Juantorena liberado de la vicepresidencia del INDER

Alberto Juantorena ha sido liberado de su cargo de Vicepresidente del Instituto Superior de Educación Física y Recreación (INDER). Pero realmente lo relevante del acontecimiento no es la abrupta noticia en sí, ni siquiera el sorpresivo movimiento, no lo es tampoco el fin de ciclo como dirigente del bicampeón olímpico de Montreal 76 después de 28 años de trayectoria ligados a este cargo, sino el absurdo de que semejante información se destape muchísimo tiempo después, tanto como, agárrense del escritorio, hace más de 4 meses, exactamente desde el pasado 17 de diciembre.

Tuvo que un periodista del semanario Sierra Maestra encontrarse a Juantorena en un parque de Santiago de Cuba haciendo ejercicios, para aclarar a todos el asunto, para reafirmar el secreto a voces que se esparcía de especulación en especulación. “Fui liberado del cargo, una liberación natural, yo no nací para ser vicepresidente toda la vida”.

Desde hace un tiempo para acá de Alberto y su destitución como dirigente nacional se ha dicho cualquier cantidad de barrabasadas, la gente inventa y le da rienda suelta a la imaginación, y como nadie contrasta ni ratifica nada, solo se siente el eco contundente del silencio sepulcral de las instituciones y entidades, en este caso del INDER, y de ahí que surjan en el imaginario popular cientos de entelequias forzadas.

En la entrevista, el vilipendiado Juantorena acordona queno aspiro a cargo, no quiero nada, sencillamente en mi tendrán a alguien a quien acudir e ir para donde haga falta.”

Ahora, ha quedado al frente de la Comisión Nacional de Atletismo como presidente. Al referirse, a los rumores que lo rodean, señaló: “la gente ha hablado muchísimo, lo sé, que si estoy preso, que si soy un corrupto, que si me fajé con fulano de tal, o con mengano…, esos son rumores, ése es el folklor del pueblo cubano”.

Si hay algo en lo que la gente condena a Juantorena es en su postura en el caso “Dayron Robles”, gran parte de los aficionados al deporte rey no le perdonan su posición como estandarte del empecinamiento que ha mediado en la reconciliación del atleta con su nación. Al respecto, explicitó que “él (Dayron) fue quien pidió la baja, él mismo se puso la soga al cuello,… a mí me echan la culpa, pero yo no tuve que ver con eso, hay que hablar con argumentos, él fue quien pidió la baja”.

 

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