Serie Nacional: cuando el absurdo es ley

El Reglamento del torneo limita el derecho de peloteros, entrenadores o directores de dar declaraciones y entrevistas a quienes deseen.

Andrés Hernández ha sido sancionado por enviar un video de felicitación a una página de Facebook. Foto: Otmaro Rodríguez.

Un video de cuatro segundos y 12 palabras le costará una sanción a cualquier pelotero de la Serie Nacional de béisbol en Cuba. Esto puede parecer fantasioso, rozando lo absurdo, pero no lo es: si un jugador envía un pequeño video a una página de Facebook u otra red social que no guarde vínculos oficiales con el certamen doméstico o con las instituciones rectoras del deporte en la Isla, será castigado por decreto.

Como ya decíamos, esto no es una historia de ficción. En Cuba, esta misma semana, un pelotero ha recibido una sanción por una situación idéntica a la que describimos. Andrés Hernández Díaz, uno de los miembros de Industriales, fue castigado por la Comisión Nacional de Béisbol a cinco partidos sin jugar por enviar un video de felicitación a la página “Por la Goma” en Facebook.

De acuerdo con una escueta nota publicada por JIT, “Hernández Díaz ejerció una acción promocional en favor de ese propio sitio web, lo que atenta contra lo dispuesto en el Reglamento Disciplinario para el Sistema Competitivo del Beisbol, el código de ética y el reglamento debatidos y aprobados por los miembros de todos los equipos inscritos en la actual temporada”.

Ciertamente, el Reglamento del torneo limita el derecho de peloteros, entrenadores o directores de dar declaraciones y entrevistas a quienes deseen, al imponer regulaciones sobre medios de prensa y periodistas no acreditados para la cobertura del evento que es la Serie Nacional. 

A priori, esta medida tiene una intención organizativa, pero transgrede los límites hasta rozar lo discriminatorio y exclusivo, al no dar ningún tipo de oportunidades de acreditación a medios y periodistas independientes interesados en seguir la actualidad de la Serie Nacional a pie de terreno.

Ese pudiera ser el caso de “Por la Goma”, una página de Facebook que se enfoca en los acontecimientos beisboleros y deportivos más importantes para Cuba. Joan Carlos González, su administrador, vive y muere pendiente de todos los sucesos relacionados con el pasatiempo nacional, particularmente lo concerniente a los Industriales, el equipo de sus amores.

Por la Goma: pasión por el béisbol desde las redes

La página, creada en el verano del 2020, ha tenido un vertiginoso ascenso en los últimos meses y recientemente llegó a los 27.000 seguidores, ocasión que González aprovechó para pedirle a Andrés Hernández un video de felicitación, teniendo en cuenta que el mejor bateador de los Leones capitalinos en la presente temporada luce justamente el dorsal 27 en su uniforme.

“Felicidades al grupo ‘Por la Goma’ por llegar a sus 27 000 seguidores”, dijo Hernández en el corto video de solo cuatro segundos, el cual ha provocado un castigo excesivo de cinco partidos en las gradas.

Lo peor es que la evidencia demuestra que Andrés no ha violado el Reglamento. El jugador de los Industriales ni dio una entrevista, ni socializó información que solo concierna a su equipo, y tampoco profesó ofensas o promovió un discurso de odio, razones que sí serían sancionables. Básicamente, no se le castiga por lo que dice, sino por a quién se lo dice.

La situación ha desencadenado una ola de mensajes de apoyo al jugador, tanto de los aficionados como de periodistas que dan cobertura al campeonato en medios nacionales. Boris Luis Cabrera, reportero de Cubadebate y Tribuna de La Habana, dijo en su perfil en la red social Facebook que lo ocurrido solo perjudica al béisbol cubano, recientemente declarado Patrimonio de la Nación.

“No podemos vivir de espaldas a los nuevos tiempos ni a las nuevas tecnologías. Creo que el atleta es el único encargado de elegir el medio donde quiere hacer declaraciones relacionadas con su carrera deportiva, sueños o experiencias vividas dentro de los diamantes, como ocurre en cualquier lugar del mundo. Obligarlos a hacer lo contrario es avivar el fuego del odio y la separación entre nosotros mismos, es combustible para críticas y ataques”, puntualizó Acosta.

