Cuba llevará un solo deporte colectivo a Río de Janeiro

El equipo de voleibol masculino defenderá a Cuba en los deportes colectivos.

Solo un deporte colectivo tendrá Cuba en Río de Janeiro. El equipo masculino de voleibol, bajo la dirección de Rodolfo Sánchez, será el único colectivo cubano en la lid atlética. No más. La última opción de sumar otra escuadra se diluyó en Nantes, Francia. Las chicas del baloncesto, esas que comanda Alberto Zabala, fueron doblegadas y dijeron adiós al sueño olímpico.

Pero tampoco es tan negativa la noticia. Hace cuatro años, en la cita estival de Londres —y por primera vez en décadas, con la excepción de las ausencias en Los Ángeles 1984 y Seúl 1988—, Cuba no compitió con ninguna selección. Aquellos fueron días raros, (casi) todos estábamos acostumbrados a ver los remates de los nuestros e, incluso, los batazos y fildeos. Pero el béisbol se despidió en Beijing 2008 y las plantillas de baloncesto, voleibol (de playa), balonmano, polo acuático, fútbol y hockey sobre césped no alcanzaron boletos para la ciudad del Big Ben.

Durante el ciclo olímpico que aún transcurre, una de las mayores incógnitas siempre fue si finalmente seríamos capaces de clasificar a algún deporte colectivo para Brasil. Tal situación fue cuestionada en los medios de prensa nacionales, en las peñas, en las esquinas. Las disputas sobre el tema eran acaloradas, aunque todos concordaban en algo: las disciplinas de grupos no pasan por su mejor momento.

En el pasado mes de enero, y contra los pronósticos de la mayoría, el voleibol para hombres sorprendió con su calificación. Un conjunto relativamente joven, de exigua experiencia internacional si comparamos con los rivales que enfrenta por el mundo, alegró con su relevante accionar en Edmonton, Canadá.

Hablamos de una modalidad —en ambos sexos— que desprende polémica por doquier, pues no son pocos los cubanos que se desempeñan en ligas foráneas y que dejaron legalmente el territorio cubano. Muchos de ellos desean representar a nuestro país. Hombres y mujeres que de forma reiterada han intentado volver y no han sido tomados en cuenta.

Ejemplo: Osmany Juantorena. Uno de los mejores voleibolistas del mundo que, después de tantas negativas, se cansó de esperar y jugó por Italia. En agosto, en Río de Janeiro, Juantorena será el líder y receptor/atacante de la “Azurri”.

Osmany Juantorena
Osmany Juantorena

A pesar de las continuas bajas dentro de la preselección nacional, los escasos recursos en las provincias, la falta de tabloncillos y la carencia de elementos para suplir las necesidades mínimas en las categorías inferiores, el voleibol demostró en suelo norteño que desde hace un buen tiempo es el deporte que mejor trabaja en Cuba y que es el que más talentos saca por cantidad de practicantes. Si tomamos este último detalle, sería capaz de asegurar que desde 1990 han desarrollado más jugadores de primer nivel que el mismísimo béisbol.

A la altura de la clasificación de enero nos restaba otra opción, la de las damas del baloncesto, precisamente el chance que se diluyó en Nantes ante Corea del Sur. Las asiáticas vencieron 81 por 62 en un preolímpico que brindaba cinco boletos. El fracaso enterró todo anhelo.

Las antillanas comenzaron su travesía en la lid con una esperada y abultada derrota de 67-83 ante Francia, subtitular en Londres, para luego doblegar in extremis 64-62 a Nueva Zelanda. Así quedaron vivas las esperanzas ya con el pasaje a cuartos de final en el bolsillo.

En esa ronda poco lograron hacer ante Turquía, que no dejó margen a dudas y dominó cada uno de los aspectos de juego. El marcador final de 71 por 45 reflejó un dominio total de las eurasiáticas. Después solo restaba pelear por el quinto ticket, situación que se terminó cuando las surcoreanas rompieron los corazones de las caribeñas.

Marlene Cepeda, una de las integrantes de esa selección nacional, expresó a OnCuba que el grupo está triste y desilusionado. Ellas deseaban que el baloncesto femenino regresara a una cita estival de los cinco aros. La última participación tuvo lugar en Sidney, Australia, en el ya lejano año 2000.

“Nos golpeó mucho nuestra efectividad de larga y corta distancia. Así es el baloncesto, gana el que menos errores cometa y el que más anote. Defendimos mucho pero la ofensiva no fue buena. Además, el juego de Europa poco tiene que ver con el de América y eso nos afectó”, añadió la jugadora, una de las de mejor desempeño por Cuba.

Marlene Cepeda fue de las mejores por Cuba, pero no impidió la frustación cubana. Foto: FIBA
Marlene Cepeda fue de las mejores por Cuba, pero no impidió la frustación cubana. Foto: FIBA
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