Diego Seguí, un inmortal desconocido

Uno de los doce inmortales cubanos exaltados al Salón de la Fama de la Serie del Caribe es una figura poco mediática para los cubanos. El lanzador Diego Seguí, con un amplio paso por el béisbol latinoamericano, tiene ese enorme y contradictorio privilegio: ser un inmortal desconocido.

El holguinero Seguí lanzó en tres Series del Caribe con los Leones del Caracas (1973, 1978 y 1980). En su primera serie no permitió carreras en 9 y dos tercios de actuación, y su K/9 fue de 15,82 imponiendo un record vigente para estos torneos. Ese mismo año le propinó 15 ponches a los campeones de Puerto Rico, que constituye la segunda marca de la historia.

En las tres series propinó 35 ponches en 28 y dos tercios para un excelente K/9 de 10,99. Ganó cuatro juegos y su promedio de carreras limpias fue un excelente 1,88. Indiscutiblemente es un inmortal de las Series del Caribe

Este lanzador tuvo una larga carrera en la Grandes Ligas. Durante 15 temporadas en el máximo nivel de la pelota tuvo balance de 92-111 con 1298 ponches (su K/9 fue de 6,8), un buen PCL de 3,81, y rescató 71 partidos como relevista. En 1969 con los Atléticos de Kansas City fue el líder en efectividad de la Liga Americana con 2.56. Participó en la Serie Mundial de 1975 con los Medias Rojas de Boston que cayeron ante los Rojos de Cincinatti. Además participó en siete temporadas en las ligas menores con marca de 55 y 48. Sin embargo, no fue profeta en su tierra porque en dos campañas de la pelota profesional cubana solo ganó un partido y perdió en cinco ocasiones a pesar del magnífico PCL de 2.45.

Lanzó durante quince temporadas en la Liga Venezolana con balance de 95-58 y buena efectividad de 2,77. Es el segundo lanzador con más victorias de por vida en esta pelota además de ser el primero en ponches propinados con 919, y primero también en efectividad histórica. Fue el primer cubano en ser exaltado al Salón de la Fama de la pelota venezolana el 3 de julio de 2003. Además lanzó en dos temporadas en la liga nicaragüense (1958-1959 y 1961-1962) y una en Puerto Rico, con los Cangrejeros de Santurce, entre 1963 y 1964.

En la Liga mexicana lanzó durante nueve años y se apuntó el tercer juego perfecto en la historia de este certamen, el 21 de junio de 1978, trabajando con los Cafeteros de Córdoba frente al Laredo. En ese béisbol tuvo marca de 95-61 con PCL de 2,91, y más de mil ponches propinados en los últimos años de su carrera.

Un verdadero trotamundos del béisbol, Diego Seguí tiene el privilegio de estar presente en dos Salones de la Fama del Béisbol. ¿Llegarán los cubanos a conocer su historia?

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