Historia viva: Yuli Gurriel es campeón de bateo de la Liga Americana

El espirituano de los Houston Astros se convierte en el primer pelotero cubano con un título de bateo en cualquiera de las ligas de MLB en los últimos 50 años.

Yuli Gurriel es, tras José Altuve, el segundo jugador de los Astros que gana la corona de bateo. Foto: Tomada del Twitter de Houston Astros.

El inicialista cubano de los Houston Astros, Yuli Gurriel, ganó el título de bateo de la Liga Americana esta temporada de 2021 y entró en la historia como el segundo jugador de la Isla que obtiene dicho galardón en Grandes Ligas, luego de las tres coronas que conquistó el estelar Tony Oliva en 1964, 1965 y 1971.

Yulieski, el pelotero más mediático de Cuba en el presente siglo, promedió .319 esta campaña, fruto de 169 imparables (superó su mejor marca en MLB) en 530 turnos oficiales, y desplazó en la carrera por el cetro ofensivo del joven circuito a su compañero de equipo, Michael Brantley, y al bombardero de Toronto, Vladimir Guerrero Jr.

El antillano llegó a la última fecha de la temporada con el título en el bolsillo, pero el mentor Dusty Baker no quiso correr riesgos y lo dejó en la banca, siguiendo la misma fórmula utilizada en otras ocasiones con virtuales ganadores del título que no han salido al diamante en el cierre de la temporada para conservar el liderato.

Ahora, ante un partido intrascendente entre Houston y Oakland (los primeros ya estaban clasificados a la postemporada y los segundos no tenían ninguna opción de continuar en competencia), el veterano director optó por esa opción con un objetivo claro: que Gurriel se ganara la tercera corona ofensiva en la historia de la franquicia de los Astros.

“Ustedes conocen a Yuli, él no habla mucho, así que podía hacer lo que quisiera y pensé que lo mejor para él sería no jugar. Se lo ganó”, dijo de Baker justo antes de comenzar el último partido de la temporada,

Lo que nunca imaginaron Baker y Yuli, lo que no estaba escrito en el guion de esta historia, era que el antillano finalmente sí saltaría al diamante en las postrimerías del choque y, como colofón a su corona, conectaría el sencillo impulsor que decidiría el partido a favor de los Astros.

Ni en el más dramático de los libretos pudimos visualizar un final tan mágico, pero la vida le dio una oportunidad de oro al Yuli y no la desaprovechó. Baker le permitió entrar al juego como reemplazo defensivo en la novena entrada, cuando Houston ganaba 6-3. Se suponía que fuera solo un trámite si los relevistas de los Astros sacaban los tres outs, pero algo se torció.

Seth Brown y Khris Davis conectaron jonrones para Oakland y nivelaron la pizarra 6-6, obligando a Houston a consumir su turno ofensivo en la baja de la novena. En esa instancia, Jason Castro abrió con sencillo, José Altuve falló en elevado, Yordan Álvarez pegó doble al central y dejó la mesa servida a Gurriel.

Con corredores en segunda y tercera, un out y marcador igualado, el espirituano agarró un cambio de velocidad (86.4 millas) del lanzador Lou Trivino y soltó una línea al izquierdo que liquidó las acciones. Fue ese un cierre espectacular para la temporada regular de Yulieski, quien ha logrado la corona de bateo justamente medio siglo después de la última ganada por un pelotero cubano.

La batalla no fue sencilla con Guerrero y Brantley, quienes llegaron a estar por delante de Gurriel, pero su cierre de temporada no fue el mejor. En los últimos siete partidos antes de entrar en la despedida dominical, el joven de los Blue Jays bateó .185, con cinco hits en 27 turnos y un slump de 15 fallos consecutivos la pasada semana, mientras Brantley quedó en .238 (cinco en 21).

En cambio, Yulieski promedió .333 en sus últimos siete partidos, gracias a siete cañonazos en 21 turnos. Ese acelerón final ha sido suficiente para el espirituano, aunque su título se gestó en base a la estabilidad. Para tener una idea más clara, bateó por encima de .330 en tres de los cinco meses de la temporada y en ninguno quedó por debajo de .270.

Además, Gurriel logró el más alto promedio de embasado (.383) de su carrera en las Mayores, fruto también de su total más elevado de boletos (59) desde que comenzó a jugar en Estados Unidos hace cinco años.

Uno de los detalles que más han impactado de este triunfo es que Yulieski lo ha conseguido con 37 años. Ningún jugador de esa edad ha bateado por encima de .300 esta temporada, y su average de .319 es el más alto entre peloteros de 37+ años en el presente siglo, solo superado por los de Barry Bonds (.370 en el 2002/.362 en el 2004/.341 en el 2003) y Edgar Martínez (.324 en el 2000).

Para más datos de interés, desde 1900 hasta la fecha, esta es la décima vez que un jugador de 37+ años de edad consigue la corona de bateo en MLB (incluyendo Ligas Negras). Aquí van los nombres de la exclusiva lista:  

* Honus Wagner (1911/Pirates) .334-37 años

* Tetelo Vargas (1943/New York Cubans) .473-37 años

* Alex Radcliff (1943/Chicago Americans Giants) .369-37 años

* Ted Williams (1957/Red Sox) .388-38 años

* Ted Williams (1958/Red Sox) .329-39 años

* George Brett (1990/Kansas) .329-37 años

* Tony Gwynn (1997/San Diego) .372-37 años

* Barry Bonds (2002/San Francisco) .370-37 años

* Barry Bonds (2004/San Francisco) .362-39 años

Yulieski Gurriel, además, se convierte en el primero de los 76 peloteros cubanos que han jugado en Series Nacional y MLB que gana el título de bateo en los dos campeonatos. ¡Historia viva!

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