Campeonato de vuelo en Cuba

Pilotos extranjeros y cubanos podrán participar, desde este 31 de marzo y hasta el 6 de abril próximo, en el Campeonato  nacional de parapente que tendrá lugar en la zona montañosa de Puerto Boniato, en Santiago de Cuba.

El evento fue convocado por la Federación Cubana de Vuelo Libre (FCVL) y el Club de Aviación de Cuba (CAC) con el objetivo de desarrollar el nivel competitivo de los aviadores del país, quienes para participar deberán portar un certificado de pertenencia a la FCVL y el aval del instructor del club de procedencia.

Los participantes foráneos mostrarán la certificación de sus federaciones regionales y  deben poseer, como mínimo, categoría P-3 o el equivalente en sus  países. Todos los participantes, previo a la competencia, se inscribirán, firmarán una declaración de responsabilidad, deberán tener su paracaídas de emergencia instalado y revisado, y presentarán cámara digital y/o GPS con su correspondiente cable de descarga y drivers si fueran necesarios.

Antes de terminar marzo, mediante giro postal o acreditación personal, los interesados  deberán haber abonado la cuota de inscripción que equivale a 150 pesos en moneda nacional para los competidores e invitados cubanos alojados ($100 sin alojamiento). Los pilotos foráneos pagarán 30 pesos convertibles (CUC) y los invitados 15 CUC. Los jueces, el director técnico y el campeón nacional actual están exentos de pago.

Durante el proceso de inscripción, se entregará un mapa de la zona de vuelos que incluye la ubicación de todas las balizas que se utilizarán y otros datos de interés.

Para el campeonato, según autoridades de la federación cubana, hasta la fecha se prevé la presencia de más de 40 competidores nacionales, la mayoría provenientes de Granma, campeón de la anterior edición y que tendrá tres equipos en competencia.

Provenientes de otras naciones, unos quince pilotos extranjeros han confirmado su participación, incluyendo una amplia delegación francesa conformada por 10 parapentistas. Venezuela, Irlanda, Jamaica, Holanda y Alemania están representadas, cada una con un competidor.

El expediente cubano en el cielo

En Cuba se practican, de manera en especial, tres tipos de deportes aéreos: parapentismo, paracaidismo y el paramotorismo. El primero llegó a la Isla en la década del 90, gracias a la colaboración de la federación española, con lo cual se acrecentó aquí el gusto por la práctica del vuelo libre.

Un equipo de parapente está conformado por un planeador ultraligero, flexible, de forma rectangular y con un peso inferior al del piloto, y se considera una modalidad del paracaidismo cuya diferencia radica en que se realiza corriendo desde pendientes o quebradas muy empinadas.

En un principio, la localidad del Abra de Mariana, en el municipio de San Antonio del Sur en Guantánamo, por sus condiciones geográficas hizo posible la práctica de ese deporte en tres de sus estilos: de ladera, térmico o de cross country y Ala delta.

Durante algún tiempo esta zona fue sede de varios eventos nacionales y extranjeros de parapente, pero en la actualidad se ha limitado su explotación, quizás por su cercanía a la Base Naval de Guantánamo, aunque la disciplina continúa estimulándose en Santiago de Cuba, La Habana, Matanzas y Holguín.

Entre los certámenes de  vuelo libre en Cuba que tienen lugar en esas provincias están la Copa 26 de Julio, la Liga Oriental, el campeonato de parapente que se realiza cada dos años en Santiago de Cuba y en agosto de 2013, para gloria de pilotos y aficionados, se incorporó una nueva competencia: la Copa de Parapente Deportivo Policarpo Álvarez In Memoriam, con sede en Sagua de Tánamo, en Holguín.

A la primera edición del tope asistió como invitado el español Javier «El Malaguita» Tejeiro López, Campeón Mundial de la especialidad, quien deleitó con fenomenales acrobacias al público presente.

El paramotorismo, otra de las atractivas modalidades del paracaidismo, es desde junio de 2013 el último deporte que «impactó» la aeronáutica cubana, pues por primera vez un piloto del país voló desde Varadero al Morro de La Habana.

Fue Luis Alberto García, presidente de la Federación Cubana de Vuelo Libre (FCVL), quien poco tiempo después volvió a ocupar los principales titulares de la prensa del país al viajar en paramotor sobre el golfo de Batabanó, una travesía de unos 110 kilómetros a una velocidad de 40 a 50 km por hora que lo llevó desde la capital de todos los cubanos, hasta Nueva Gerona, Isla de la Juventud.

No hace más de 15 años que este deporte se practica en Cuba, ahora como una variante del parapente, porque es caro y arriesgado: no se debe viajar a más de 800 metros de altura y hay que mantener una velocidad entre 50 y a veces más de 60 kilómetros por hora, solo sostenido del parapente. Aún así, ya aquí  hay 13 clubes y poco más de un centenar de pilotos que incursionan en él.

Foto: Tomadas del blog Volar en Cuba

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