Dudas y certezas de Jorge Padrón

Foto: John Ewing (pressherald)

Foto: John Ewing (pressherald)

Cuando Jorge Padrón abandonó Cuba tenía como objetivo ser jugador de Grandes Ligas. En el 2010 firmó con Boston Red Sox y dos años después, tras alternar entre nivel de clase-A avanzada y doble-A, fue despedido por la franquicia. El espejismo de las Mayores recayó en el zurdo y no tuvo más alternativa que irse a su casa en Miami.

“No me fue muy bien. No tuve la dicha de llegar a lo más lejos que un pelotero sueña, pero fue una experiencia muy linda que nunca olvidaré”, aseguró a OnCuba Padrón sobre su infeliz desenlace por las menores. Allí posteó average de 260, con ocho cuadrangulares y 91 impulsadas entre 2010 y 2011. También me habla sobre las afectaciones que tuvo: “Todo afecta cuando no tienes la familia y su apoyo, pero una de las cosas que más me golpeó fue el frío. Había mucho frío y uno no está adaptado a ese clima”.

De no haberse marchado de Cuba y su natal Pinar de Rió, donde sueña con volver a jugar, Padrón habría llegado a los 2000 hits en Series Nacionales (562 en 5 Series). Me cuenta que jugó con el corazón cada minuto que vistió el traje verde: “Yo, esté donde esté, Pinar del Río siempre será mi primer equipo”. Aún recuerda su primer hit ante Montes de Oca en Villa Clara y al autor de su apodo “la regadera” Julio Duarte Alonso, comentarista deportivo de Radio Guamá.

Padrón se convirtió en agente libre a finales del 2011 cuando fue puesto en libertad por los Red Sox. Ningún equipo se interesó por sus servicios. En ese momento, su carrera se desvaneció. Comenzaron las dudas sobre su talento y desapareció la confianza: “Me sentí muy triste porque no se cumplió mi objetivo de llegar a la cima”.

Se fue a trabajar a su residencia de Miami, poniendo aires acondicionados a cambio de un modesto salario. Estuvo en ese empleo por espacio de tres años sin jugar béisbol organizado.

Hasta que un día Padrón escuchó la voz de “levántate y anda” por medio de un amigo que significó el punto del despegue. “Fue gracias a Alexei Ramírez. Él vino y me apoyó. Me dijo que yo podía seguir jugando, que tenía posibilidades y que aún tenía talento con mi bate”.

De repente, brotaron las certezas nuevamente en Padrón. Volvió a tomar su bate, mientras intentaba recuperar su swing, inició una nueva etapa: “Entrenamos un tiempo juntos. Yo siempre se lo voy agradecer por haber confiado en mí. Todos tenemos una segunda oportunidad”. Pronto las noticias llegarían. Padrón se iba a la Liga del Norte de México (LNM) firmado por los Centinelas de Mexicali.

Allí durante todo el 2015 acaba de refrendar una de sus mejores campañas. Padrón sostuvo average de 374 (tercero de la liga), fue líder en hits con 123, cuarto en dobles con 26, segundo en anotadas con 69 y segundo en carreras impulsadas con 65.

Luego, tras unos enconados playoff, contribuyó a ganar la final (4 juegos por 3) ante los Toritos de Tijuana. El primera base vio resurgida su carrera como pelotero y se coronó campeón con los Centinelas junto a otros dos cubanos: Michel Enríquez y Yoan Carlos Pedroso: “Ha sido una experiencia muy bonita para mí. Compartí con muchas personas con las que jugué. Estoy muy feliz de alcanzar un campeonato pues hace como 11 años que gané mi último torneo que fue el mundial juvenil del 2004. Muy agradecido de compartir con los cubanos, no solo los que jugaron conmigo sino también los que jugaron en contra (Rigoberto Arrebato, Frank del Valle Arrebato, Orlando Barroso, Yadil Mujica, Yosmany Guerra)”.

El pinareño impactó también en los playoff y se convirtió uno de los guías ofensivos de los Centinelas de Mexicali. Fue sublíder en average ofensivo con 444, líder en hits con 28, segundo en dobles con seis, líder en triples con uno, segundo en anotadas con 17, además pegó tres cuatroesquinas e impulsó 12 carreras.

Sobre sus próximas metas y proyectos me confiesa: “Me invitaron al campo de entrenamiento los Águilas de Mexicali. Vamos a ver que pasa”. Su reciente victoria en la LNM y su posible contratación con Águilas en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) (campeonato de más alto nivel en el invierno de México) ubican a Padrón de regreso al juego a sus 29 años ”Decirle a la gente de Pinar y de Cuba que yo voy a seguir luchando esté donde esté”.

Sus sacrificios y certezas demuestran la superación en el deporte. Como diría Robert Lee Frost: “En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida: sigue adelante”.

 

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