Cuba en Barranquilla 2018, justo a la mitad

Los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla han llegado a su mitad. Este 26 de julio se cumplieron ocho días de competencia y son ocho los que restan hasta la clausura, el próximo 3 de agosto.
Hasta el cierre de este jueves se habían entregado 226 juegos de medallas de los 450 previstos en 36 deportes, y México encabezaba el medallero con 77 títulos. Detrás se ubicaban los anfitriones, con 43, mientras Cuba, que llegó a la urbe colombiana con la intención de mantener su reinado en la región, marchaba tercera con 35 preseas doradas.

En más de una ocasión, las autoridades deportivas de la Isla aseguraron que el calendario de los Juegos estaba diseñado para que Colombia y los actuales líderes partieran con ventaja, tal como ha ocurrido, y se mostraron confiados en que ya en la segunda semana comenzaría el repunte que catapultaría a Cuba hasta la cima de la tabla.
Según sus cálculos precompetencia, alrededor de 115 títulos serían suficientes para lograr el liderazgo por países, ocho menos que los 123 alcanzados en la anterior versión del evento en Veracruz, México, en 2014.
No obstante, también advirtieron que los deportistas cubanos tendrían que mostrarse “muy eficientes” para traducir en medallas de oro su participación en finales, pues Cuba estaría ausente en 91 de las pruebas convocadas en Barranquilla. Y justo en este punto es donde ha empezado a enredarse la pita.
Aunque ha consquitado más de un metal que no estaba en los planes, la delegación de la Isla ha dejado escapar títulos que podría lamentar –si no lo hace ya– en la recta final de los Centroamericanos. Y ha dejado dudas en disciplinas que históricamente ha dominado en estas lides.
Todavía es temprano para un análisis profundo de lo sucedido. Cada deporte tiene su propio escenario y una vez terminados los Juegos, ya con todas las cartas sobre la mesa, podrá tenerse una perspectiva más completa.
De momento, le propongo un resumen de lo hecho hasta ahora por Cuba, en contraste con su accionar hace cuatro años en Veracruz, y también una mirada al desempeño de sus principales rivales por la corona absoluta en Barranquilla.

De Veracruz a Barranquilla

Una comparación con los Juegos de Veracruz, teniendo como base los deportes que ya han finalizado en Barranquilla, ofrece una idea de cómo ha evolucionado –o retrocedido, según el caso– el movimiento deportivo cubano y cuán complejo ha sido el panorama que ha encontrado esta vez en Colombia.
Hasta la fecha, la nota positiva la brindan disciplinas como el taekwondo y la gimnasia artística –a pesar de decisiones controvertidas– que mejoraron visiblemente su performance con relación al torneo anterior, y alcanzaron sus cetros en dura pelea con las principales potencias del área.
También merecen destaque otros deportes como el tenis de mesa y el clavados, e incluso la natación que, aun sin sumar oros –como el obtenido por Hanser García en Veracruz–, conquistó más medallas de las imaginadas, entre ellas tres muy meritorios subtítulos.
En el extremo opuesto habría que situar al remo –que perdió ante México el dominio absoluto de cuatro años atrás–, las pesas –en cuya defensa habría que alegar la renovación de su equipo– y el pentatlón moderno, que limitó su cosecha a la mitad de las medallas de la justa previa.

El ciclismo de pista merece un punto y aparte, pues aunque Cuba quedó por debajo de lo logrado en Veracruz, la actuación fue en verdad meritoria, más si se tiene en cuenta que Lisandra Guerra –triple dorada la vez anterior– se presentó ahora sin su forma acostumbrada tras su regreso de la maternidad. También debe considerarse el sorprendente desempeño de los mexicanos, que dieron la clarinada y aventajaron no solo a Cuba, sino también a una potencia mundial como Colombia.
Un claro retroceso van teniendo también los deportes colectivos. De los cuatro ya concluidos, todos entre las mujeres, la Isla apenas ha sacado una plata y dos bronces en contraste con los dos títulos y las otras dos medallas de Veracruz.
Incluso el archifavorito equipo de baloncesto femenino cedió en la final ante unas bravas colombianas, mientras el de voleibol mostró una imagen lamentable y a duras penas evitó el último puesto, con un solitario triunfo en cuatro parciales ante el colero Costa Rica.

La medalla de plata del baloncesto femenino va siendo la mejor actuación de los deportes colectivos hasta el momento para Cuba. Foto: Luis Eduardo Noriega / EFE.
La medalla de plata del baloncesto femenino va siendo la mejor actuación de los deportes colectivos hasta el momento para Cuba. Foto: Luis Eduardo Noriega / EFE.

El softbol y el balonmano también quedaron por debajo, en tanto el hockey va en busca del título ante México y el béisbol, ya entre los hombres, ha dejado que desear –salvo en la paliza de este jueves sobre los dominicanos– y ya no puede repetir su corona.
De otros deportes que ya entraron en competencia y aún no han bajado las cortinas, el caso más preocupante es el del tiro, que apenas suma 5 coronas. Aunque faltan todavía varias pruebas en las Cuba tiene posibilidades de triunfo –como la pistola rápida para hombres, la de aire a 10 metros para mujeres y el rifle 3 posiciones en ambos sexos– lo cierto es que parece imposible igualar los 14 oros de Veracruz.
La buena noticia, en cambio, la va dando el kárate que con un título, dos platas y dos bronces, ya superó el botín de hace cuatro años (0-2-3) y podría seguir sumando este viernes en su última fecha.
Individualmente, los gimnastas Manrique Larduet (3 oros-3 platas-1 bronce) y Marcia Vidiaux ( 3-2-0), junto a las ciclistas Arlenis Sierra (3-1-1) y Marlies Mejías (3-0-0), y el incombustible remero Ángel Fournier (3-0-0) han sido los más destacados por Cuba.

