¿“Dream team” cubano a los Juegos Olímpicos de 2020?

Omar Linares, el "niño" eterno.

Omar Linares, el "niño" eterno.

El regreso del béisbol al programa de los Juegos Olímpicos, convoyado en su oferta con el softbol de mujeres, podría ver dentro de cuatro años en Tokio a un “Dream Team” cubano.

Así que la decisión –casi de trámite por esperada– que adoptó la Sesión del Comité Olímpico Internacional en Río de Janeiro, este miércoles 3 de agosto, podría contribuir en el nuevo ciclo olímpico que terminará en 2020, a la idea de ver sobre un terreno a los jugadores millonarios cubanos de las Grandes Ligas estadounidenses junto a algunos actuantes en la Serie Nacional.

Se trata de lo que algunos han dado en llamar un posible “equipo unificado” (para los Clásicos en este caso), un término que se hizo célebre en 1992 para bautizar a la delegación de la ex Unión Soviética que también aterrizó en la ciudad catalana con el rótulo de “Comunidad de Estados Independientes”.

Una selección cubana que, por supuesto, en esta danza de fantasías de ahora mismo podría tener estrellas caribeñas que para entonces destaquen también en las Ligas Mayores niponas. En cuatro años por delante también se vivirán flexibilizaciones de una “actualización del modelo deportivo cubano”, y no en balde hoy aseveraciones en este entorno de funcionarios del deporte suelen añadir que seguirán las normativas conocidas pero añadiendo “en este momento” y dejando a un lado los tradicionales “nunca jamás” para tal o más cuál cosa.

Junto al béisbol / softbol, los cardenales del olimpismo bajo la presidencia del alemán Thomas Bach aprobaron el ingreso de otras cuatro disciplinas: el kárate, el skateboard, el surf y la escalada, en momentos de una “nueva era” del COI. Bajo el paraguas de la llamada Agenda 2020 el organismo romperá la camisa de fuerza del límite de 28 deportes por edición y se proyecta abierto a un pragmatismo inédito donde disciplinas impensables hoy podrían estar en el programa olímpico del mañana, manteniendo en vigilia un gigantismo incontrolable y asegurando a su vez ingresos financieros espectaculares.

La Agenda 2020 brinda a las ciudades anfitrionas la opción de sugerir nuevos eventos deportivos e incluirlos en su edición de los Juegos, sin que las selecciones de la ciudad de acogida sean vinculantes para los futuros anfitriones. Esto significa que el formato presentado por el béisbol / softbol, además de proponer seguramente en un mismo estadio sendos torneos de una semana cada uno (querían ocho equipos pero al parecer se reducirán a seis), deberá tener la presencia de estrellas de la Major League Baseball (MLB), y un rotundo éxito financiero capitaneado por las televisoras, los patrocinadores y los tickets de acceso a los estadios.

De lo contrario correrá el béisbol nuevamente el riesgo de salirse tras la revisión al programa que hace el COI al término de cada versión. Y no olvidar que entre los finalistas que aspiran a la sede de los Juegos de 2024,cuyo ganador se determinará el próximo año, están Roma, París, Budapest y Los Angeles, y sólo ésta sería la mayor esperanza para garantizar la permanencia del béisbol desde ese ángulo,aunque se reconozca la historia beisbolera italiana.

Pero los japoneses,como suele pasar, tienen las cuentas bien sacadas desde que su comité organizador envió su solicitud a la junta ejecutiva del COI que hace dos meses, y sin pensarlo dos veces, respaldó la propuesta de las cinco disciplinas que” representan una combinación de los deportes arraigados y emergentes, con un peso significativo de la popularidad en Japón y más allá. Se incluyen los deportes de equipo y los deportes individuales, deportes en el interior y al aire libre, y deportes ‘urbanos’ con un fuerte atractivo para los jóvenes”, subrayó en comunicado.

Para que los jugadores cubanos de la Gran Carpa asistan también tendrán que tener el visto bueno de la MBL, descartando el aval que sin dudas daría la federación nacional.

