Los mejores Piratas de la Isla

Probablemente Isla de la Juventud no tenga un Todos Estrellas muy rutilante, pero han cautivado a los amantes del béisbol en las últimas décadas con su tenacidad y calidad.

La Isla de la Juventud tuvo en Michel Enríquez a un pelotero entregado y comprometido. Foto: Ricardo López Hevia.

Isla de la Juventud tuvo en Michel Enríquez a un pelotero entregado y comprometido. Foto: Ricardo López Hevia.

Cuando hablemos de Todos Estrellas de cada equipo de la Serie Nacional, probablemente el de Isla de la Juventud sea uno de los más discretos, si lo comparamos con otros procedentes de territorios de amplio historial.

Y digo discreto en cuanto a épocas y cantidad de luminarias, pues los pineros, a pesar de vivir en un municipio especial, con poca población, condimentado con grandes contingentes estudiantiles y de inmigración interna, han cautivado a los amantes del béisbol en las últimas décadas con su tenacidad y calidad, al extremo de discutir una final del clásico de las bolas y los strikes.

Las anteriores condicionantes implican que varios de los seleccionados provengan de otras provincias, aunque con el uniforme pinero sean merecedores de todo el mérito.

Receptor: Sin muchos aspirantes con suficientes números y temporadas el más aguerrido es sin dudas Vladimir García Martínez. De origen pinareño fue este el máscara que dio seguridad a la novena de los años 1998-1999, cuando dejaron en el camino de los play off a Pinar del Río y asustaron a Industriales para finalizar en el tercer lugar.

Vladimir no fue un corredor rápido, muchos cátchers son lentos en sus desplazamientos, ni destacó por capturar a los robadores, pero cumplió con eficacia a la ofensiva: .285 de average en 18 campeonatos, con casi 200 dobletes y más de 600 impulsadas.

Primera base: Seguramente nos viene a la cabeza Luis Felipe Rivera, quien ha estado regularmente con los Piratas durante casi dos décadas. No obstante el pinareño Raúl Ajete, a pesar de sus nueve temporadas con la Isla, tiene números suficientes. Antes, con los de su provincia natal, Pinar del Río, había estado cinco años con Vegueros y dos con Forestales.

En 16 campeonatos bateó .277, destacando con los pineros dos veces sobre .300 (1997 y 1999), fundamental en los play off. De sus 98 jonrones unos 30 fueron con la Isla. Era zurdo, muy importante en esta selección.

http://oncubanews.com/deportes/beisbol/alexander-ramos-tener-valores-esta-por-arriba-de-todo-lo-que-puedas-batear/amp/

Segunda base: Ignorado de la selección nacional por injustas, extrañas y absurdas opiniones Alexander Ramos (fines de los 80 hasta principio de los 2000) nunca se cansó de salir al campo. Es por eso que es el recordista en juegos consecutivos (1112), algo que dice mucho de su sacrificio. Estuvo por casi dos décadas con la Isla de la Juventud en Series Nacionales (el cuarto con más campañas, 18), había sido Novato del Año en 1987, integró cuatro Selectivas (sendos dúos con Agropecuarios y Occidentales) y una Copa Revolución (con Camagüey).

Obtuvo tres lideratos en hits (Nacional y Selectiva de 1995, más la Nacional del 2001) y uno compartido en impulsadas (2004). Es el pinero con más indiscutibles (2030), el segundo con mayor promedio ofensivo (.339), segundo en slugging y mayor robador.

En medio de tanta brega, opacado por Padilla y Pacheco (a veces con rendimientos inferiores), al fin se hizo justicia cuando vistió las cuatro letras para los Panamericanos de Santo Domingo 2003, casi en el ocaso de su carrera.

Campo corto: Andy Ibañez fue de los talentos más recientes, con participación en un Clásico Mundial e incursión profesional en sucursales menores de los Rangers de Texas, pero el puesto es sin dudas para Juan Carlos Moreno, quien no pudo brillar en la pelota rentada por cuestiones legales.

Aun con importantes torpederos en su época, desde su Mundial juvenil y debut en Series Nacionales en 1993, los especialistas sabían que Moreno sería de los mejores en el infield. Ya en su iniciación había participado en una Copa Revolución con el Habana.

