Cuarto Triatlón de La Habana: humanos de hierro

Al Triatlón de La Habana asistieron cientos de competidores de diferentes países. Foto: Otmaro Rodríguez.

Al Triatlón de La Habana asistieron cientos de competidores de diferentes países. Foto: Otmaro Rodríguez.

Nadar, montar bicicleta y después una carrera final que pone el cuerpo al límite. El triatlón es una de las pruebas deportivas más exigentes del mundo, como pudo ver el público presente en la meta durante las pruebas del Cuarto Triatlón de La Habana.

El Triatlón habanero atrajo a más de 500 participantes en tres pruebas: Media distancia; Sprint Popular y Olímpico Elite, en los cuales Cuba ganó varias medallas.

La carrera es la última de las competencias del triatlón, después del ciclismo y la natación. Foto: Otmaro Rodríguez.

Sin un equilibrio inusual en tres modalidades que componen este deporte no se puede aspirar a triunfar. Se necesita ser fuerte primero en el agua, veloz en el ciclismo y resistente en el tramo de carrera conclusivo.

Cualquiera de las tres distancias es agotadora, pero la Media distancia (1,9 kilómetros de natación, 90 de ciclismo y 21 de carrera) fue un test para medir la fortaleza de la mente y el cuerpo el sábado 24 de febrero.

El consumo de agua ayuda con las altas temperaturas. Foto: Otmaro Rodríguez.

Michel González, el mejor triatleta cubano de la actualidad, repitió su corona del año anterior. Necesitó 4:03:50 horas para entrar como vencedor en la meta de la distancia situada en el Hotel Nacional.

El antillano se recuperó en los pruebas finales, después de salir segundo del agua, y dejó en segundo al mexicano Leonardo Saucedo, a quien aventajó por más de 13 minutos.

“El viento en contra fue lo más molesto. Salí segundo del agua, por ello me centré en hacer un buen tiempo sobre la bicicleta y mantener la ventaja  sobre mi más cercano seguidor, el mexicano Saucedo”, dijoJIT.

Ante el calor elevado, los competidores se bañan con agua durante la carrera. Foto: Otmaro Rodríguez.

Entre las mujeres, no pudo repetirse el guión de la edición pasada. La cubana Yadira Corona quedó segunda detrás de la la croata Zeljka Saban Milicic que la aventajó ampliamente con crono de 4:55.45 horas.

Mientras, el sprint popular fue también una fiesta para los anfitriones, con varios representantes en el podio. Los cubanos Yoleisy Rodríguez (1:01.56 horas) y Cristian Carmenate (1:03.12) aventajaron al tercer lugar, el español Marcel Zamora (1:03.34), después de 750 metros de tanación; 20 km de ciclismo y 5 km de carrera.

De nuevo Cuba repitió podio entre mujeres, pero no pudo ganar. La mexicana Fiona Bernal Reinoso (01:12:02) dejó la plata y el bronce para la los locales Rosa Elena Ramos Garcés (01:12:20) y Niuska Figueredo Bringa (01:13:50).

Cuando el invierno cubano empieza a ceder, el primer día fue un sábado casi de verano. La temperatura del agua en la Marina Hemingway, a la hora de la partida era de 25 grados celsius.

Los tres primeros lugares de la distancia olímpica, los portugueses Alexandre Nobre y Miguel Arraiolos, junto al tercer lugar, el canadiense Rasmussen. Foto: Otmaro Rodríguez.

Del show cubano al portugués

Durante dos días, 24 y 25 de febrero, La Habana vio algunas de sus calles paralizadas para permitir el paso de los triatletas. La natación, como es habitual, fue en los canales de la Marina Hemingway y después comenzaba el recorrido en bicicletas por la ciudad.

El domingo tocó el turno a la Copa América de Triatlón Élite, la distancia olímpica. Es una distancia mayor que el Sprint, pero menor que la Media distancia.

Aún así, los 1,5 km de natación, 40 de ciclismo y 10 de carrera fueron una prueba de rigor para los competidores. Esta vez, los cubanos cedieron el protagonismo a los extranjeros.

Donald Trump habla con la prensa en la Casa Blanca, Washington este 1 de mayo de 2018. Foto: AP / Carolyn Kaster.

Entre los hombres, los portugués emularon a los cubanos del sprint. Alexandre Nobre y Miguel Arraiolos llegaron casi juntos a la meta para ganar el oro y la plata, con tiempo de 1:50.23 para Nobre. En el reloj quedó señalado apenas un segundo de diferencia.

En la gran imagen final, Nobre y Miguel Arraiolos, entre la sonrisa y el cansancio, levantaban la cinta de la meta a su arribo al Hotel Nacional, después del circuito por el malecón habanero.

El domingo, la Isla solo tuvo una medalla, con el segundo lugar en la competencia para mujeres de Leslie Amat (2:06.44). El primero fue para la alemana Anabel Knoll (2:06.07) y el tercero de la brasileña Vittoria Lopes (2:07.37).

Personal médico atiende atletas después de una competencia de triatlón en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

Cuba es “envidiable”

El clima cubano es ideal para este tipo de competencias y eso se vio en la asistencia. Ya lo dijo Roberto Menescal, director técnico del Campeonato Iberoamericano de Triatlón, para quien “Cuba es una plaza envidiable por tener verano casi todo el año”.

En el Triatlón de La Habana fueron mayoría los cubanos, con 172 representantes. Pero los circuitos de la capital de la Isla son atractivos cada vez más para los visitantes. Hubo, incluso, 98 mexicanos y 66 estadounidenses.

Ganar en alguna las competencias es un premio al cansancio, al esfuerzo de kilómetros y kilómetros en que flaquean el cuerpo y la mente, para terminar extenuados, pero con la certeza de cumplir un reto. Pero en el triatlón, más allá del lugar final en la prueba, terminar es casi tan importante como subir al podio.

Muchos atletas necesitan recuperación después de decenas de kilómetros. Foto: Otmaro Rodríguez.

Salir de la versión móvil