Yaimé Pérez: “La Perkovic no me impresiona”

Yaimé Pérez. Foto: diamondleague.com

Yaimé Pérez. Foto: diamondleague.com

A simple vista, Yaimé Pérez no luce tan corpulenta como otras discóbolas. Sus 1,75 metros de estatura y 74 kg de peso, quedan a la saga, por ejemplo, de los 1,83 m y 85 kg de la fenomenal Sandra Perkovic. Pero con el disco en la mano, pocas pueden decir que han logrado vencer a la superdotada croata.

Yaimé lo ha hecho.

La muchacha nacida en Songo-La Maya en 1991 y a quien se le conoce como “la Rusa”, es actualmente una de las mejores de su especialidad. Tiene, ciertamente, una deuda con los grandes eventos, pero en los mítines atléticos y paradas de la Liga del Diamante lleva varios años inscribiendo su nombre. Solo que, en esas competencias, también suele estar la Perkovic.

El pasado 4 de mayo Yaimé pudo haber ganado el torneo de Doha. Con sus dos primeros disparos (65,33 y 66,82 metros) dejó claro su buen estado deportivo, pero la croata plantó bandera y volvió a salirse con la suya. Sus 71,38 no dejaron margen a las dudas y marcaron un comienzo de temporada impresionante.

Para colmo, ni siquiera se mostró sorprendida.

“No me sorprendió, vine realmente preparada y les mostré a las otras muchachas que estoy en forma”, dijo al sitio oficial de la Asociación Internacional (IAAF).

Es difícil competir bajo la sombra de una atleta excepcional por sus resultados y su autoestima, de una doble campeona olímpica y mundial y recordista planetaria que, por demás, lleva cinco años lanzando por encima de 70 metros. Un monstruo.

Pero tanto linaje no impresiona a la cubana. No en el campo de batalla.

“Para nada –le confirma en exclusiva a OnCuba–, cuando salgo trato de hacer mi competencia. Ella puede tirar mil que yo me concentro en hacer bien mi trabajo, en mejorar la parte técnica.”

La Perkovic es una atleta excepcional, prácticamente imbatible desde hace algunos años. Foto: nbcolympics.co
La Perkovic es una atleta excepcional, prácticamente imbatible desde hace algunos años. Foto: nbcolympics.co

Yaimé no niega que su rival esté “fuera de serie”, pero, acota, “yo también empecé teniendo un buen año, aunque aún no estoy el tope competitivo y mi evento fundamental son los Centroamericanos”.

Tras varias temporadas de porfía, la croata y “la Rusa” son rivales inseparables. Sin negar la calidad de otras competidoras –como la cubana Denia Caballero, también vencedora de la Perkovic alguna vez–, muchos hablan de la suya como una relación tormentosa, de un dual meet heroico por desnivelado, como el de Asafa Powell con Usain Bolt o el de Amarilis Savón con Ryoko Tamura.

Yaimé Pérez lo sabe, pero no se amedrenta. Ni siquiera por el hermetismo y el carácter de la vigente campeona.

“Hemos compartido, pero no nos comunicamos mucho –asegura la santiaguera–. Ella habla un poco de español y, a veces, nos saluda. Es muy competitiva y no le gusta perder. Le ganas y te lanza cada mirada…”

“Yo le he ganado cuatro veces y me ha mirado con mala cara”, dice sonriente.

Para seguir provocando esas miradas, “la Rusa” tendrá que exigirse al máximo. Seguir mejorando su técnica y vencer sus inseguridades.

“Soy una persona que cuando se siente demasiado bien se pone ansiosa y tengo que aprender a controlar eso. Es algo que he empezado a trabajar con mi psicóloga y ya he avanzado bastante”, afirma.

Por lo pronto, este año ya suma tres enfrentamientos con la Perkovic y también tres derrotas. Pero solo ante la croata. Nadie más ha podido ponerle un disco por delante.

Este 30 de junio competirá en París, en La Liga del Diamante, donde debe volver a encontrarse con su sempiterna rival. Ese día podría cambiar su suerte.

Yaimé, sin embargo, mira más allá: “Mi añoranza, como la de cualquier atleta, es ser campeona olímpica y mundial”.

Ante el escollo de la croata, sin dudas, no la tiene fácil, pero quien conversa con “la Rusa” reconoce en ella una fuerza que, de encontrar cauce, podría echar abajo el muro infranqueable de la Perkovic.

Derribar esa pared podría traer una nueva luz al atletismo cubano.

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