Por 17 series conformó con Ramos una excelente dupla de doble plays (casi 1100), bateó .288, con 104 jonrones y 1417 hits, además fildeó para 966. Este último dato esconde que fue once veces el torpedero más defensivo en su país y que en igual cantidad de ocasiones integró la selección nacional, incluido el I Clásico Mundial.

Tercera base: El “Súper 12” es el símbolo de los Piratas, su indiscutible e histórico capitán Michel Enríquez. Por 20 temporadas ha llevado el liderazgo en su equipo, con el cual paradójicamente no pudo coronarse (sí lo hizo en dos Súperligas con otras novenas) a pesar de sus múltiples proezas con el bate.

Michel Enríquez fue un puntal del equipo Cuba durante más de diez años. Foto: Ricardo López Hevia.
Michel Enríquez fue un puntal del equipo Cuba durante más de diez años. Foto: Ricardo López Hevia.

Cuando el bronce de los pineros en 1999 implantó récord de indiscutibles (152), dos veces rompió la cota de tubeyes en un torneo (la elevó a 37) y es el bateador con más biangulares en los clásicos nacionales (más de 430), ha sido tres veces champion bate, superó los 2000 hits y es el tercer jugador con más promedio de por vida (.365). A la defensa ha sido una tenaza en la esquina caliente, de lo cual escapan las estadísticas, al no condensar sus reflejos y atrapadas claves.

Con la selección de su país lo obtuvo casi todo: dos oros en mundiales y una plata, dos Juegos Panamericanos, unos Centromericanos, una Copa América, un torneo Challenger, dos Intercontinentales y dos Juegos Olímpicos, siendo una de las atracciones del I Clásico Mundial.

Al final de su currículo incursionó en el profesionalismo con los Piratas de Campeche, bajo contrato coordinado con autoridades deportivas, pero su decisión de participar de manera individual en un circuito de Yucatán le ganó una sanción que provocó el rechazo popular, al ser uno de los más populares beisbolistas de la época contemporánea.

Right field: Con escasa experiencia en Cuba, Félix Pérez (2005-2007) se convirtió luego en un gran pelotero del Caribe rentado gracias a su ofensiva, con singular postura de los pies a la hora de batear. Ha formado parte de los Cincinnati Reds en sus niveles inferiores, desde la Liga de Carolina (Estados Unidos) con los Hillcats Lynchburg (clase A) y luego otro escalón (AA) con los Mudcats. Además, subió a AAA con Lousville y obtuvo una selección de Estrellas.

Ha jugado en los circuitos invernales de República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela y México

desde donde su ofensiva le permitió subir a la. Durante el invierno alternó en Puerto Rico con los Leones de Ponce, escaló con otras incursiones por Venezuela (Águilas de Zulia, Leones de Caracas y Tigres de Aragua, con los cuales destacó en una Serie del Caribe), México (Tomateros de Culiacán y Sultanes de Monterrey), República Dominicana (Águilas del Cibao) y está en la órbita del béisbol japonés con las Águilas Doradas de Rakuten.

Center field: Luis Felipe Rivera, “El corcel de Santa Fe” (aunque nació en Marianao), puede jugar varias posiciones. Por su condición de zurdo prefiero dejarlo en el medio, para aprovechar su factor de rango dado sus desplazamientos. Durante 22 temporadas supera los 300 puntos ofensivos, más de 1900 hits, con buena cantidad de triples (49), destacó por la velocidad en el corrido de bases con la elocuencia de 126 bases robadas.

Su .991 a la defensa es también elocuente de su calidad, válida para integrar el equipo Cuba al III Clásico Mundial.

Left field: Orlis Luis Díaz (principios de los 90 hasta el 2006). Fue de la generación dorada, efectivo chocador de fuerza e impulsador con varios lideratos individuales en Nacionales (igualó en una oportunidad la marca de remolques) y Selectivas (incursionó con Orientales y Occidentales). En una oportunidad integró un Cuba B y la preselección.

