El agujero que abre César Prieto en la selección cubana de béisbol

El infielder cubano César Prieto, uno de los principales prospectos que mantenía vínculos con el movimiento deportivo antillano, abandonó la delegación que participará en el Preolímpico de las Américas en la Florida. Su decisión abre un hueco enorme en la novena caribeña.

El cienfueguero César Prieto, uno de los principales prospectos del béisbol cubano, abandonó la delegación antillana que participará en el Preolímpico de las Américas en Florida. Foto: Aslam Castellón.

El cienfueguero César Prieto, uno de los principales prospectos del béisbol cubano, abandonó la delegación antillana que participará en el Preolímpico de las Américas en Florida. Foto: Aslam Castellón.

Si las opciones de clasificación del béisbol cubano en el Preolímpico de las Américas eran remotas, la abrupta salida del camarero César Prieto abre una incógnita todavía mayor sobre las posibilidades de la novena antillana dirigida por Armando Ferrer, que aterrizó este miércoles en la tarde en Florida, Estados Unidos.

Solo unas horas después del arribo, Prieto se subió a un auto que lo esperaba en las afueras del hotel Hilton Garden de West Palm Beach y abandonó la concentración, según múltiples reportes de prensa. Sin tantos detalles, la Federación Cubana de Béisbol confirmó posteriormente la salida del infielder, que deja un enorme hueco en el plantel antillano.

Prieto es uno de los principales prospectos de la pelota nacional. En tan solo cuatro temporadas (incluyendo play off) en Cuba dejó línea ofensiva de .357/.420/.493, con 91 extrabases y 385 imparables. Su desempeño durante el último clásico doméstico fue particularmente notable, pues terminó como líder de los bateadores (.403) y eslabonó una impresionante cadena de 45 partidos consecutivos bateando de jit.

A juzgar por sus 22 años y sus notables habilidades ofensivas, las cuales condimenta con un estilo explosivo y de máxima competitividad, Prieto será objeto de deseo de varias organizaciones de Grandes Ligas en cuanto se convierta en agente libre. Justamente, esas virtudes eran una de las puntas de lanza de la novena caribeña en el Preolímpico, pero ahora tendrán que buscar variantes de emergencia.

César Prieto, el nuevo emperador del jit

La situación, desde el punto de vista estrictamente competitivo, es caótica. El hecho de no tener a un camarero natural abre una grieta tremenda en la línea central, ya de por sí no muy sólida dada la presencia de un receptor como Yosvani Alarcón, que ofrece muy pocas garantías defensivas.

Para colmo, ahora Cuba solo tiene cuatro jugadores (Yadil Mujica, Yordan Manduley, Dayán García y Erisbel Arruebarrena) para cubrir tres plazas del infield (segunda, tercera y campo corto), panorama que podría agravarse si, por cualquier motivo, no se puede contar con alguno de esos cuatro efectivos en las próximas jornadas.

Las variantes en este punto no abundan. A priori, lo más probable es que Dayán se mueva a la segunda almohadilla (posición bien conocida por él) y Mujica entre en la antesala, donde mostró mucha seguridad durante la final de la pasada Serie Nacional. Otra opción es poner a Manduley como intermedista, rol que ha asumido en esporádicas ocasiones.

Fuera de eso, no hay más posibilidades, porque ninguno de los seis jardineros tiene experiencia –ni siquiera empírica– como segunda base, un puesto de notable complejidad e importancia en el juego.

Conscientes de todo lo anterior, sí hay malestar dentro de la delegación por el abandono de uno de sus principales baluartes, aunque en sentido general los jugadores no se identifican con el discurso trillado que las autoridades cubanas tienen preconcebido para este tipo de situaciones.

“Nos deja quemados antes de empezar a jugar”, dijo a OnCuba uno de los miembros de la escuadra caribeña que pidió no ser identificado. En la misma cuerda, otro efectivo del plantel nacional aseguró que la noticia, si bien no lo sorprendió, le molestó por las formas.

“Podía competir y después irse. Eso es lo que han hecho varios jugadores en otras ocasiones. Aquí no hay tantas medidas de seguridad como en otros torneos, solo los protocolos normales por la COVID-19. Es un jugador importante, lo vamos a sentir, pero cada cual tiene motivos para tomar este tipo de decisiones”, apuntó la fuente.

La racha de César Prieto, una mirada global

Varios aficionados también han manifestado su disgusto en las redes sociales. En términos generales, muchos no cuestionan que el jugador haya decidido buscar nuevos horizontes, sino el momento en que ha movido fichas, antes de competir y aportar al equipo con el cual tenía compromiso.

“Hermano, no te critico por tus sueños de jugar en otra liga, pero al menos pudiste jugar el Preolímpico con tus hermanos cubanos. Dejaste a tus compañeros abandonados a su suerte y eso deja mucho que decir. Esa es la actitud del desespero del dinero. Miren a Yuliski Gurriel, tan criticado aquí en Cuba, pero cuando se fue al menos jugó la competencia con sus compañeros, esa sí es una actitud digna de reconocer. Y no tiro piedras en techo ajeno porque el mío es de vidrio, pero todos los que hagan eso, los que abandonen su equipo antes de la competencia son unos traidores”, dijo el usuario Alain Ortega en uno de los grupos de debate sobre béisbol cubano en las redes sociales.

Otros, en cambio, justifican el accionar de César Prieto: “A todos esos que dicen que César es un traidor, que tenía que jugar en el Preolímpico y después irse, las oportunidades se aprovechan y él la tuvo. Que lo haga después, de todas formas le van a meter ocho años (vetado para entrar a Cuba) por la cabeza y le van a decir traidor. Su compromiso es con él y con su familia. Ninguno de los que le critican le resuelven ningún problema ni a él ni a su familia”, escribió el usuario Joel Martínez en Facebook.    

En la misma cuerda, una leyenda del béisbol cubano como René Arocha también aplaudió la decisión del cienfueguero. “Bien por ti muchacho, estás haciendo historia. Hace exactamente 30 años tomé la misma decisión que hoy tomas tú, casi con la misma edad. Hoy, 30 años después, nunca me he arrepentido de aquel magistral escape en el año 1991 y estoy seguro que tú también dirás lo mismo tan pronto como mañana. Has dejado atrás un diabólico país para llegar a esta gran nación. Bienvenido a la libertad, hermano. Una canción define una época: tú llegaste con «Patria y Vida», yo llegué con «Ya viene llegando»”, señaló Arocha.

Al margen de que sea la decisión correcta o no, de que la haya tomado en el momento correcto o no, es indudable que la salida de César Prieto supone un mazazo emocional para el conjunto cubano que intervendrá en el Preolímpico, al que le añade, además, otra dosis de tensión en medio de un ambiente cargado en la Florida.

Luego de que Prieto se robara la arrancada, ahora las apuestas no están enfocadas en el desempeño de Cuba en el Preolímpico, sino en quién será el próximo en quedarse y en cuántos finalmente decidirán separarse del equipo.

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