Los mayores cuestionamientos no están enfocados en la sanción propiamente, sino en las prohibiciones de la carta disciplinaria del campeonato. “El rechazo a esa prohibición es casi absoluto, pero ahí está, como muestra del atraso y la mediocridad del Reglamento”, escribió en sus redes sociales el también periodista Félix Anazco, quien cubre la actualidad de los Toros de Camagüey en el periódico Adelante.

Es vergonzoso que sucedan hechos de este tipo en un torneo que pretende ser serio, pero queda en ridículo una y otra vez por los mandamientos de los directivos, demasiado preocupados y temerosos de que salgan a relucir los lunares. Para contrarrestarlo, la única vía que han encontrado es una “ley mordaza” absurda; en el año 22 del siglo XXI es imposible echar la basura debajo de la alfombra sin que alguien se percate y lo denuncie a través de los múltiples canales digitales que existen.

El caso Varona

Andrés Hernández no fue el único pelotero sancionado este miércoles 16 de febrero en la 61 Serie Nacional. Alexis Miguel Varona, también capitalino pero miembro de los Gallos de Sancti Spíritus, recibió un castigo de cinco partidos sin jugar, igualmente por responder tres preguntas de la página “Por la Goma”.

Pero, en este caso bien vale hacer una retrospectiva a lo que ha sido la vida del jugador desde noviembre del 2020 hasta la fecha.

Varona salió de Cuba hace algunos años con la intención conseguir un contrato profesional, algo que finalmente no sucedió tras cuatro largos veranos en República Dominicana. “Allá los emigrantes, y más los peloteros, pasan mucho trabajo con el tema de la firma, las personas te dicen que hay un equipo y todo bien, pero entonces ellos piden dinero y más dinero y te tronchan, me jodieron el futuro”, relató el pelotero al periódico Escambray sobre su periplo por tierras quisqueyanas.

Tras frustrarse su sueño, decidió regresar a Cuba para jugar la Serie Nacional. Se integró a los entrenamientos de Industriales y después, ante el interés del mentor espirituano Eriel Sánchez de llevarlo a integrar las filas de los Gallos, recibió autorización de la Comisión Provincial capitalina para el traslado.

El peloteros Alexis Miguel Varona ha pasado un calvario para poder jugar en la Serie Nacional. Foto: Vicente Brito/Escambray.

Sin embargo, su historia comenzó a torcerse ante la demora de los trámites migratorios de repatriación. Sin carnet de identidad, Varona no podía jugar en la Serie Nacional, aunque estuviera incluido en el roster de cualquier equipo del campeonato, según le explicaron los directivos de la Comisión Nacional al manager Eriel Sánchez.

La situación se dilataba y las vías de solución no estaban en las manos del jugador o de las autoridades espirituanas, que solo podían esperar a que las autoridades migratorias entregaran el carnet de identidad a Varona.

“Llegué en noviembre del 2020, desde ese tiempo hasta el 16 de junio del 2021 me personé varias veces en la Oficina de Inmigración del municipio de Cerro, en La Habana, pero no podía presentar los papeles porque todo estaba parado por la pandemia, pero ese día de junio sí los entregué, fui el primero de La Habana en hacerlo; me dijeron que los trámites demoraban de seis meses a un año y ya han pasado ocho meses”, relató Varona a la colega Elsa Ramos.

En este punto, se desató una campaña de reclamos en las redes sociales, abogando por una solución para un muchacho que solo quería jugar pelota. La página “Por la Goma” empujó fuerte junto al muchacho, hasta que finalmente el pelotero recibió el carnet de identidad y la posterior autorización para incorporarse al juego diario con los Gallos.

Tras el desenlace, Varona accedió a responder tres interrogantes de “Por la Goma”, las cuales no llevaban ningún tipo de mala intención. Joan Carlos González indagó en cómo se había enterado de la noticia y cómo había sido el proceso, además de preguntarle de dónde había sacado fuerzas para resistir.