En 17 campeonatos llegó a ser en su momento de retiro el segundo pinero con más hits (1462), el tercero en average (.315), cuarto en tubeyes y sorpresivamente, para muchos, el de más jonrones (141), impulsadas (792) y slugging (471).

Director: Arnaldo “Duke” Hernández, Diosdado Pantoja, Juan “Charles” Díaz, Frank Pantoja, José Luis Rodríguez y Armando Johnson (desde la 1996) han sido los artífices de la evolución de los Piratas. El último en la lista fue center field y tercera base entre 1977 y 1991, pero ha sido el manager más exitoso.

Designado: Si nos guiamos por la necesidad de un slugger, de un jonronero, entre los no mencionados está Arnaldo Fonseca. Al cubrirse el resto de las posiciones parece el ideal, dado a que es uno de los cinco pineros con al menos 100 cuadrangulares (104), cuarto en slugging (440) y noveno en tubeyes (122). Es oportuno aclarar que entre los hermanos Pérez, el caso de Pablo supera los 1000 hits, pero buscamos un equipo ideal y la vacante es la del designado.

Lanzadores: Tomás Miquillón, Cecilio Soto, Ariel Prieto, Liván Hernández, Gervasio Miguel, Carlos Yanes, Wilber Pérez, Héctor Mendoza, Raisel Iglesias y Danny Aguilera. También es digno mencionar a dos no seleccionados como Roberto Soto y Omar Licourt.

Héctor Mendoza en sus primeras temporadas con los Piratas. Foto: Gerardo Mayet.

Por orden de época hay un casi desconocido que parece ser el primer pinero en un equipo nacional. Se trata de Tomás Baldomero Miquillón Ortiz (años 20), nacido el 27 de febrero de 1903, integrante del equipo Cuba a los Juegos Centroamericanos de México 1926, donde obtuvo un triunfo versus los locales. Es la figura prerevolucionaria más remota con un buen resultado. Probablemente hizo el equipo nacional al destacarse en la capital entre los universitarios practicantes aficionados.

Después se hizo famoso con Industriales el zurdo Cecilio Soto (años 60), porque fue el pionero de las Series Nacionales, un gran mérito por encima de su efímera carrera de tres torneos con balance de 5-4, eso sí, con excelente efectividad de 2.20.

A continuación el veloz Ariel Prieto, de las “perlas” de principios de los años 90, con experiencia profesional algo después. Cuando la Isla de la Juventud no era un gran team consiguió 67-66 en 10 eventos gracias a una recta por encima de las 90 millas y a una gran slider, causantes de 860 estrucados, aunque esa potencia lo hacía cometer buena cantidad de wild pitch. Estuvo en varias Selectivas y en la selección nacional, con la cual ganó 10 choques, incluido un encuentro de 20 ponches contra Nicaragua.

En 1994 emigró a los Estados Unidos, iniciando con un contrato en los Soles de Palma Spring en las Menores, desde donde fue captado para la franquicia de los Atléticos de Oakland. Con paso por buena cantidad de equipos en las Mayores concluyó su carrera por una lesión, con total de 15 victorias, 24 derrotas, 60 salvados, WAR de 3 puntos y limpias para 4.85.

Liván Hernández ha sido uno de los lanzadores pineros más trabajadores de la historia. Foto: Jonathan Newton/The Washington Post.

Liván Hernández (nacido en Santa Clara) tiene currículo similar, coincidió con Prieto, aunque su evolución fue mayor. El hermano del “Duque” estuvo apenas en tres campeonatos nacionales, desde donde ya advertía su talento con faena de 27-16, 30 juegos completos, más de 300 ponches (casi tres por cada boleto) y convocatorias para Selectivas y Copas Revolución. Fue en los Estados Unidos donde alcanzó la fama, al ser el MVP en la primera Serie Mundial de los Marlins de la Florida, en 1997 (con los que estuvo tres campeonatos).

Por las Grandes Ligas fue de los pitchers de mejor bateo en la Liga Nacional, con tránsito, además de Florida, por San Francisco, Montreal, Washington, Arizona, Minnesota, Colorado, Mets y Atlanta. Sus números finales durante 17 temporadas en la Gran Carpa fueron 178-177, 4.44 de limpias, WAR de 31.1 (estuvo dos temporadas entre los primeros 10 de la Nacional), dos elecciones a Juegos de Estrellas.

