La Habana aprende triatlón

El español Marcel Zamora, a sus 37 años, fue la gran estrella en La Habana / Foto: Adriana Rodríguez Vives

El español Marcel Zamora, a sus 37 años, fue la gran estrella en La Habana / Foto: Adriana Rodríguez Vives

Los habaneros, los cubanos, todavía sabemos poco de triatlón. No lo llevamos en la sangre, simplemente. Verdad tajante que puede cambiar con el paso de los años, cuando los incombustibles atletas que practican la disciplina llenen más y más el territorio antillano para deleitarnos con un derroche de energías sin igual.

Si eso finalmente sucede y el Campeonato Iberoamericano de Triatlón de La Habana no se queda en un mero ensayo, entonces los cubanos podrán cumplir los deseos, por ejemplo, de Marcel Zamora, un español que se desgastó durante más de cuatro horas y al cruzar la meta nos dejó un mensaje de atención.

“El pueblo cubano debe volcarse un poco más, sobre todo en la media maratón y la maratón, que es la parte más dura, el apoyo de la gente motiva y le da un sabor diferente al torneo. Imagino que el frío ha dejado a muchos en casa, pero en otros años espero sea distinto”, expresó el ibérico, triunfador en la media distancia como se esperaba por su tremendo palmarés internacional.

Sí, porque a pesar de que La Habana y Cuba no se asocian demasiado a lo que más vale y brilla del triatlón, la convocatoria de la Isla despertó interés en muchos rincones del planeta, al punto de que 30 países estuvieron representados en la capital caribeña, con 372 valientes en disputa.

Entre ellos Zamora, quien más allá de sus palabras para alentar a la afición nacional a participar, no dudo en confesar su agrado por el circuito y las condiciones de la justa, celebrada en condiciones inusuales por el tímido frío, el viento y la lluvia, elementos que no distinguen mayoritariamente el clima del archipiélago.

“Algunos decían que el agua estaba helada, pero yo la sentí súper bien, con temperatura muy cómoda en los canales de la Marina Hemingway. En la bici se puede rodar excelentemente, la carretera está en muy buenas condiciones, aunque luego en la carrera sopla mucho viento, hay demasiada humedad, y venir de Europa, donde hay más frío, cuesta trabajo”, declaró Zamora en exclusiva para OnCuba.

“Todo ha estado muy bien montado, aseguramientos, atención médica, los organizadores se han esforzado y le ha salido un evento de muy buena categoría, que puede ganar en nivel competitivo a medida que pasen los años y más atletas se interesen por las credenciales de acá. Al menos me llevo esa impresión, habrá que ver los criterios de quienes llegan detrás, porque siempre las condiciones del líder son más favorables”, consideró el ganador de la media distancia, reconocido mundialmente por su cinco victorias al hilo en el Ironman de Niza, Francia y sus dos títulos del Embrunman, en los Alpes franceses.

Suyo fue el show de la jornada dominical, al recorrer 1,9 kilómetros de natación, 90 en bicicleta y una media maratón (21,1 kilómetros) en 4:20.56 horas, con ventaja de 17 minutos sobre su más cercano perseguidor, el costarricense Ernesto Espinoza, otro viejo conocido de Cuba, pues intervino en 1998 en un Campeonato Panamericano en Varadero.

No obstante, si hablamos de derroche de energías y fuerzas, de voluntad inquebrantable, es obligada la mención a los participantes en la larga distancia (3,8 kilómetros de natación, 180 de ciclismo y 42,2 de carrera), sobre todo a los ganadores, protagonistas de un fenomenal esfuerzo solo al alcance de verdaderos hombres y mujeres de hierro.

El argentino Juan Manuel Ascope resultó el triunfador, y pese a la voz tomada por el agotamiento de 10:41.19 horas de competencia, solo pidió un poco de agua al cruzar la meta y se dispuso a hablar con la prensa, a quienes dio su palabra de regresar en el 2016 en pos de defender su corona.

“La Habana es un lugar privilegiado para realizar esta actividad, como triatleta sabía que podía ser todo espectacular. La parte de la natación fue muy linda, con las aguas cristalinas y muy tranquilas de la Marina. El ciclismo pensé que era llano pero tiene algunos desniveles muy bravos que agotan, y en la carrera la gente ha salido a dar ánimos”, declaró el argentino.

“Los colaboradores, los voluntarios, tuvieron una actuación muy buena, muy eficiente, había uno en cada calle y no dejaron escapar ningún nada, detalle muy positivo porque se logró vincular al pueblo con la organización de la competencia”, reseñó Ascope, quien protagonizó una tremenda remontada en el último tramo de carrera.

“No me esperaba terminar en primer lugar, a (Héctor) Fonseca, el segundo lugar, lo veía muy bien, con buena ventaja para ganar. Además, tuve que caminar por tramos debido al cansancio, pero en la cuarta vuelta de la maratón la adrenalina, las ganas, me ayudaron a aumentar el ritmo y rematar”, dijo el sudamericano.

Sobre la preparación de cara a un evento de tal magnitud, Ascope explicó lo complicado que se torna la alimentación y entrenar tres modalidades distintas. “En las fiestas tomé agua y comí muy poquito, como una jornada normal de entrenamiento. Ya diez días antes de viajar a La Habana bajamos la intensidad y desde el martes ya no hice nada para llegar lo más descansado y relajado posible.

“Mi fuerte no es la natación, la bici y el trote se me dan mucho mejor, logro recortar diferencias en esas pruebas, porque del agua casi siempre salgo en segundos pelotones, a cuatro o cinco minutos de los primeros, como pasó acá. Pero después tomo el ritmo y puedo recuperar el terreno perdido, aunque debo mejorar en el agua”, destacó el argentino de 30 años.

