Final SN 58: Sangran por la herida

Lo mejor, lo peor, la clave, lo imperceptible, la polémica, la predicción y las reacciones tras el cuarto partido de la final entre Leñadores y Leopardos

Villa Clara vio como se le escapaba la posibilidad de la victoria por una pésima defensa en el cuarto y quinto episodios. Foto: Gabriel García

Villa Clara vio como se le escapaba la posibilidad de la victoria por una pésima defensa en el cuarto y quinto episodios. Foto: Gabriel García

Seguimos en juego. Quizás solo por un día más, pero las acciones de la 58 Serie Nacional de Béisbol no terminan. A los Leñadores de Las Tunas les resta una victoria para coronarse campeones por primera en su historia, pero no afrontan el reto con ansiedad.

En el cuarto partido de la final contra los Leopardos de Villa Clara, los tuneros recuperaron el paso y pusieron el duelo a punto de mate, en gran medida por el factor suerte, detalle que comúnmente, en alguna pequeña dosis, necesitan los equipos ganadores.

Con cerrada pizarra de 7-5 desbancaron en sus predios a los naranjas, que ahora sangran por la herida, golpeados por sus propios errores. Los Leñadores tendrán tres oportunidades de campeonato; ganar el último juego de la temporada es su única misión.

A continuación repasamos los aspectos decisivos del cuarto partido.

Yoelkis Cruz volvió a ser determinante para Las Tunas y se apuntó otro salvamento crucial en la postemporada. Foto: Gabriel García
Yoelkis Cruz volvió a ser determinante para Las Tunas y se apuntó otro salvamento crucial en la postemporada. Foto: Gabriel García

Lo mejor: Si Yoelkis Cruz estuvo entre lo peor del tercer encuentro, en el cuarto cambió la tónica y fue el punto más alto de Las Tunas. Su relevo en el octavo capítulo con las bases llenas y sol un out resultó determinante.

Cruz volvió a verse con aceptable velocidad y mejor control, armas que le ayudaron a sortear las emboscadas de Villa Clara. Válido destacar que su margen de error era estrecho, porque sus compañeros jamás pudieron ampliar la ventaja ante los certeros envíos de Wilson Paredes, inmenso en la lomita rival.

Lo peor: Yunior Paumier pegó su primer jit de la final en un momento totalmente intrascendente, y falló en las situaciones de presión. En toda la postemporada solo ha conectado tres inatrapables en más de 30 veces al bate. Un desastre.

No hay ninguna justificación para que Eduardo Paret lo mantenga en el segundo turno en partidos donde se juega la vida. El argumento defensivo tiene un peso en el caso, pero no puede ser decisivo a la hora de determinar quién ocupa los puestos de responsabilidad en el lineup.

Yunior Paumier, además de ser totalmente anulado a la ofensiva, se vio muy lento en el pivoteo y eso costó carreras a Villa Clara. Foto: Gabriel García
Yunior Paumier, además de ser totalmente anulado a la ofensiva, se vio muy lento en el pivoteo y eso costó carreras a Villa Clara. Foto: Gabriel García

Paret ha sido muy indulgente a la hora de manejar esta situación, y en la grada del Sandino ya se lo cobran. “La confianza tiene un límite, Paret”, se escuchó tras uno de los fallos de Paumier.

El otro punto muy negativo del cuarto encuentro lo puso Yeniet Pérez, quien no hizo caso a las señas del dogout y buscó un sacrificio en el octavo episodio, con el empate en la inicial. La jugada no era mala, pero si no la habían indicado desde el banco, entonces no podías lanzarte a lo loco, por pura inspiración.

A la postre, el intento de sacrificio no fructificó y forzaron a un corredor en la antesala. Inaceptable actitud de Yeniet, uno de los peloteros con mayor experiencia del equipo.

La clave: Aunque no mostraron ni de cerca el poder ofensivo con que intimidaron al inicio de la final, los llamados “breaks” del béisbol rompieron otra vez a favor de Las Tunas.

Fabricaron cinco carreras cruciales en un inning en el que solo conectaron un jit, y sin mucha fuerza. Ahí aprovecharon los errores defensivos de Villa Clara y el descontrol de Alain Sánchez, quien antes solo había otorgado un pasaporte gratis.

Contra Las Tunas, definitivamente, los outs tienen que ser outs, y si regalas algo a un equipo con tantas variantes ofensivas, entonces lo pagas muy caro.

Los dioses del béisbol parecen acompañar a los Leñadores, cuya defensa, por cierto, estuvo impecable en el cuarto desafío, con varias jugadas de doble play y mucha seguridad para fildear y sacar out en las conexiones de rolling.

