Al boxeador Emmanuel Reyes Pla lo apodan “El Profeta” y hace tres años llegó a Tokio con la profecía personal de “arrancar cabezas” y darle a España el título olímpico de los 91 kg.
Apenas un año antes el nacido en La Habana había recibido la nacionalidad española y se sentía seguro de su éxito. Pero se cruzó en su camino el también cubano Julio César La Cruz, a la postre monarca en la capital japonesa, y no pudo siquiera llegar al podio.
Reyes ha insistido en que ganó ese combate y fue perjudicado por los jueces. La Cruz, sus entrenadores y las autoridades deportivas de la isla, lógicamente, piensan otra cosa.
Lo cierto es que el enfrentamiento se “calentó” incluso antes de que ambos subieran al ring, por declaraciones del cubano-español sobre la situación política en la isla y las protestas contra el Gobierno de julio de 2021. En respuesta, La Cruz gritó la consigna de “¡Patria o Muerte!” luego de alzarse con la victoria.
Desde entonces, Reyes ha esperado su revancha. No la tuvo en la Noche de Campeones de la IBA, celebrada el pasado año en la ciudad tailandesa de Phuket, donde otra vez “La Sombra” obtuvo el triunfo, esta vez sí incontestable, sobre “El Profeta”. Pero podría tenerla en París.
A la capital francesa llega con 32 años y con el aval de medallas en torneos mundiales y europeos. Pero él, que se ha consagrado en España tras no poder ser en Cuba la primera figura de su división, quiere brillar en sus segundos Juegos Olímpicos como español.
Tres años después de Tokio, se muestra confiado en lograr el metal ya que “a todos los que estarán ahí” les ha ganado, según dijo en una entrevista a la agencia EFE.
Sin presión en París
Ahora en los 92 kg, Reyes afirma no tener presión por ser ya veterano en la escuadra ibérica y pronostica tres medallas para España en el boxeo olímpico.
“No estoy presionado. Al final, la medalla tiene que venir sí o sí con el favor de Dios. Hemos trabajado para eso. En Tokio fue la apertura, nos quedamos a las puertas, y ahora hay que subir otro escalón. Uno no, hay que subir dos escalones para coger la medalla de oro”, dijo a EFE.
“El objetivo se hizo en Tokio, que fue plantarnos, que nos vieran, que reconocieran que España está a nivel mundial boxísticamente, que antes nos trataban como si fuéramos otros más. Ahora saben que España tiene boxeadores, que estamos en la élite y estamos de tú a tú con los mejores del mundo”, resaltó, y acotó que “París va a ser la guinda del pastel”.
“Mi pronóstico es que vamos a conseguir tres medallas olímpicas. Y qué mejor lugar que en Roland Garros, donde (el tenista) Rafa Nadal y otros españoles han cogido muchas copas. Lo han puesto en el lugar adecuado para España”, añadió.
“Si Dios quiere la medalla vendrá”, remató.
Tokio quedó atrás
Enmanuel Reyes dijo estar “disfrutando” su nueva experiencia olímpica y afirmó estar “física y mentalmente bien”.
Preguntado por EFE sobre lo sucedido en Tokio —aunque sin una referencia explícita a La Cruz— , el cubano-español aseguró que lo allí ocurrido “pasó y se quedó atrás”.
“Mi sueño era ir a unas olimpiadas, no se tuvo una medalla, pero eso queda atrás. Ahora nos estamos preparando para no dejar dudas a los árbitros, ya lo demostré en el preolímpico. Y es con la mente con la que voy a París, no dejar a los árbitros que ellos tomen la decisión”, explicó.
Reyes destacó la calidad de los entrenamientos previos a la cita olímpica y dijo conocer a todos los boxeadores contra los que podría pelear. En su opinión, su mayor rival “soy yo mismo”.
“A todos los que estarán ahí les he ganado; la preocupación soy yo. ¿Qué me han ganado? Felicidades, era un tiempo en el que yo estaba mal y ellos estaban bien. Y yo creo que ‘El Profeta’ va a dar bastante palo”, pronosticó.
Finalmente, confirmó la importancia que da en su carrera a boxear en unos Juegos Olímpicos.
“Ya con asistir es muy importante. Y si logro la medalla es lo máximo. Es buena la parte económica, pero mi sueño siempre ha sido retirarme de este deporte con una medalla olímpica y estar en los libros; es lo que me supone mayor satisfacción. Que cuando mi hijo crezca y busque vea a su padre en los libros de historia; por esto estoy luchando y he trabajado toda mi vida”, dijo.
“He dejado a mi familia y a mi hijo lejos por ello; el mayor orgullo que va a sentir mi familia y yo mismo es que cuando me retire, sea viejito y vea que he sido campeón olímpico en París”, reafirmó.