El descubridor de Pestano

Ariel Pestano durante un juego de entrenamiento para el Clásico Mundial de Béisbol 2009. Foto: Chris Elise.

Ariel Pestano durante un juego de entrenamiento para el Clásico Mundial de Béisbol 2009. Foto: Chris Elise.

“Paré la bicicleta, me bajé y me puse a ver a esos niños jugar”. Era un habitual juego de pelota callejera, en el Paseo Martí de Caibarién, una tarde cualquiera. Uno de los niños había llamado su atención por “cómo se desarrollaba, cómo entendía el juego y su desenvolvimiento cuando bateaba, corría y cómo fildeaba y tiraba la bola”. Noel Guerra estaba viendo jugar pelota a Ariel Pestano, que tenía 9 años y sería su gran descubrimiento.

“Hablé con él y algunos muchachos más y logramos llevarlo al estadio de Caibarién. También con sus padres, Raquel y Osvaldo. De ahí en lo adelante empezamos. Conformamos un equipo y Ariel empezó jugando en tercera base. Uno de esos días de entrenamiento lo convidé a que se pusiera los arreos, porque noté en él mucha facilidad para mover las manos. Tenía la inclinación hacia la posición. Era un niño muy valiente, decidido. Sin miedo. Y creo que eso lo llevó a lograr esa gran carrera. Siempre probaba y probaba. Yo le decía las cosas y el lograba hacerlas con facilidad. A esa edad enfrentaba las situaciones de juego con coraje”, contó a OnCuba desde Italia el entrenador Guerra.

Noel Guerra. Foto: Roberto Santiago González / Vanguardia.
Noel Guerra. Foto: Roberto Santiago González / Vanguardia.

¿Pensaste qué llegaría tan lejos?  

Mira, yo siempre pensé que podía, por esas características que te mencioné. Desde chiquitico mostró habilidades y con el tiempo fue mejorando y su dedicación siempre fue al cien por ciento. Eso, unido a que me escuchaba mucho, lo ayudó a superarse. Se adaptaba a los cambios con facilidad. Es uno de los pocos peloteros cubanos que ha integrado equipo Cuba en todas las categorías. Creo que el otro es Antonio Pacheco. Pestano de niño siempre se fijó en todo lo importante. Me decía “si aquel puede hacerlo, yo también”. Insistía cuando no le salían bien las cosas. Por ejemplo, la primera vez que le pedí se pusiera los arreos, se los puso al revés. Y le dije puedes ser grande, pero cuando aprendas a ponértelos. No le vio ningún problema a aquello. Un buen receptor tiene que aprender, me dijo.

***

Guerra lleva nueve meses en Italia, en un club llamado Cervignano Baseball, en Udine. Y no solo le dio al béisbol cubano quizás a su mejor receptor, si no un campeonato mundial en la categoría sub 15. Guerra fue el manager de aquella selección nacional. Sumó varios títulos provinciales y llevó las riendas del sub 23 villaclareño. Obvio, tenía la meta del equipo grande del Villa Clara en mente. Cuando Ramón Moré abandonó el barco su nombre fue el que más sonó entre los candidatos. Pero no resultó así. Entonces probó su experiencia fuera de allí.

“La exclusión de Pestano al III Clásico Mundial quizás fue la decisión más polémica de los últimos años en la pelota cubana. Siempre hemos hablado desde niño hasta los días de hoy. Confrontamos opiniones, hablamos de cosas y de cómo hacerle bien al béisbol. La exclusión ha sido la situación más difícil para él, deportivamente hablando. Me llamó enseguida que se enteró y fui corriendo a su casa. Llorando me lo dijo. Imagínate”.

Guerra lleva nueve meses en Italia, en un club llamado Cervignano Baseball, en Udine. Foto: Noel Guerra en Facebook.
Guerra lleva nueve meses en Italia, en un club llamado Cervignano Baseball, en Udine. Foto: Noel Guerra en Facebook.

La muerte de su madre…

Ese fue el golpe más duro de su vida. Inesperado. Raquel era la vida de Ariel. Muy exigente. Siempre pendiente de él, no le perdía ni pie ni pisada. Fue una relación muy estrecha entre los dos… hasta el infarto. Él estaba en un juego en Manicaragua, y yo regresaba de otro en Sancti Spíritus. Hemos estado juntos en los momentos más terribles y en los más felices.

¿Formaste al mejor cátcher de la pelota cubana?

Ya sé que muchos pensarán “claro, qué va a decir este”. Pero los números hablan solos. Sus estadísticas lo dicen. Fue un receptor elegante y muy seguro, bateador de 280 pero oportuno, corredor lento pero habilidoso. Champion Bate en una Olimpiada, ningún otro ha llegado a esto. Tenía carisma, le transmitía confianza a los lanzadores en los momentos límites. De eso hablan los pitchers que trabajaron con él, no lo digo yo. Logró todo en el béisbol, para mí es el mejor.

Se supone que luego del retiro, el futuro de Pestano sea como director de equipo. ¿Crees que tenga madera para eso?

Sí, lo puede ser. Le diría, como siempre, que se necesita estar calmado para dirigir. Cambiar de mentalidad de jugador para entrenador. Tiene una cosa muy buena, se anticipa a la realidad de lo que está por pasar en cada situación. El cátcher prácticamente lleva las riendas del partido.

***

Ariel Pestano, el receptor cubano al que solo le faltó la experiencia en la Gran Carpa, acaba de despedirse de los diamantes beisboleros. El mismo que desató el elogio de inmensos de la categoría de Iván Rodríguez o David Ortiz. Se va sin querer, “obligado por las circunstancias” y “en forma deportiva”, sigue repitiendo. No obstante, regresará, quizás el próximo año, quizás con la categoría sub 23 de su team naranja. Desde Italia, hay un hombre que le cambió la vida, que lo ubicó en ese camino y no ha podido estrecharle la mano.

“Es un orgullo, una satisfacción muy grande para mí haber sido el primer entrenador de Ariel, haber iniciado la carrera de un jugador tan talentoso. Estoy contento por aportarle mis conocimientos al más grande receptor de nuestra pelota, indicarle en aquel momento lo tenía que hacer, cómo iniciarse en la receptoría. Y más que todo, orgulloso por encontrarme con ese niño voluntarioso, sacrificado, dedicado, con ese gran muchacho que con su carácter y carisma logro ser el más grande. Fue mi alumno, es mi amigo y mi hermano”.

Salir de la versión móvil