“Hemos venido a arrancar cabezas”, dice el próximo rival de Julio César La Cruz en Tokio

Enmanuel Reyes, boxeador cubano que representa a España en los Juegos Olímpicos, noqueó al subtitular de Río 2016 en los pesos pesados y ahora quiere cruzarse en el camino del estelar Julio César La Cruz.

El cubano-español Enmanuel Reyes (derecha) gana por KO su primera presentnación en los Juegos Olímpicos de Tokio. Foto: Tomada de El Nuevo Herald.

Enmanuel Reyes siempre estuvo a la sombra de Erislandy Savón en la selección cubana de boxeo, por lo que decidió irse del país a probar suerte en otras latitudes. Pasó por Rusia, Austria y Alemania antes de recalar en La Coruña, donde ha evolucionado hasta asentarse como el principal exponente del deporte de los puños en el conjunto nacional de España.

Definitivamente, la vida “El Profeta” –como le llaman los españoles– ha dado muchas vueltas, tantas que ahora él es uno de los focos de atención en los Juegos Olímpicos de Tokio, mientras Savón, quien le bloqueaba el camino en la escuadra antillana, ni siquiera logró incluirse entre los pugilistas de la Isla que compiten en la capital japonesa.

Para Reyes, ha sido un viaje loco hasta el Kokugican Arena, sede del boxeo en la urbe asiática, donde lo primero que ha hecho es tomar venganza en nombre de… Erislandy Savón. Sí, no hay nada equivocado en dicha sentencia. En su combate de estreno bajo los cinco aros, el pesado (91 kilogramos) noqueó al kazajo Vasily Levit, quien hace cinco años eliminó a Savón en las semifinales de los Juegos de Río.

Contra todo pronóstico, el hispano-cubano mandó a la lona al mismísimo subcampeón olímpico y doble medallista mundial, quien perdió el norte cuando recibió ganchos de izquierda y varias combinaciones de derechas directo a su rostro. Ante aquel despliegue, el tercer hombre en el cuadrilátero ni terminó el conteo de protección, lo mandó directo a la esquina para una conexión express con las duchas.

En cuartos de final de los 91 kilogramos se vivirá un duelo cubano entre Enmanuel Reyes y Julio Cèsar La Cruz. Foto: Tomada de Cope.

“Decían que venía un tifón y aquí está”, dijo Reyes exaltado, en referencia a la tormenta que ha dejado lluvias en Tokio durante las últimas horas. “Es la mejor manera de empezar, pero el trabajo sólo terminará con el oro. Eso es, el oro. Sólo quiero mi oro. Respeto a mis rivales, pero el rival soy yo”, añadió el antillano a los medios acreditados, rebosante de confianza.

Nada parece intimar al habanero, quien sufrió un corte de cejas al final del primer round contra Levit, pero en el siguiente asalto entró como un león al enserado y terminó las acciones en un abrir y cerrar de ojos.

“Aquí hemos venido a arrancar cabezas. Hemos trabajado duro y aquí está el resultado. Está bien debutar así. Vinimos a buscar el oro y rival que nos pongan delante, rival que vamos a barrer”, apuntó Reyes en un claro mensaje a su próximo escollo, que será un viejo conocido de la Escuela Cubana: Julio César La Cruz.

“El Doctor” o “La Sombra”, como le llaman al cuádruple campeón mundial camagüeyano, se cruzará en el camino del representante español en cuartos de final, luego de superar sin objeciones (5-0) al kenyano Elly Ajowi Ochola. La Cruz vivió una pelea tranquila en su estreno al máximo nivel en los 91 kilogramos, pero todo parece indicar que deberá emplearse a fondo en su siguiente examen.

“Vamos a por él. A arrancar cabezas. Me da igual que sea de Cuba. Yo vine a buscar mi oro y el que se ponga encima del ring, se va a caer”, dijo Enmanuel Reyes sobre el duelo con La Cruz, una batalla en toda la regla que va a hacer saltar chispas.

Julio César La Cruz (izquierda) también debutó con victoria en Tokio. Foto: Uestei Marcelino/Reuters
Julio César La Cruz (izquierda) también debutó con victoria en Tokio. Foto: Uestei Marcelino/Reuters

Cuba debutó este martes en el boxeo de los Juegos de Tokio y se llevó par de victorias. Además de La Cruz, el experimentado Roniel Iglesias (69 kg) desbancó por votación dividida (3-2) al local Quincy Mensah Okazawa, quien por momentos sacó de paso al pinareño con estilo pegajoso en la corta distancia.

“La forma en que tira sus golpes fue lo más complicado, pero estoy seguro de la preparación realizada y sé que la siguiente presentación será mejor. No hubo nada de presión por ser el primero del equipo en combatir, y se confirma el propósito de lograr mi tercera medalla olímpica”, apuntó Iglesias a los medios cubanos.

El boxeo es un deporte crucial en las aspiraciones de la delegación cubana de terminar entre los 20 primeros del medallero en Tokio. Los pronósticos indican que tres pugilistas de la Isla podrían escalar a lo más alto del podio, cosecha que igualaría el botín dorado de hace cinco años en Río de Janeiro.

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