Despaigne, el ‘forro’ y la autoestima

Ahora mismo no hay noticia más sonora en el universo del béisbol. Ni el contrato de Yulieski Gourriel en Japón -porque era algo que se veía venir-, ni la lesión en el codo de José Fernández –porque esa clase de suceso pertenece a los cálculos-, ni el violento comienzo de campaña de Troy Tulowitzki –a fin de cuentas, el torpedero de los Rockies siempre ha sido un fenómeno ofensivo.

Lo que más suena hoy en las páginas que atienden la pelota se vincula con el jardinero Alfredo Despaigne, quien a todas luces ha estado jugando en la Liga Mexicana de Béisbol con un pasaporte dominicano falso.

El slugger granmense, una estrella indiscutible del team Cuba, viste desde la temporada precedente el uniforme de los Piratas de Campeche, para los que promedia un global de .337 (69 hits en 205 turnos), con 13 jonrones y 38 impulsadas en 51 partidos.

Gran rendimiento. Sin embargo, sucede que el campeonato profesional azteca está afiliado a la Asociación Nacional de Béisbol de Estados Unidos con el rango de categoría Triple A, y por ende sobre él pesan las regulaciones del pertinaz bloqueo estadounidense contra Cuba.

La pita está enredada, y de momento no aparece la otra punta. Según escribió en ESPN.com el conocido periodista Enrique Rojas, la liga de aquel país ha abierto una investigación sobre el caso tras confirmarse que el pasaporte del outfielder fue confeccionado con datos de dos ciudadanos dominicanos y una cédula de identidad falsa.

Ojo: otros cubanos han jugado hace poco en el béisbol rentado de México –en la campaña previa también estuvieron Michel Enríquez y Yordanis Samón-, pero ocurre que la situación cambió en 2014 debido a que la referida Asociación advirtió que esta vez allí no podrían firmar a peloteros que tuvieran residencia fija en la isla.

La información divulgada por Rojas enfatiza que Despaigne no tiene ningún familiar en República Dominicana, y que el documento apócrifo fue expedido el 24 de abril de 2013, mientras el jonronero oriental defendía como refuerzo los colores de Pinar del Río en la Serie Nacional.

Una fuente relacionada con el poderoso número ‘54’ dijo que el atleta desconocía estar registrado con esa nacionalidad, y que él no haría comentarios sobre el tema hasta tener más información de lo que está ocurriendo.

Plinio Escalante, presidente de la Liga Mexicana, no demoró en llegar a los micrófonos. “En estos momentos –declaró- estamos abriendo una investigación para determinar la legalidad del pasaporte dominicano que sometió Campeche para inscribir a Despaigne. De haber alguna irregularidad, el pelotero tendrá que dejar de jugar inmediatamente y habrá sanciones para el equipo”.

De ser cierto lo anterior, la vergüenza hará acto de presencia una vez más en nuestra pelota. Eso, porque el bloqueo norteamericano carece de pretexto, pero tampoco se justifica la inocencia de violarlo para nada. Quiero decir, innecesariamente. Ávido de peloteros cubanos, el escenario japonés es cien veces más propicio económica y deportivamente. Luego, ¿para qué tanto ‘invento’?

De donde quiera que haya salido la peregrina idea de falsear al pasaporte de Despaigne, fue un disparate en toda regla. El de los Alazanes está apto para jugar en cualquier pelota de este mundo, y no hay razón alguna para el tour de force que, vana y ridículamente, se ensayó.

En el proceso de reinserción del pelotero cubano en las ligas profesionales del planeta, lo primero ha de ser -así lo creo- conservar la autoestima. O sea, ambicionar objetivos que excedan el nivel beisbolero que pueden ofrecer los Piratas de Campeche y la pelota mexicana.

¿Que nos cierran las puertas en Estados Unidos? Okey, nos vamos a Japón.

despaigne foto

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