Luego de dos desvelos insufribles contra Países Bajos e Italia, la selección cubana de béisbol experimentó una metamorfosis total y derrotó contundentemente a Panamá y Taipéi de China para aumentar sus opciones de seguir con vida en el V Clásico Mundial.
En Taichung, la escuadra antillana vapuleó 7-1 esta madrugada a los anfitriones, que no pudieron poner los pies en la tierra frente a una tanda desaforada desde el mismo inicio del partido. Un larguísimo doble de Yoan Moncada por el jardín central encendió la chispa de la nave cubana en el mismo episodio de apertura, el cual saldaron con cuatro anotaciones.
Las dos primeras las remolcó Alfredo Despaigne con un doble al derecho, una soberana línea que salió disparada a 108.4 millas. Enseguida, Erisbel Arruebarrena no quiso quedarse atrás y despachó un cuadrangular de 408 pies por todo el jardín central del Taichung Intercontinental Baseball Stadium.
El ataque cubano no se detuvo ahí. En el segundo episodio, Yadir Drake y Yadil Mujica pegaron imparables consecutivos y el inicialista yumurino anotó luego por roletazo al cuadro de Roel Santos. Por si fuera poco, Moncada conectó otro vuelacercas por el derecho para dejar la pizarra 6-0.
En el cuarto inning, Drake volvió a embasarse por doble y pasó por la registradora gracias a un cañonazo impulsor de Roel. Con el marcador 7-0, la ofensiva cubana se relajó, aunque en total pegaron 13 cohetes frente a seis lanzadores de Taipéi.
A la par del bateo, los serpentineros antillanos también dieron una extraordinaria demostración. El abridor Elián Leyva caminó 2.1 entradas en blanco a ritmo de cuatro ponches, pero en el tercero tuvo que salir del juego por una molestia en su mano de lanzar.
“Tenía algunos calambres en el brazo por el tiempo que llevaba sin trabajar y por la humedad de este lugar, que es muy alta. Pude hacer algunos ajustes para retirar los innings, pero preferí prevenir y avisar a la dirección de las molestias antes de poner en riesgo al equipo”, señaló Leyva en declaraciones ofrecidas al periodista Roberto Ramírez.
En lugar de Leyva entró el guantanamero Miguel Romero, quien sacó los dos últimos outs del tercer inning con par de ponches. De ahí en adelante, el relevo cubano hizo el trabajo. El propio Romero liquidó 2.2 episodios sin permitir carreras, mientras Onelki García y Liván Moinelo retiraron a los nueve bateadores que enfrentaron entre el sexto y el octavo.
Solo el pinareño Raidel Martínez afrontó complicaciones en el final del noveno y permitió una carrera por un infield hit de Wei-Chen Wang y doble remolcador de la estrella asiática Yu Chang.
Solo Raidel Martínez afrontó complicaciones en el final del noveno y permitió una carrera por un infield hit de Wei-Chen Wang y doble remolcador de la estrella asiática Yu Chang. No obstante, el pinareño se recuperó y selló la victoria cubana.
Este resultado elimina no clasifica automáticamente a Cuba, pero sí lo coloca en muy buena posición para colarse por quinta ocasión consecutiva entre los ocho mejores equipos del Clásico Mundial. El desenlace dependerá del duelo entre Países Bajos e Italia, que cierra las acciones del grupo A en Taichung.
Si los holandeses derrotan a los italianos, pasarían como primeros de la llave y Cuba quedaría igualado (dos victorias y dos derrotas) con Taipéi y Panamá, rivales a los que superaron en sus duelos directos. Por ello, clasificarían como segundos a la siguiente instancia.
En caso de que los transalpinos desbanquen a los tulipanes, entonces se produciría un empate entre los cinco equipos del grupo, todos con balance de 2-2, lo cual nos obligaría a sacar la calculadora para determinar cuáles son las dos novenas de mejor cociente al dividir las carreras permitidas entre los outs a la defensa.
En ese aspecto, Cuba tiene un indicador de 0.138 (15 carreras permitidas y 108 outs a la defensa), mejor que el de Panamá (0.200) y Taipéi de China (0.287). Antes de arrancar su duelo, Países Bajos (0.153) e Italia (0.197) también tienen peores indicadores que el plantel de la isla, que podría hasta terminar como líder del grupo.
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