Final Serie 60: Si los Santos siguen con Granma…

Los Alazanes de Granma se han puesto a mitad de camino para conseguir la corona del béisbol cubano por tercera ocasión en su historia.

Raico Santos ha sido una bujía para los Alazanes durante toda la temporada. Foto: Ismael Francisco/Facebook.

Los Alazanes de Granma solo han perdido tres partidos de 13 en su paso por las finales de la pelota cubana, lo cual es verdaderamente espectacular, teniendo en cuenta que en sus restantes 107 salidas de postemporada presentan balance de 44 éxitos y 63 derrotas. Con esa línea triunfal se han agenciado dos coronas y casi que la mitad de otra, pues se encuentran justo a dos partidos de desbancar a los Cocodrilos de Matanzas en la actual contienda beisbolera.

En sentido general, los Alazanes cambiaron su dinámica en play off desde de la edición 56 del clásico doméstico, cuando conquistaron su primer título. Sumando solo los resultados a partir de aquella campaña, los discípulos de Carlos Martí tienen 25 éxitos y 11 derrotas, y no han perdido ninguna serie en la zona decisiva del campeonato.

Si a usted no le impresiona esto es porque probablemente no se ha percato de que Granma fue un equipo infame en sus anteriores experiencias de play off. Antes del 2016, los Alazanes solo acumulaban 29 victorias en 84 desafíos en dicha instancia, para un bajísimo promedio de .345, el segundo más bajo entre los 18 conjuntos que han disputado al menos una serie de postemporada.

Sin embargo, todo ha cambiado en los últimos tiempos, como ya mostramos. Los Alazanes son hoy uno de los elencos más competitivos del campeonato, con una base sólida de jugadores experimentados y talentosos, quienes han mantenido el tradicional despliegue ofensivo de la novena y han dado un salto notable en cuestiones defensivas.

Mucho tienen que ver en este despegue la columna vertebral del conjunto, compuesta por Roel Santos, Carlos Benítez y Guillermo Avilés. Miembros de la selección nacional en distintos períodos, ellos han sido los encargados de liderar la novena en ausencia de Alfredo Despaigne con su bateo contundente. Para mejores dividendos, han despuntado definitivamente este año Osvaldo Abreu, Raico Santos, Iván Prieto, Alexquemer Sánchez y Guillermo García, quienes conforman un lineup versátil y balanceado entre zurdos y derechos.

Final Serie 60: Alazanes dan primero y Blanco sigue en modo MVP

En esta telaraña que incomoda a los lanzadores rivales tienen mucho peso los bates de los primos Santos. Roel y Raico son un auténtico dolor de cabeza por su capacidad para embasarse, su velocidad en los senderos y su oportunidad a la hora buena. Sin ir muy lejos, ellos tuvieron incidencia en las seis carreras de los Alazanes en el segundo desafío de la final, y en el primero Roel anotó dos de las tres rayas de su plantel.  

El caso de Raico es digno de señalar, porque ha sido el verdadero paño de lágrimas para los Alazanes durante todo el año, cuando no estaba Despaigne, cuando Roel y Avilés se marcharon a contratos en Venezuela y México, respectivamente. En esas circunstancias, el pimentoso zurdo dio un paso adelante y hoy es una de las bujías.

A eso debemos añadir una rotación de abridores bastante fiable, con un as (Lázaro Blanco) que arrastra al equipo, y dos figuras que han dado con la clave para dominar en el béisbol cubano: Leandro Martínez y César García. Ellos cargan con el peso del pitcheo, pues el cuerpo de relevistas ha sido inestable durante toda la temporada.

Con esas armas, Granma se ha colocado a medio camino para conquistar la tercera corona de su historia. Ahora, tienen contra las cuerdas a los Cocodrilos de Matanzas, que se encuentran ante el mismo escenario de semifinales, cuando perdieron los dos primeros choques frente a Las Tunas y después ganaron cuatro en línea.

Los pupilos de Armando Ferrer, si desean retener el título, deben gestar otra remontada, algo que es bastante poco común. Desde que comenzaron los cruces en los play off en la 30 Serie Nacional, solo en diez ocasiones un equipo que se debajo 0-2 ha logrado dar la vuelta y llevarse el duelo.

La primera vez que eso ocurrió fue precisamente en la discusión del título de 1999 (Serie 38), cuando Santiago de Cuba se recuperó de dos tropiezos iniciales en el Latinoamericano y terminó conquistando la corona frente a Industriales, en siete encuentros. Después, solo se repitió la historia en otras dos finales: 2010 y 2017.

En la Serie 49, los Industriales de Germán Mesa borraron una desventaja de 0-2 en la pelea por el cetro ante Villa Clara, que sufrió una de las más sonadas derrotas en la historia del béisbol cubano. Aquel duelo terminó en siete partidos con otra remontada azul, que ganaron el sexto y el séptimo pleitos en el Sandino cuando estaban debajo 2-3.

El otro regreso espectacular en finales lo protagonizaron los propios granmenses, quienes perdieron los dos primeros choques de su match ante los Leñadores de Las Tunas en la Serie 57, y después lograron conquistar su segundo título consecutivo en cotejo que se extendió también a siete juegos.

Además de estas tres finales y el mencionado caso de Matanzas vs. Las Tunas en semifinales de la presente temporada, solo en seis ocasiones adicionales se ha dado que un equipo comience debajo 0-2 en una serie de postemporada y después consiga la victoria global.

En ese grupo resaltan dos remontadas de Industriales contra Metropolitanos e Isla de la Juventud en las Series 39 y 45, respectivamente, en las cuales los Leones estuvieron al borde de la eliminación, porque fueron duelos al mejor de cinco. Sin embargo, en ambos casos los azules lograron salir a flote.

El resto de las remontadas tras ir perdiendo una serie 0-2 son las que siguen:

*Santiago de Cuba sobre Camagüey en las semifinales de la Serie 40. Terminó 4-2.

 *Pinar del Río sobre Sancti Spíritus en las semifinales de la Serie 47. Terminó 4-3.

*Ciego de Ávila sobre Las Tunas en los cuartos de final de la Serie 51. Terminó 4-3.

*Matanzas sobre Sancti Spíritus en las semifinales de la Serie 52. Terminó 4-3.

La mirada de los matanceros se enfoca ahora mismo en estos ejemplos, que pueden servirle de impulso para aumentar las revoluciones y tratar de cazar a los granmenses; pero, si los primos Santos y compañía siguen a su ritmo, será muy difícil pararlos.

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