La película de Edilse Silva y la necesidad de un Sindicato de peloteros

Ante una posible sanción al experimentado pelotero Edilse Silva por hacer una denuncia pública en las redes, se abre nuevamente el debate sobre la necesidad de un Sindicato que proteja y defienda a los jugadores frente a las arbitrariedades del Reglamento de la Serie Nacional.

Edilse Silva estará con los Tigres por segunda vez en su carrera. Foto: Otmaro Rodríguez

Edilse Silva no podrá aportar a Santiago de Cuba en los próximo tres partidos de la postemporada, pues recbirá una sanción por un reclamo en redes sociales. Foto: Otmaro Rodríguez.

Aunque las autoridades oficiales todavía no lo han hecho público, es muy probable que el pelotero santiaguero Edilse Silva reciba una suspensión de tres partidos, por lo que se perderá el segundo, tercero y cuarto choques del duelo de postemporada contra los Leñadores de Las Tunas, planificado para reiniciar el próximo domingo 28 de febrero, en Camagüey.

El pasado 29 de enero, cuando iba camino a un centro de aislamiento, luego de que uno de los miembros de su cuerpo técnico diera positivo al coronavirus en el inicio del match de cuartos de final ante los tuneros, el experimentado toletero de las Avispas divulgó en las redes sociales una imagen de la comida ofrecida al elenco indómito.

En la foto puede verse una cajita de arroz amarillo, pollo y yuca. La misma iba acompañada de un breve texto que decía lo siguiente: “Buenas noches mi gente seguidores de nuestro equipo Santiago. Miren la comida que nos dieron hoy, un equipo de play off”.

Captura de pantalla de la publicación de Edilse Silva, el pasado 29 de enero, que ha provocado su sanción.

Como era de esperar, aquello desató una tormenta perfecta de críticas y reclamos a la Dirección Nacional de Béisbol (DNB), por las condiciones y la atención a los atletas involucrados en la etapa decisiva del campeonato, sobre todo a un grupo en riesgo por contagios de COVID-19.

Decenas de fanáticos expresaron su malestar y algunos peloteros también se hicieron eco de la publicación, la cual Edilse eliminó ante el revuelo. El propio jugador, muy activo en las redes sociales, después ofreció disculpas a sus fanáticos.

“A todas las personas que me malinterpretaron, la mayor disculpa. No es mi estilo ni nada, porque veo que ha ido más allá de los límites”, dijo Silva en una publicación posterior.

Hasta ahí, parecía que el asunto no iba a trascender. Los santiagueros estuvieron varios días confinados ante un enorme brote de coronavirus que afectó a más de 25 miembros, entre los que pudo estar incluido el propio Edilse, a juzgar por otra publicación suya en las redes sociales.

El zurdo subió otra imagen junto a un grupo de médicos y enfermeras, a quienes calificó como «galenos guerreros» y agradeció por el tratamiento y la atención que le brindaron. “Buenas mi gente bella. Con buenas noticias ya estamos de alta para nuestros seguidores”, escribió Edilse.

Sin embargo, pasado el calvario por el contagio masivo de las Avispas, comenzaron a circular rumores de una posible sanción para Edilse por la publicación de «la cajita de comida». Desde varias plataformas en las redes, muy cercanas al conjunto indómito, aseguraban que al experimentado slugger le caerían tres partidos de castigo, con efecto inmediato en esta misma postemporada.

Nadie quería –ni quiere– creerlo, pero apegados solo a los hechos, Silva violó uno de los incisos del Artículo 11 sobre las relaciones con los medios de prensa del Reglamento del campeonato, específicamente el que refiere: “No está permitido socializar en el ámbito público la información que solo concierna al equipo en general y al atleta en particular, la cual se definirá en cada momento de conjunto con la dirección del equipo”.

Si nos guiamos exclusivamente por dicho acápite, el inicialista santiaguero estaría bien sancionado, sin entrar a cuestionar ya la magnitud del castigo, que podría ser menor o mayor en dependencia de qué tan grave considere la Comisión Disciplinaria que fue la falta del jugador.

A los efectos, Edilse divulgó evidencias de una situación que vivió su equipo –no hemos podido confirmar si lo hizo con el visto bueno de la dirección de las Avispas–, y eso es una violación de lo estipulado en las reglas.

Mi pueblo Santiaguero, e visto ultimamente mi nombre en las redes y creanme, agradezco tantas nuestra d apollo y…

Publicado por Edilse Silva en Sábado, 20 de febrero de 2021

Consciente de ello, Silva ha reconocido su error y ha querido dejar las cosas claras con otra publicación en las redes sociales: “Han llovido críticas, algunas aceptadas, otras no tanto. Agradezco todo porque sé que me apoyan y que quieren lo mejor para el equipo, pero lo que pido es que no le demos un enfoque político. No se trata de protestas ni reclamos masivos como muchos han manifestado. Cometí una indisciplina y lo acepto, lo reconocí en su momento, eso no me hace mejor o peor persona. Utilicé las redes sociales para expresar mi inconformidad con algo sin tener en cuenta que existen otras instancias a la que podría dirigirme.”