Varona respondió sereno, no hizo ni la más mínima crítica al procedimiento y se limitó a agradecer a la afición, a la Comisión Provincial de Sancti Spíritus y al manager Eriel Sánchez por el apoyo constante.

¿Realmente esto merece una sanción? ¿Realmente es necesario sacar del juego a un muchacho que ha luchado con uñas y dientes por insertarse en la Serie Nacional? ¿Acaso la Comisión Nacional se preocupó antes por encontrar vías de solución al problema que enfrentaba Varona por querer jugar pelota en Cuba? ¿Podemos decir que esta es una medida educativa?

Las interrogantes, las dudas, las reservas y los reclamos se acumulan frente a las narices de la Comisión Nacional de Béisbol, que no ha recibido ni un solo mensaje de apoyo ante otra decisión controversial.

Los precedentes y la necesidad de un Sindicato de Peloteros

No es la primera vez que algún pelotero de la Serie Nacional es sancionado por difundir determinados mensajes o denuncias en redes sociales o a través de medios alternativos. En febrero del 2021, también el santiaguero Edilse Silva recibió un castigo de tres partidos sin jugar en plena postemporada por publicar en las redes sociales una foto de la comida que les dieron a los integrantes de su equipo cuando iban de camino a un centro de aislamiento por sospecha de contagio de COVID-19.

Algo similar le ocurrió al lanzador holguinero Rubén Rodríguez en la edición 60 de clásico doméstico, durante el cual cumplió una sanción de dos subseries sin jugar tras denunciar en las redes sociales una situación anormal que vivieron él y sus compañeros en el parque “José Ramón Cepero” de Ciego de Ávila.

La película de Edilse Silva y la necesidad de un Sindicato de peloteros

Los holguineros tuvieron que esperar por espacio de seis horas en el estadio, donde una tubería rota inundó el jardín derecho y retrasó el inicio de un partido previsto para las diez de la mañana. Ante este imprevisto, el comisario técnico incumplió con su misión de “chequear y controlar” antes del juego el estado de organización de la subserie, específicamente en lo referido a las condiciones del terreno. Sin embargo, el sancionado fue el pelotero por pedir auxilio en las redes.

Ahora, Andrés Hernández y Alexis Miguel Varona han sido castigados por declaraciones que no tienen ni matices veleidosos ni tendenciosos. La nota que dio sus castigos explica que el Reglamento Disciplinario fue debatido y aprobado por los miembros de todos los equipos inscritos en la actual temporada, proceso que, año tras año, los peloteros afrontan sin ninguna protección.

Como he dicho en múltiples ocasiones, los jugadores están desamparados ante las arbitrariedades del Reglamento, no ya para afrontarlas durante la competencia, sino para eliminarlas antes de que se escuche la voz de play ball al inicio de la Serie.

Año tras año, los miembros de todos los equipos cometen el error de dar el “visto bueno” a algo que, por lo general, no conocen en profundidad. Y lo hacen a sabiendas de que, si no suscriben lo que expresa el Reglamento, podrían terminar sancionados, porque el propio documento castiga a quienes lo contradigan y se atrevan a manifestarlo.

En resumen, los peloteros de la Serie Nacional no tienen en quién apoyarse; no ahora, sino desde antes de arrancar el campeonato. Por eso es tan necesaria la representación de un Sindicato, totalmente independiente de Comisión Nacional, que defienda sus intereses en el medio de la temporada, y que también los oriente y aconseje en la etapa previa, cuando se discute el Reglamento y hay margen para modificar algunos puntos.

En este momento, nadie cumple esa función y, para colmo de males, si un pelotero se ve envuelto en cualquier situación, queda en manos de una Comisión Disciplinaria compuesta por chequeadores de la Serie Nacional, miembros de la Comisión, quienes tienen la misión de “investigar los hechos ocurridos y proponer al Comisionado Nacional de Béisbol una sanción a imponer al infractor”.

No es difícil intuir entonces que los miembros de la Comisión Disciplinaria son juez y parte, y muy rara vez fallan a favor de un jugador. Eso sería casi un milagro. Entonces, quedamos ante un escenario donde los peloteros están atrapados, y seguirán en la misma condición mientras no tengan la protección de un Sindicato verdaderamente sólido.

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