MLB: Néstor Cortés salva a los Yankees

El zurdo cubano realizó una gran labor de relevo este sábado y se apuntó su novena victoria de la temporada.

Néstor Cortés Jr. ha experimentado una mejoría notable en su rendimiento desde mediados de agosto. Foto: New York Yankees.

En un momento crítico de su bullpen luego de que su cerrador perdiera el puesto durante la última semana, los New York Yankees apostaron por el cubano Néstor Cortés Jr. para tirar el cerrojo este sábado en duelo contra los Chicago Cubs y el zurdo respondió a la altura de las exigencias.  

Cortés, natural del Surgidero de Batabanó y criado desde pequeño en Hialeah, regaló una estelar salida como relevista en Wrigley Field, donde dominó a la artillería local por espacio de 4.1 innings sin permitir jits ni carreras, asegurando así el triunfo 82 de los Bombarderos del Bronx en la presente temporada.

El zurdo entró en acción en el quinto episodio por el abridor Clarke Schmidt, cuando los Cubs tenían el empate en tercera con dos outs en la pizarra. En esa situación de tensión, Cortés dominó en elevado de foul al receptor Christian Bethancourt.

A partir de ahí, el lanzador de los Yankees se adueñó del show y retiró a 12 de los 13 bateadores que enfrentó, concediendo solo un boleto contra el japonés Seiya Susuki. En total, el cubano ponchó a tres rivales y realizó 48 picheos, 33 de ellos en zona de strike.

Con la victoria del zurdo cubano, los Yankees se quedaron solos en la cima de la competitiva División Este de la Liga Americana, con medio juego de ventaja sobre los Orioles, que perdieron en la jornada sabatina contra Tampa.

Esta faena es un bálsamo para el bullpen de los neoyorquinos, que venían afrontando serios problemas en las postrimerías de los partidos. Su cerrador titular, el derecho Clay Holmes, ha desperdiciado la cifra récord de 11 oportunidades de salvamento en la campaña, lo que lo llevó a perder el puesto.

Los Yankees decidieron afrontar la recta final de la temporada probando a distintos relevistas. El viernes le dieron la tarea a Luke Weaver, quien hizo un buen trabajo, y este sábado se decantaron por Cortés, quien asumió el reto, pero también mostró cierta inconformidad por el nuevo rol.

“Obviamente estaba molesto. Sentí que había sido, entre todos los abridores, el caballo de batalla aquí. Una vez que (Gerrit) Cole cayó, me eligieron para ser el abridor del Día Inaugural, no necesariamente el número uno, pero sí el abridor del Día Inaugural. Tuve que hacerlo, cambiar mi rutina. Y ahora hacen esto”, afirmó el cubano algo decepcionado.

 

De cualquier manera, quiso matizar sus palabras: “Nunca voy a dar marcha atrás ante un desafío. Nunca voy a dejar a mis compañeros abandonados. Siempre haré mi mejor esfuerzo, sin importar si estoy feliz o no. Eso es lo que hice hoy. Salí y demostré que puedo enfrentar cualquier situación. De ahora en adelante, si ese es mi papel, lo aceptaré”, añadió el zurdo.

Cortés está programado como uno de los abridores de los Yankees en la serie de cuatro partidos que enfrentarán a partir del próximo jueves contra los Red Sox, pero no ha quedado claro si el mentor Aaron Boone lo mantendrá en la rotación o lo moverá definitivamente al bullpen.

Aunque en su apertura del pasado 1 de septiembre permitió nueve jits y cinco carreras frente a los Cardinals, el zurdo caribeño ha tenido un repunte en su rendimiento desde mediados de agosto. En ese lapso de cinco salidas, suma 29 innings con solo seis limpias en su cuenta, para excelente efectividad de 1.86.

Durante este período, acumula 23 ponches, apenas cuatro boletos y los rivales le batean para .186/.217/.304, con muy bajo OPS de .521. Esta labor contrasta con lo hecho entre julio y su primera presentación de agosto, etapa en la que tuvo una deprimente efectividad de 7.67 en seis aperturas, en las cuales permitió 39 imparables, 25 carreras limpias, siete jonrones y 21 extrabases.

Afortunadamente, su historia ha dado un giro radical y ha vuelto a ser el lanzador dominante que esperan los Yankees en el tramo decisivo de la temporada, cuando puede convertirse en un arma secreta para los Bombarderos.

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