Por: Carlos Durán de la Cruz
Si en Cuba se le pregunta a los cientos de miles de seguidores del deporte: ¿Quién es Rafael da Costa Capote? La respuesta de la inmensa mayoría será: ¿Quién es ese?
Rafael no es otro que un cubano de los tantos que andan por el mundo. Pero uno de los más exitosos. Nacionalizado por Catar el año pasado, Capote fue el líder de la selección de ese país en el recién finalizado Mundial de Balonmano donde lograron un histórico subtítulo.
Los cataríes, como locales de la cita, acogieron como suyos a varios jugadores extranjeros durante el 2014, de los cuales 11, provenientes de ocho naciones, integraron la selección de balonmano. Pero entre ellos brilló el cubano, quinto mejor goleador de la lid.
Con seis goles en la final, y sufriendo una lesión desde el partido semifinal ante Polonia, Rafael fue una de las piedras angulares para enfrentar a Francia, aunque el poderío de los europeos fue mayor. A pesar de robar titulares de distintos medios de prensa, pocos saben que a este cubano, una de nuestras joyas perdidas, en Catar viene siendo algo así como un príncipe.
Eso lo demuestran los números, esta vez no tan fríos. Rafael Capote, como se le conoce en el mundo deportivo, es el balonmanista mejor pagado del mundo en este momento. El emirato le pagó 40.000 euros por su nacionalización y desde entonces le mantiene un sueldo de 13.000, junto a su incursión en la liga local. Además, por cada victoria en el campeonato mundial sus anfitriones le abonaron 90.000 euros, además de algunas primas escondidas a la luz pública.
Tal vez los cataríes le pagan su peso en oro, pero lo que es evidente es que han aprovechado las cualidades de un atleta formado en Cuba, y que como tantos que han emigrado, demuestran cuánto se ha desaprovechado el potencial del balonmano en la mayor nación del Caribe.
En el caso específico de Rafael, desde que abandonó la delegación cubana en los Panamericanos de Río de Janeiro 2007, su trayectoria en las competiciones europeas ha sido magnífica. Inició su quehacer profesional en el Pallamano Conversano, donde obtuvo una Copa de Italia y un Handball Trophy, en el 2009.
Inmediatamente fichó por el Balonmano Ciudad Encantada, de la Liga Asobal, en España, la más fuerte del mundo. En el 2011 cambió su camiseta para el Naturhouse La Rioja. En ambos elencos mostró excelentes registros goleadores y se consolidó como uno de los laterales izquierdos más efectivos del mundo.
Capote cerró a finales del 2013 su fichaje por El Jaish SC, de Catar, el primer paso para su nacionalización. A nivel de selecciones este gigante de 27 años suma el título de Campeonato de Asia el pasado año y la plata en el recién finalizado mundial, donde fue elegido como mejor lateral izquierdo.
Ese es un resumen del peregrinar de Rafael da Costa Capote. Pero él no es el único distante de su hogar natal. También se nacionalizó por Catar otro excelente jugador, Jorge Paván, que al final no integró el elenco.
Al listado se suman Alfredo Bravo, Daymaro Amador, Alexis Hernández y Frankis Carol, quienes compiten en clubes de Portugal. En España puede encontrarse a Guillermo Corzo Gómez y al veterano portero Rey Gutiérrez, llegado esta temporada al Atlético Valladolid.
Por su parte Michael Bravet y Carlos Mirabal juegan en Brasil aunque poseen nacionalidad de República Dominicana. En el gigante sudamericano también hace de las suyas Zuleiky Gómez, mientras en Italia Arasay Durán es ovacionada. Esas dos chicas cuentan entre las mejores jugadoras cubanas del siglo XXI.
Pero todos ellos decidieron salir de nuestro país y buscarse la vida lejos de su casa, antes de aprobarse la ley que permite la contratación en el exterior. Debido a la lentitud de ese proceso de apertura, dos de los seleccionados nacionales en el sector masculino abandonaron el equipo en los centroamericanos de Veracruz en el 2014 y poco después Maricet Fernández llegó a España. Hace pocas semanas Maricet logró insertarse en la principal liga española, aunque días después esa opción quedó frustrada por problemas de contrato.
Esos son algunos de los balonmanistas cubanos, en activo, que andan escribiendo su historia en distintas geografías. Sin proponérselo demuestran la fortaleza de ese deporte en nuestro país a pesar de no contar con un calendario competitivo fuerte y de ser escasos sus partidos a nivel internacional.
Las últimas palabras las lleno de optimismo, pues a saber de este reportero, la Comisión Nacional de la disciplina negocia en estos momentos algunos contratos. Ojalá llegue pronto la novedad.