la mejor temporada de su historia. En el juego final derrotaron al Metodista/Sao Bernardo de manera espectacular 27-26. Uno de los arqueros del Taubaté es el capitalino Michael Bravet, que milita desde el 2011 en la franquicia.

No fue ese el único título alcanzado. También se erigieron campeones del Panamericano de Clubes y de los Juegos Regionales de Sao Paulo. El primero de ellos les dio la clasificación para el Mundial de Clubes celebrado en Qatar en agosto, donde concluyeron en la sexta posición. Además terminaron segundos en otros torneos locales: los Juegos Abiertos y el Súper Paulistao.

Vía internet sostuvimos un breve diálogo con Michael Bravet en torno a estos momentos del 2013 y otros detalles de su carrera en el balonmano.

Por la manera en que la prensa deportiva reflejó la victoria en el Panamericano de Clubes es fácil darse cuenta de que tuvo un significado especial para el club.

“Sin dudas fue un resultado importantísimo para la historia del equipo, de la ciudad y de nosotros los jugadores. Allí participaron otros conjuntos brasileños, el Metodista y el Pinheiros, los dos principales clubes de Argentina y también un equipo de Chile, Uruguay y Paraguay respectivamente. Fue un torneo difícil que nos abrió las puertas para acceder al Mundial de Clubes en Qatar.”

En esta última lid enfrentaron a rivales de primer nivel. ¿Cómo valoras la actuación?

“Creo que más allá de que terminamos en el sexto lugar, poder jugar contra los mejores equipos de cada uno de los continentes resultó una experiencia maravillosa. No hay nada más enriquecedor que jugar contra los mejores. Los dos finalistas, el Barcelona de España y el Hamburgo alemán, son maquinarias que funcionan casi a la perfección, pues tienen en sus nóminas a varios de los principales jugadores de los países que conforman la elite del balonmano. Tenerlos en la cancha como rivales fue fenomenal.”

¿Eres el único cubano en el circuito profesional de Brasil?

“No, aquí también está Carlos Mirabal que juega para el Metodista/Sao Bernardo, que fue el club que nos venció en la final del Súper Paulistao al mejor de tres (2-1), así que él también obtuvo títulos este año. En la Liga femenina hay una cubana, Suleiky Gómez que está con un  equipo del estado Espíritu Santo, pero no recuerdo el nombre.”

¿Con la selección nacional cubana cuánto tiempo estuviste?

“Desde el 2000 hasta el 2005. La principal competencia que disputé fueron las olimpiadas de Sidney en mi primer año. Después de eso participé en otros torneos de mucho menor nivel, porque de manera increíble dejamos de asistir a los eventos más importantes del siguiente ciclo estival.”

Entonces en Sidney coincidiste en el equipo con algunos jugadores de una generación que marcó una época en el balonmano cubano en los noventa, dominando sin discusión el área panamericana y que tuvo destacadas actuaciones en lides universales. Varios de ellos tuvieron después grandes resultados como atletas profesionales e incluso se nacionalizaron en otros países, y en el caso de Rolando Urios fue monarca mundial con España en el 2005.

“Sí tuve la suerte de coincidir en Sidney con parte de la vieja guardia, Urios, Freddy Suárez, Félix Romero. Para mí representó la posibilidad de cumplir el mayor sueño de todo atleta. Fue la última olimpiada que disputó Cuba, antes lo había hecho en Moscú 1980. Esa gran generación de la que hablamos había clasificado para Barcelona 1992 y Atlanta 1996, pero los dirigentes deportivos decidieron no llevarla, con la justificación inaudita de que no obtendrían medallas.”

¿Si se diera la posibilidad de poder representar de nuevo a Cuba en competencias internacionales aceptarías?

“Seguro que me gustaría representar de nuevo a mi tierra, a mi bandera. Mi familia y amigos están en Cuba. Todos saben las razones por las que muchos atletas salen de Cuba y el balonmano no ha estado ajeno a esa situación, pero el deseo de vestir de nuevo la camiseta con las cuatro letras permanece intacto en muchos de nosotros.”

“En mi caso no sé si podría jugar por Cuba otra vez. Hoy día yo juego por República Dominicana, aunque el último torneo en que participé fueron los Panamericanos del 2011. Después no he vuelto a jugar con esa selección. Eso sí, de poder hacerlo con Cuba, mi disposición sería total.”

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