Pero Juan Manuel Ascope no fue el único titán de la aventura habanera, en la rama femenina la estadounidense Kathleen Smith triunfó entrada la noche, cuando ya casi todos iban en retirada. Además de Smith, solo otras dos mujeres completaron el trayecto, la mexicana Tabata Carrasco Pinal y la española Alicia García, esta última 14 horas después de iniciar la justa en la Marina Hemingway.

También entre las mujeres pero en la media distancia, triunfó la francesa Matilde Batailler en 5:16.03 horas, escoltada por Mauren Solano, de Costa Rica y la brasileña Graciella Renzzo.

Sprint bajo agua

Un poco menos extenuante, pero igual de exigente fue la prueba de sprint del sábado, en la cual emergieron triunfadores la estadounidense Renee Tomlin y el mexicano Rodrigo González, quienes aspiran a elevar su nivel de cara a los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.

“Ser una de la atletas de vanguardia en este campeonato cubano representa mucho para mí, más porque es la primera vez que viajo acá y además, somos países vecinos, muy cercanos, es realmente especial”, destacó Tomlin en conversación con OnCuba.

“Las condiciones son perfectas, el circuito fue muy sencillo, rápido, todo fluyó a la perfección. El clima estuvo ideal también, había amenaza de lluvia, pero no cayó y completamos la carrera muy cómodas. Ese es mi punto fuerte y he elevado bastante el nivel en la bicicleta, pero de manera general las prácticas son muy fuertes en cada una de las modalidades”, relató la norteña.

Tomlin quedó por delante de su compatriota Kirsten Casper y la española Tamara Gómez, joven de 23 años que regresará a Cuba, “si no es para competir pues de vacaciones, pero seguro que vuelvo.

“Es la primera vez que estoy en Cuba, me gusta mucho La Habana, que es lo que he visto. El circuito ha sido bastante fácil, sobre todo la parte de la bici, que suele ser el más complicado, pero acá no, el tramo es llano, ancho, muy rápido, excelente”, expresó Tamara, nadadora desde los cinco años.

“Ha hecho bastante calor y humedad, que siempre golpea por el peligro de deshidratación. En España veraneo en sitios donde hace bastante calor, algo similar al clima de Cuba, y ya estoy más adaptada, por eso no sentí tanto el agotamiento”, concluyó.

Por su parte, Rodrigo González, el mexicano ganador entre los varones, confesó que esperaba circunstancias más severas. “Muy bonita la competencia, tenía una expectativa muy diferente de cómo iba a ser la carrera. Cuando escuché Cuba pensé que iba a estar soleado, con mucho calor, venía preparado para un sol radiante, con la gorra y todo para correr, pero fue distinto por completo, ni siquiera acabé con las dos botellas de agua en la bici.

“Esto es lo emocionante del deporte, te puede cambiar todo de un momento a otro, no puedes controlar las condiciones meteorológicas. Pero al final no hubo frío, y fue una experiencia muy emocionante correr con el viento y la lluvia”, opinó el azteca, apasionado del fútbol y baloncesto, y nada cercano al agua en edades tempranas, al punto de que solo sabía flotar.

Punto de partida para cuba

Contrario a lo que se pueda pensar, Cuba tuvo una participación activa en el certamen, donde compitió la inmensa mayoría de la preselección nacional y los aficionados de la disciplina, tanto los jóvenes talentos como los veteranos.

En el orden individual destacaron Michel González, Leslie Amat y Lisandra Hernández, medallista de bronce en los Centroamericanos de Veracruz 2014, quienes ahora no lograron incluirse en el podio pero obtuvieron puntos válidos para el ranking clasificatorio a los Panamericanos de Toronto.

Ellos continuarán su preparación y, además de la lid continental y otros torneos previstos en el calendario internacional, aspiran que se repita el campeonato en La Habana, cuestión que según los organizadores ya está garantizado.

De conjunto, la Organización C. D. Acción XXI de Huelva junto a la sociedad Cultural José Martí, dos de los gestores principales de la lid, firmaron contratos con la Unión Internacional de Triatlón (ITU por sus siglas en inglés) para la realización durante los tres años venideros, a fin de “crear una infraestructura organizativa y material que permita a la Federación Cubana solicitar la realización de una de las fases de la Copa del Mundo.

Esto tendría una incidencia directa en el desarrollo del triatlón en Cuba, donde se cuenta al menos con un circuito alabado por los cientos de participantes que invadieron La Habana.

“La competencia estoy muy bien, con categoría, vinieron hombres que se ubican en el top 100 del ranking mundial a pesar de estar en el segundo o tercer nivel de sus países, y la gran mayoría se lleva un criterio positivo del evento, lo cual nos ayudará a mantenerlo en próximos años”, explicó Michel González, principal exponente de la selección nacional cubana.

“Lo importante es establecer el circuito como algo regular en el calendario internacional, una oportunidad tremenda para los atletas del patio, muchos de los cuales no tienen ni 10 triatlones a este nivel. Precisamente, por eso tiene tanto valor la oportunidad de enfrentar a rivales con experiencia en torneos de categoría universal”, añadió el antillano.

“Esto es un sueño posible, realizable, porque este circuito es muy parecido a algunos de México, Puerto Rico, República Dominicana, Costa Rica, nada que envidiarle, ojalá que a los atletas les haya gustado y empujen también por regresar a otros compromisos”, concluyó.

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