Aunque todavía restan dos subseries para que culmine la segunda ronda de la 58 Serie Nacional de Béisbol, el clásico cubano de las bolas y los strikes ya puede presumir por haber alcanzado el millón de fanáticos solo en los partidos de la presente etapa.
Desde que comenzó la fase decisiva del campeonato, el pasado viernes 26 de octubre, han asistido a los estadios un total de 1 015 922 aficionados, de acuerdo con los reportes diarios de la Dirección Nacional de Béisbol, publicados en su sitio oficial.
El millón de fanáticos se alcanzó el pasado viernes, justamente en el segundo día con mayor concurrencia a los parques en la segunda fase. Un total de 36 697 seguidores se dieron cita en el Latinoamericano (23 197, récord de la etapa), el Julio Antonio Mella (8 500) y el Calixto García (5 000).
Una fecha antes, el jueves 13 de diciembre, se superó por primera y única vez la barrera de los 40 000 fanáticos en una jornada de la segunda ronda. En total, a los estadios ya referidos, asistieron 41 078 personas, más de 33 000 entre el Latino y el Calixto.
La cifra es, sin dudas, gratificante, y prueba el interés beisbolero del aficionado cubano, mucho más en esta campaña, en la cual no ha hay tantos motivos para que se disparasen los niveles de asistencia.
En términos competitivos, la segunda ronda de la Serie 58 ha sido mediocre. Sin profundizar demasiado en estadísticas avanzadas, las clásicas nos demuestran que el nivel ha sido bajo, aunque de cierta manera queda camuflado por la paridad entre las seis novenas en liza.
Por ejemplo, la efectividad de los lanzadores anda por 4.96, y solo un milagro provocaría que se mejore y se llegue al 4.53 rubricado en la segunda ronda del pasado año.
El castigo desmedido a los serpentineros ha sido la tónica, al punto de que se batea 308, astronómico promedio que superará por mucho la cota del pasado año (286).
Si nos vamos a la defensa, cuando usted lea estas líneas, casi con total seguridad, ya se habrán sobrepasado los 287 errores que se cometieron en 266 juegos (2 270.2 innings) de la segunda etapa en la Serie 57. Ahora, con solo 232 choques (2 013.1 capítulos) andábamos por 282 marfiladas.
No obstante, el público ha respondido, algo que está directamente vinculado a los conjuntos que clasificaron a la presente instancia. Por ejemplo, Villa Clara, la provincia que más fanáticos ha atraído a su parque (221 032), regresó al grupo de los punteros tras una floja Serie 57 y eso ha despertado la furia en territorio naranja, motivados también por el debut como manager del ídolo local Eduardo Paret.
Algo similar ocurre en Sancti Spíritus, cuartos con más cantidad de aficionados (171 300) en su estadio. Los Gallos anclaron en el noveno lugar durante la pasada campaña, y el esperado repunte que los catapultara definitivamente a zona de grandes ha mantenido caliente el Huelga.
Por su parte, los Leñadores de Las Tunas siguen montados en el tren del subcampeonato logrado en la Serie 57, cuando disputaron la primera final de su historia. Hasta el momento, al Mella han acudido 204 100 personas, cifra que va a crecer en grandes cantidades durante el ardiente duelo contra Industriales.
Precisamente, los Leones capitalinos siempre han tenido muchas personas (217 290) en las gradas del Latino, sobre todo cuando han logrado salir de peligrosos baches en su juego. Por ejemplo, en este tramo final, donde han sido los mejores en el terreno, han registrado cinco partidos consecutivos con al menos 16 000 fanáticos, y un tope de 23 197 en el cotejo del pasado viernes.
Los equipos que menos asistencia han tenido en la segunda fase son Holguín y Ciego de Ávila, por ese orden. Al Calixto García han llegado 160 500 seguidores del pasatiempo nacional, en su mayoría fieles de los Cachorros, quienes han tenido una temporada de pura lucha, forzados siempre a la remontada.
En cuanto al Cepero, casa de los Tigres de Roger Machado, llama la atención que ni siquiera haya llegado a los 50 000 espectadores –van por 41 700– sumando los 18 partidos que allí se han celebrado. Si bien los avileños han sido muy inestables, el plantel se mantiene en puestos de clasificación y tiene en sus manos avanzar a la postemporada.
Además, el Cepero ha sido siempre un hervidero con sus Tigres, a quienes han apoyado incondicionalmente en sus carreras triunfales de la última década, lapso en el que son, sin lugar a dudas, el mejor equipo del país.
Justo en este punto queda en entredicho la credibilidad de los reportes de asistencia en la Serie Nacional, los cuales se basan en la apreciación de un reducido número de personas en cada estadio, y no en un conteo real de la venta de boletería.