Edilse dijo que se dejó llevar por sus impulsos emocionales, propios de las tensiones que se viven por estos tiempos. “No saben cómo nos afecta a veces ver que no podemos brindar un espectáculo como el pueblo se lo merece, a estadio lleno. Pero la pandemia pasará y vendrán esos tiempos de nuevo, estamos seguros de eso. Todos nos equivocamos alguna vez y como figura pública soy responsable de mi acto y sé reconocer mi error”, sentenció.

El propio jugador confirmó que la dirección nacional del INDER lo ha sancionado con tres partidos, por lo que no estará en la reanudación de la postemporada el próximo domingo, a riesgo de no aportar nada a las Avispas. Si pierden tres juegos en línea ante los Leñadores, el inicialista podría haber vivido ya su último partido con la camiseta santiaguera, teniendo en cuenta que, para la venidera campaña, se maneja la posibilidad de una mudanza a Holguín.

Ante esta situación, agradeció las muestras de apoyo de los fanáticos y pidió que sigan animando a las Avispas. “El equipo lo necesita”, aseguró el jugador, quien continúa entrenando y estará con el plantel esperando una oportunidad para jugar si el duelo contra Las Tunas se extiende a cinco partidos.

Una película similar a la de Silva ya la vivimos, sin ir muy lejos, en esta misma Serie Nacional. El lanzador de los Cachorros de Holguín, Rubén Rodríguez, estuvo dos subseries sancionado en octubre pasado por auxiliarse en las redes sociales para denunciar una situación anormal que vivieron él y sus compañeros en Ciego de Ávila.

Los holguineros tuvieron que esperar por espacio de seis horas en el estadio José Ramón Cepero, donde una tubería rota inundó el jardín derecho y retrasó el inicio de un partido previsto para las diez de la mañana. Ante este imprevisto, el comisario técnico incumplió con su misión de “chequear y controlar” antes del juego el estado de organización de la subserie, específicamente en lo referido a las condiciones del terreno.

Si había un problema en el estadio, de la magnitud que fuera, el comisario debía saberlo mucho antes de que los equipos salieran de sus hoteles, en aras de poder avisar a tiempo, evitar molestias y cumplir así su misión de chequear y controlar “todo aquello que contribuya a lograr la calidad óptima en la competencia”.

Nada de esto sucedió. El comisario no avisó a ninguno de los equipos sobre el problema en el terreno y al final los holguineros salieron mal parados, pues se hospedaban en Morón, a 40 kilómetros de la sede, y no podían regresar. Pero el sancionado fue Rubén Rodríguez, por relatar todo lo sucedido en aquella jornada al periodista Liván Espinosa, quien lo divulgó en las redes.

60 Serie Nacional: los peloteros están atrapados

 

Como ya dijimos, hay similitudes entre estos dos casos, aunque con Edilse Silva no hay otros involucrados. Él decidió hacer una publicación que se transformó en una demanda o denuncia que, desde mi punto de vista, considero lógica, pues, fueran cuales fueran las circunstancias, un jugador de la Serie Nacional, en plena postemporada, no debería recibir su comida de la manera en que les fue entregada a los santiagueros.  

A pesar de ello, Silva tuvo suficiente luz larga para percatarse de que, si bien podía tener razón en su reclamo, la publicación iba en contra de las reglas; o también podemos dar por sentado que no le quedaba otra opción que el mea culpa, pues firmó un contrato y aprobó ese Reglamento que ahora lo castiga por divulgar una situación incómoda y molesta para él.

Y el problema medular de todo este asunto radica, precisamente, en la escasa protección que tienen los peloteros ante las arbitrariedades del Reglamento, no ya para afrontarlas durante la competencia, sino para eliminarlas antes de que se escuche la voz de play ball al inicio de la Serie.

Año tras año, los jugadores cometen el error de dar el visto bueno a algo que, por lo general, no conocen en profundidad. Y lo hacen a sabiendas de que, si no suscriben lo que expresa el Reglamento, podrían terminar sancionados, porque el propio documento castiga a quienes lo contradigan y se atrevan a manifestarlo.

En resumen, los peloteros de la Serie Nacional no tienen en quién apoyarse; no ahora, sino desde antes de arrancar el campeonato. Por eso es tan necesaria la representación de un Sindicato, totalmente independiente de DNB, que defienda sus intereses en el medio de la temporada, y que también los oriente y aconseje en la etapa previa, cuando se discute el Reglamento y hay margen para modificar algunos puntos.

En este momento, nadie cumple esa función y, para colmo de males, si un pelotero se ve envuelto en cualquier situación, queda en manos de una Comisión Disciplinaria compuesta por chequeadores de la Serie Nacional, miembros de la DNB, quienes tienen la misión de “investigar los hechos ocurridos y proponer al Comisionado Nacional de Béisbol una sanción a imponer al infractor”.

No es difícil intuir entonces que los miembros de la Comisión Disciplinaria son juez y parte, y muy rara vez fallan a favor de un jugador. Eso sería casi un milagro. Como dije hace algunos meses, esto es una clara muestra de que los peloteros están atrapados, y seguirán en la misma condición mientras no tengan la protección de un Sindicato verdaderamente sólido.

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