Hasta la fecha las Grandes Ligas no han enviado a sus grandes jugadores a los torneos que se celebraron entre Barcelona-92 y Beijing-08. Claro, como regla, los Olímpicos se celebran en medio de su torneo profesional, un espectáculo que ni siquiera se detuvo durante los días en que Estados Unidos organizó los Juegos de Atlanta hace diez años ni su Mundial de Fútbol en 1994. Y además el fantasma de las sustancias prohibidas entre sus fornidos “toleteros”, y el costo de los estadios tradicionalmente “monodeportes” se han convertido en argumentos para sus detractores,principalmente europeos dentro del COI.

¿Seguirá la MLB sin prestar a jugadores de la principal plantilla de las Grandes Ligas?

El comisionado Rob Manfred quiere globalizar al beisbol como nunca, hurga en más mercados internacionales, inaugura oficinas en América Latina, Europa y Asia, auspicia campamentos y demostraciones en los cinco continentes,monta partidos de temporada regular y desafíos de preparación extrafrontera, abre nuevos horizontes en sitios “prohibidos” tradicionalmente como Cuba…Por lo que el sello olímpico pudiera favorecer sus intenciones. Pero ¿podrá asegurar una nómina estelar a Tokio?

La Confederación de Beisbol y Softbol (WBSC por sus siglas en inglés), formada en 2013 para viabilizar el regreso a los Olímpicos – tras su exclusión por una polémica decisión por la presión a favor del golf y el rugby de a siete- respira profundo al menos en este tiempo porque tras la decisión del COI es de esperar la recuperación de financiamiento para sus gastos por los ingresos de los derechos de televisión, y la inyección de dinero de un número de comités olímpicos nacionales hacia las federaciones. Porque todo mundo sabe que existe una gran diferencia entre las inversiones para los deportes olímpicos y los que no lo son y lo difícil que es convencer a las compañías privadas para que patrocinen el deporte de las bolas y los strikes en un país no beisbolero.

Cuando el 7 de septiembre de 2013 Tokio ganó la sede olímpica, por encima de Madrid y Estambul, a los defensores del béisbol les vino el alma al cuerpo. A pesar de que al siguiente día perderían su última oportunidad entonces de reingresar ante la emulación de otras dos disciplinas en una votación que les resultó adversa (lucha 49, béisbol / softbol 24, squash 22), pero que por otro lado representó una justa decisión para el deporte olímpico cubano.

Justo este viernes 5 de agosto harán 24 años en quela historia deportiva registra a Cuba como campeón del primer torneo olímpico en un partido exageradamente largo: casi cinco horas y el triunfo antillano sobre Taipei de China, en el estadio de la Feixa Llarga, construido en L´Hospitalet de Llobregat, muy próximo al anillo olímpico barcelonés.Junto a los más de 6.000 espectadores vivimos una noche alegre pese al extenso desafío.

El béisbol era el único deporte que ha figurado más veces como deporte de demostración en los Juegos Olímpicos que en su programa oficial. De 1904 a 1988 lo fue en ocho ocasiones. El 13 de octubre de 1986,la 91 Sesión del COI reunida en Lausana ratificó su inclusión en el programa de los juegos catalanes.Cuba ganaría también los títulos en Atlanta 96 y en Atenas 2004 y cedería en la final ante Estados Unidos en Sydney 2000 y Corea del Sur en Beijing-08.En Londres ya no hubo competición.

El presidente del COI Juan Antonio Samaranch (1980-2001) esperaba que con esa trascendental decisión que apoyó personalmente en algún momento vería a las principales figuras mundiales del béisbol en los Juegos como consiguió con el “Dream Team” de baloncesto,pero murió en abril 2010 no solo sin ver esa ilusión sino en presencia de la exclusión de la “pelota” y del softbol de mujeres en la Sesión del COI de Singapur en 2009 bajo la presidencia del belga Jacques Rogge. ¿Bailarán las estrellas con la sinfonía de Bach?

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