El trabajo de Alexander Ayala y Jorge Alomá alrededor del segundo cojín fue impecable. Foto: Gabriel García
El trabajo de Alexander Ayala y Jorge Alomá alrededor del segundo cojín fue impecable. Foto: Gabriel García

Lo imperceptible: La defensa interior de Villa Clara había estado inmaculada en el inicio del duelo, cubriendo muy bien las espaldas de Alain Sánchez, quien forzó a los tuneros a conectar de rolling en varias oportunidades.

Sin embargo, tras el primer tercio, cometieron fallas claves. Paumier, por ejemplo, demoró una eternidad en un pivoteo para liquidar un doble play en el cuarto episodio; la acción le costó carreras.

Un inning más tarde Yeniet Pérez pifió con las bases llenas un rolling no tan complicado de Yosvani Alarcón. A César Prieto también se le escapó un rodado de Yasiel Santoya con los ángulos congestionados, aunque la pelota se le levantó sin que pudiera hacer mucho.

De cualquier manera, la defensa incidió mucho en el destino del duelo, al punto de que Las Tunas anotó cuatro carreras sucias.

A diferencia de Villa Clara, los tuneros supieron aprovechar cada una de las oportunidades que le brindaron. Foto: Gabriel García
A diferencia de Villa Clara, los tuneros supieron aprovechar cada una de las oportunidades que le brindaron. Foto: Gabriel García

La polémica: Pablo Civil toma decisiones extrañas en ocasiones, aunque le salgan bien. En el quinto inning, con desventaja de solo una carrera y dos hombres en circulación, sin out, mandó a sacrificarse a Jorge Jhonson.

Por muchas vueltas que le demos, no tenía mucho sentido sacrificar a uno de los bateadores más ajustados de la final, mucho menos después de que el lanzador contrario había regalado par de boletos.

¿Era el toque lo más indicado? Seguramente no, pero la suerte acompañó a Civil, porque tras esa variante Las Tunas anotó cinco veces, en un trance muy desafortunado para Alain Sánchez.

Otra gran polémica de la noche llegó en el octavo inning, cuando bateaba Villa Clara. Con las bases llenas –el empate en segunda–, los Leñadores encaramaron en la lomita a Yoelkis Cruz, y Eduardo Paret respondió con un emergente: José Carlos Rodríguez.

Si bien el muchacho tiene poder, no le tocaba batear. Es un chico de 19 años, con muy baja tasa de contacto, y los Leopardos justamente necesitaban poner la bola en juego. ¿No era preferible optar por la experiencia de Andy Zamora ante un turno de tanta presión?

La predicción: Ejercer de Nostradamus definitivamente no es lo mío. De nuevo fallé en mi pronóstico diario, por lo que si pretende apostar en el quinto choque solo enfóquese en llevarme la contraria.

Particularmente, creo que la 58 Serie Nacional de Béisbol se acabará en cinco partidos y Las Tunas será campeón. Los orientales buscarán el cetro con el pinareño Erlis Casanova en la lomita, quien no me inspira demasiada confianza, pero puede sacar la mejor parte en un duelo de abultado marcador y muchas carreras (como el inicial).

Misael Villa, abridor de Villa Clara en la primera muerte súbita a la que se enfrentarán, se vio muy endeble en su anterior presentación, y le costará trabajo contrarrestar la inspiración de los tuneros.

Reacciones

Pablo Civil

Según el mentor Pablo Civil, su planificación del pitcheo en este cuarto juego de la final funcionó casi a la perfección. Foto: Gabriel García
Según el mentor Pablo Civil, su planificación del pitcheo en este cuarto juego de la final funcionó casi a la perfección. Foto: Gabriel García

Era un partido clave, el más importante cambiamos la historia del pasado año. Ganando nos separamos a dos juegos y evitamos el empate. Es el juego que posiblemente nos dé el campeonato.

En sentido general el partido salió como lo planificamos. Nuestros relevos hicieron el trabajo en momentos puntuales, y el equipo volvió a derrotar a Alain Sánchez, quien históricamente nos ha ganado más choques de los que ha perdido.

La estrategia de cambiar a Yudiel Rodríguez y Yoelkis Cruz fue una planificación para la postemporada, teniendo en cuenta los refuerzos que habíamos tomado. Ellos asumieron con mucha responsabilidad este nuevo rol y han hecho un gran trabajo. Como son abridores pueden caminar al menos tres entradas y ahí está su aporte.

Eduardo Paret

Perdimos un gran juego, se nos fue en el quinto inning, pero esto no se ha acabado, nos queda vida y si ganamos podemos regresar a Las Tunas.

Respecto al toque de bola de Yeniet Pérez, estaría loco yo si mandara a Yeniet Pérez a sacrificarse después de dos jits. Él no es tocador de bola, no es rápido, es un hombre de fuerza que puede dar un batazo…

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