Cuba puso la fiesta y Estados Unidos los goles

Foto: Calixto N. Llanes

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Una auténtica fiesta se vivió este viernes en el estadio habanero Pedro Marrero, cuando las selecciones de Cuba y Estados Unidos se enfrentaron para disputar un partido amistoso que finalizó con un 2-0 a favor de los visitantes.

Banderas de ambos países, aficionados de uno y otro elenco con las caras pintadas de rojo, blanco y azul, carteles alegóricos al duelo, gritos y cánticos fueron el complemento para un buen choque de fútbol, donde los cubanos rompieron todos los pronósticos, al realizar un gran compromiso, más allá de salir con la derrota.

A la cancha capitalina asistieron unos 15 mil cubanos aproximadamente, mientras que cerca de dos mil estadounidenses se encontraban presentes para alentar a los suyos. El fútbol, como dijera al concluir el choque el técnico norteamericano Jürgen Klinsmann, fue el denominador común para estrechar lazos de amistad y confraternidad entre las dos naciones.

“El fútbol es el deporte idóneo para construir puentes entre personas de diferentes países. Nosotros queríamos venir a Cuba, porque necesitábamos conocer de la cultura cubana, y a su pueblo. Aquí en La Habana nos han tratado con gran alegría y respeto, nos vamos agradecidos de todos”, resaltó el ex técnico de la selección de Alemania.

Foto: Calixto N. Llanes
El DT norteamericano, Jürgen Klinsmann. Foto: Calixto N. Llanes

Durante 90 minutos ambas aficiones apoyaron a sus representantes con delirio, sin embargo al final, cuando la pelota no rodó más, los fanáticos foráneos corearon con pasión el nombre “¡Cuba, Cuba, Cuba!” una y otra vez; mientras los espectadores locales reciprocaban el gesto con un rotundo aplauso. El fútbol había cumplido su objetivo.

Juan Antonio Vargas nació en Nueva York, pero sus padres, bolivianos de nacimiento, le inculcaron el fútbol desde pequeño, y no perdió esta oportunidad para llegarse a Cuba con toda su familia y disfrutar de un buen espectáculo.

“Es mi primera visita a La Habana, y me ha encantado como en Cuba se vive el fútbol, la verdad no me esperaba este ambiente de fiesta, a pesar que los dos equipos pelearon reñidamente por conseguir la victoria”.

Más adelante el propio Vargas junto a uno de sus amigos, Edmundo Tapia, ofrecieron palabras de elogio hacia los futbolistas cubanos, al destacar que los jugadores locales necesitan enfrentar rivales de nivel, lo que ayudará en el desarrollo de este deporte en la Isla.

Foto: Calixto N. Llanes
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Paul Rogers, oriundo de San Francisco, California, argumentó que se iban con la victoria, pero sostuvo que le hubiera gustado ver un gol de los cubanos. “Siento que mi equipo no hizo un gran partido, pero así es el fútbol. Ustedes fueron excelentes anfitriones y eso es algo positivo que nos llevamos a casa”, dijo.

En el ámbito deportivo, Cuba plantó correctamente a sus hombres sobre el campo y a pesar de la superioridad cualitativa de Estados Unido generó serios inconvenientes a la defensa rival. Sin embargo, el fútbol, veleidosa disciplina, no quiso sonreír a favor de los cubanos. En unas ocasiones los palos, en otras, la mala puntería, y a veces la ausencia de picardía para anticipar la jugada, impidieron que el gol retumbara con mayor fuerza en la instalación ubicada en el municipio de Playa.

Foto: Regino Sosa
Foto: Regino Sosa

Ya lo había advertido el capitán del país de las barras y las estrellas, Michael Bradley, horas antes del encuentro: para doblegar a los cubanos sus compañeros necesitarían tener una mentalidad fuerte, porque el adversario no regalaría nada sobre el césped.

“Hay que respetar a Cuba porque está en su casa y ellos no tienen nada que perder. Si demoramos en marcar la presión recaerá sobre nosotros”, agregó.

Y en efecto, 62 minutos necesitaron los norteños para abrir el marcador, cuando Julian Green —el más destacado en el duelo— desbordó por la banda izquierda, llegó a los límites del área y mandó un potente disparo de derecha que no pudo atrapar el arquero Sandy Sánchez, la pelota quedó suelta y cayó en poder de Chris Wondolowski, para que este inaugurara la pizarra, y enmudeciera a ¾ partes de la grada.

Foto: Regino Sosa
Foto: Regino Sosa

El tanto no desmoronó a los cubanos quienes no renunciaron por atacar, al punto que estuvieron cerca del empate; pero el talentoso volante Roberney Caballero, desperdició un par de remates en fracciones de segundos.

En medio del frenesí cubano, la fórmula goleadora de Estados Unidos llegó nuevamente, aunque ahora de forma invertida, pues Wondolowski hizo una gran internada hasta la línea final por derecha y centró por bajo hacia el corazón del área, donde Green esperaba para estampar el 2-0 final.

Hasta que el árbitro Luis E. Yero, no marcó el cese de las acciones, Cuba insistió por abrir su casillero, pero el gol como premio jamás llegó. No obstante la afición cubana, conocedora de fútbol y exigente como cualquier otra hinchada, aplaudió a los suyos en señal de respeto por el esfuerzo realizado. Los estadounidenses también se llevaron el guiño del respetable que pudo disfrutar de un encuentro a la altura de las expectativas generadas.

Foto: Regino Sosa
Foto: Regino Sosa

“Nadie esperaba que hiciéramos un buen juego pero lo conseguimos, y esa es la imagen que dejamos en la afición. Me voy orgulloso por el rendimiento de mis muchachos, ellos cumplieron las indicaciones tácticas, nada que reprocharles, lo dieron todo por ganar”, confesó el entrenador del once cubano, Idalberto Raúl Mederos.

Antes de iniciarse el match, saludaron a los jugadores de los dos equipos la segunda dama de los Estados Unidos, Jill Biden, y al embajador de esa nación en Cuba, Jeffrey DeLaurentis; quienes se hicieron acompañar por representantes del deporte en Cuba.

Foto: Calixto N. Llanes
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