Los rivales

Mientras –al menos hasta el momento– Cuba va quedando por debajo de lo logrado en Veracruz, México ha podido despegarse en el medallero gracias a una actuación sobresaliente. Con su performance va destrozando los pronósticos y apunta fuerte al éxito final en Barranquilla.
Los mexicanos lograron sacar una gran renta en la natación –en la que obtuvieron 15 cetros–, el remo –con triunfo incluido sobre Cuba en la disputa por países– y el ciclismo de pista, para superar con creces lo hecho como anfitriones. Además, mantuvieron su dominio en taekwondo, clavados y squash, y hasta arrancaron un oro en el patinaje de velocidad.
También en el tiro marchan en punta, con ocho primeros puestos hasta este jueves –dos más que en los Juegos anteriores– y amenazan con multiplicar su cosecha en las 5 jornadas que todavía le faltan a este deporte.
La otra cara de su moneda fue la gimnasia artística, en la que perdieron 6 coronas, su mayor retroceso con respecto a Veracruz.

Colombia, por su parte, no ha tenido el despegue que se esperaba. Aun siendo sede, no ha conseguido superar los números de los Centrocaribeños pasados, aunque mantiene su estabilidad y ha demostrado su crecimiento en los deportes colectivos, gracias al histórico triunfo en el baloncesto femenino y la plata en el voleibol, también para mujeres.
Nuevamente las pesas y el patinaje de velocidad han sido, hasta ahora, sus principales bastiones, al tiempo que la natación, el taekwondo, el squash y la gimnasia artística también aportaron importantes medallas a su causa.
En clavados, en cambio, no lograron lo saltos dorados que añoraban y apenas sacaron un título del agua, mientras en el tenis de mesa y el ciclismo de montaña tampoco subieron a lo más alto del podio.
Pero su descalabro más sonado es el del ciclismo de pista, una disciplina en la que cuentan con credenciales a nivel mundial y en la que, sin embargo, quedaron a deber. De los 7 oros alcanzados en Veracruz ahora solo pudieron sumar 2, y vieron como México y Cuba –sus enconados enemigos en el medallero de Barranquilla– e incluso la emergente Trinidad y Tobago, le pasaban raudos por el lado.

Lo que falta

En las ocho jornadas restantes la porfía por el triunfo en Barranquilla promete ser intensa. No obstante, los más de 40 centros con que México aventaja hoy a los cubanos colocan el listón bien alto para la delegación de la Isla.
Las mayores aspiraciones cubanas pasan por deportes que pudieran aportar una buena cosecha dorada, gracias a su pujanza no solo a nivel centroamericano sino, incluso, mundial. El boxeo –el llamado “buque insignia” del deporte cubano–, el atletismo, la lucha y el judo, cargan con la mayor responsabilidad, además del canotaje y lo que resta del tiro.
Aun así, repetir la cantidad de metales logrados por estas disciplinas cuatro años atrás luce también difícil. Al bajón ya referido de los tiradores hasta la fecha, habría que agregar el ascenso de aztecas y colombianos en varias de estas disciplinas y la insuperable matemática: en boxeo, por ejemplo, será imposible repetir los nueve cetros de Veracruz con un equipo de solo siete pugilistas.

Cuba espera mucho del boxeo en Barranquilla, aunque ya este deporte no podrá igualar el botín de Veracruz. En la foto, el tres veces campeón mundial Lázaro Álvarez (der) de los 60 kg en su debut victorioso en el certamen centrocaribeño sobre el colombiano Albeiro Paredes. Foto: Leonardo Muñoz / EFE.
Cuba espera mucho del boxeo en Barranquilla, aunque ya este deporte no podrá igualar el botín de Veracruz. En la foto, el tres veces campeón mundial Lázaro Álvarez (der) de los 60 kg en su debut victorioso en el certamen centrocaribeño sobre el colombiano Albeiro Paredes. Foto: Leonardo Muñoz / EFE.

Esta situación obliga a los cubanos a una eficiencia mucho mayor que la mostrada en la primera semana de los Juegos y a superar las previsiones en sus disciplinas menos fuertes. Y hasta, por qué no, a poner una vela para que a México le suceda exactamente lo contrario.
No es un escenario imposible, ciertamente, teniendo en cuenta no solo el presumible repunte de Cuba sino también la buena actuación hasta el momento de tradicionales animadores de estos certámenes como República Dominicana, Puerto Rico y Guatemala –la nota negativa la va dando hasta ahora Venezuela– y la mejoría de naciones caribeñas como Trinidad y Tobago y Jamaica.
Sin embargo, a medida que avanza el calendario la cuesta se hace más empinada.
En ocho días sabremos si, aun en estas condiciones, Cuba logró la hazaña –el adjetivo no luce ahora exagerado– de ganar en Barranquilla o si, como muchos ya dan por sentado, perderá el trono por primera vez en sus participaciones en los Centroamericanos desde Panamá 70.

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