Gervasio Miguel Govín (desde mediados de los 80 hasta principios del siglo XXI) demostró que un lanzador puede ser ganador hasta pasado los 40 años.

Es otro pinareño “aplatanado” en la Isla luego de su debut con Forestales en 1984. Pasó a la Isla de la Juventud, con números que le permitieron ser refuerzo de Agropecuarios en varias Selectivas y ser convocado para un Juegos de las Estrellas, justo cuando su novena se coló en un podio (1999). Ese mismo año fue incluido en una selección nacional B con participación en el Torneo de Rotterdam, Holanda, donde ganó dos y perdió en una oportunidad.

Con Yanes hizo un tándem de lanzadores con sumatoria de más de 1000 actuaciones, de ellas más de 300 victorias.

En lo particular estuvo en 22 Series Nacionales, con 138-197 (segundo con más victorias de por vida con los Piratas), y más de 1300 ponches. Lo curioso es que Gervasio también incursionó en otros circuitos amateurs, como en Japón (2000) con el Shida, y en la exótica Liga del Pacífico en Perú, donde fue el pitcher más ganador, más valioso y casi batea .300

Yanes es de los recordistas de la pelota cubana, tanto por sus resultados como por su longevidad sobre el box. Al principio era un lanzador delgado, relevista ecuánime con agresividad en momentos difíciles, recta de 85 millas, curva y slider. Luego se convirtió en experimentadísmo abridor, el “brazo de hierro” de los pineros.

Su cambios de velocidad y ubicación de envíos le permitieron sobrevivir a 28 temporadas, toda una proeza, siendo el primero en juegos lanzados, segundo histórico con más victorias (239), primero en entradas y único en su equipo con un no hit no run.

Wilber es mejor el zurdo del listado y supera los 100 triunfos en Series Nacionales. A pesar de sus 39 años fue el mejor siniestro del circuito profesional italiano en el 2016, con el Paternó Red Sox, protagonizando tres no-no. Sin embargo, no pudo hacerse justicia en su retorno como refuerzo de la segunda fase en Cuba. Participó en el III Clásico Mundial y aún se mantiene activo.

Héctor Mendoza destacó por su velocidad, el clásico relevista matador al punto de garantizar los más importantes éxitos de los Piratas hacia el subcampeonato en el 2015. También ese año hizo lo mismo en la Serie del Caribe que ganó el reforzado equipo de Pinar del Río.

Su experiencia en la Liga Japonesa prometía devolver una perla pulida, pero emigró a los Estados Unidos, donde se desempeña en las Menores, con sucursales de los Cadinals. Luego de mal debut en clase A durante el 2017 ha mejorado sus números como relevista.

El relevista de los Rojos de Cincinnati Raisel Iglesias lanza ante los Piratas de Pittsburgh, el miércoles 16 de septiembre de 2020. Foto: AP/Aaron Doster/Archivo.
El relevista de los Rojos de Cincinnati Raisel Iglesias lanza ante los Piratas de Pittsburgh, el miércoles 16 de septiembre de 2020. Foto: AP/Aaron Doster/Archivo.

Raisel Iglesias es otro de parecido perfil. Habanero trasladado a Nueva Gerona muy joven destacó como relevista cerrador; llegó a un equipo Cuba al III Clásico Mundial.

Con tres años de experiencia entre las sucursales de las Menores y su ascenso a la matriz de los Rojos de Cincinnati, ya acumulaba más de 100 salvamentos y su efectividad es de 3.15. Recientemente fue canjeado a Los Ángeles Angels.

Danny Aguilera ha permanecido como la mejor carta de triunfo en las postrimerías gracias a su control y lanzamientos laterales. En la Serie 51 logró 27 salvamentos, cuota que igualó récord, y en el último lustro su promedio de limpias era inferior a tres. Por suerte su función fue valorada para al menos integrar un equipo nacional que visitó Nicaragua. Es otro de los atletas que sigue en activo.

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